
La rebelión de los príncipes
Serrano nos presenta por un lado el levantamiento de un pueblo y al mismo tiempo el de una mujer que en ese contexto enfrenta las normas sociales que también la oprimen. Nos regala dos historias en una.
El caudillo en esta historia es Túpac Amaru, indígena hijo del anterior líder ejecutado, el será quién lidere la revolución contra los opresores que da lugar a futuras revoluciones y movimientos independentistas en América.
Como su propia líder se encuentra Consuelo Montiel, una mujer valiente, hija bastarda y mestiza de un caballero porteño despreciada por los indios por vivir con los blancos quienes también la desprecian por ser india. Cómo si esto no bastase aparece Lorenzo Bracamonte, seguidor de Túpac Amaru que regresa a Buenos Aires con la misión de encontrar aliados y se encontrará a Consuelo.
Serrano nos regala una novela romántica donde los protagonistas se mueven y crecen por el deseo de luchar contra las normas socialmente impuestas, así se gestan dos revoluciones, la de los pueblos originarios sometidos y otra más íntima la del sometimiento de Consuelo condicionada por su raza.
La tragedia aparece para fragmentar ese escenario donde no faltaban traiciones y silencios, se muestran las injerencias de la política y el poder entretejiendo la vida familiar.
Del cruce de estos destinos nace una revolución, la de Consuelo y Lorenzo, se aman y ese amor es la puerta a la liberación de ambos. Deben enfrentar juntos los prejuicios, las prohibiciones, y las intrigas políticas que los envuelven.
“Llegaste para encenderme la sangre, para despertarme. ¿Y ahora qué? ¿Qué voy a hacer ahora con esta insurrección que me alborota el pulso y ya no soy capaz de frenar?”
La rebelión de los príncipes pone a Silvana Serrano en el escenario de las más destacadas voces de la novela histórica, logra alcanzar la precisión y el rigor que exige una novela histórica para contar la lucha de un pueblo y usa esa misma precisión al contar la historia de vida de Consuelo, que no deja de ser la historia de un pueblo