
No hay vuelta atras
Melinda nos comparte sus vivencias de mujer en los lugares donde los hombres son mayoría y ocupan los cargos de mayor responsabilidad. Se reconoce en un lugar de privilegios como poder estudiar, trabajar, el derecho a decidir sobre su vida en aspectos tan importantes que hoy día muchas mujeres en distintas culturas no tienen.
Nos cuenta sobre su vida personal, desde su infancia en Dallas, Texas viendo despegar cohetes porque su padre era ingeniero aeroespacial en el programa Apollo, comparte sus procesos de maternidad, las decisiones que fueron tomando ella y Bill su esposo, la creación de la fundación que crearon y lleva sus nombres.
Se describe feminista, “ser feminista significa creer que todas las mujeres deberían hacer uso de su voz y desarrollar su potencial…” y nos comparte el proceso que la ha llevado a identificarse así, y el de alcanzar la igualdad de género en su matrimonio, su planificación familiar
Narra las diferentes y conmovedoras historias de mujeres que fue conociendo en sus viajes por la fundación, distintas personas, de lugares y sociedades muy dispares, todas con la misma búsqueda, el deseo de ser iguales en oportunidades, de poder elegir. La fundación Bill & Melinda Gates, destinó millones a la investigación de nuevos anticonceptivos con menores efectos secundarios sobre el cuerpo de las mujeres, para poder beneficiar a mujeres de todas partes. Se demostró que los embarazos programados y espaciados permitían a las mujeres progresar en su formación, ganar un salario, poder dedicar a cada hijo el tiempo y cuidados necesarios, garantizando a esos niños los cuidados básicos necesarios le asegurarían poder desarrollar su potencial y esos niños se lo garantizarían a sus hijos.
“Pronto vi que, si lo que pretendemos es ocupar nuestro lugar como iguales en relación con los hombres, no lo conseguiremos conquistando nuestros derechos uno a uno o paso a paso; conquistaremos nuestros derechos en oleadas cuando logremos estar empoderadas”
Estas desigualdades están presentes en todas las sociedades, desde su búsqueda de equidad ha contribuidos a denunciar las desigualdades de salarios y cargos en lugares como Silicon Valley, mostrando que estos abusos no dependen de la formación o posición social, sino que puede sucederle a cualquiera.
Melinda es ingeniera, renunció por elección a su trabajo diseñando productos informáticos para dedicar ese tiempo a sus hijos. Desde hace veinte años se dedica a ayudar a otros, encontró en la filantropía el lugar para su lucha para ayudar a las mujeres y niñas en situaciones desfavorables, para visibilizar a las mujeres. Desde su fundación busca combatir la muerte infantil, los embarazos adolescentes, matrimonios forzados, mutilación genital entre otras atrocidades de las que muchas niñas aún son víctimas.
Afirma que nunca existieron tantas oportunidades como ahora para cambiar, entonces nos llama a promover ese cambio desde el lugar que cada uno ocupa.