Sin pedir permiso, sin tapujos desmenuza, increpa, y en algún momento hasta logra enojar a alguno de sus lectores.
Propone un análisis reflexivo de las preguntas como: ¿De dónde venimos y adónde vamos? ¿Adónde nos lleva todo esto? ¿Por qué soy como soy? ¿Por qué he nacido y por qué debo morir? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Por qué existe el mundo tal cual es? ¿Por qué el mal? ¿Cómo se conoce la realidad? ¿Qué hay allá afuera? ¿El tiempo es irreversible? ¿Es concebible un ser incondicionado, infinito y absoluto? ¿Qué papel ocupa el individuo en lo inconmensurable del universo? Preguntas comunes a la filosofía y a la religión, aunque las respuestas que cada una puede dar sean distintas.
Sebreli nos trae un análisis crítico de la religión, pero no cuestionando la existencia de dioses, sino explicando cómo la religión se ha mancomunado con la guerra, con el nacionalismo, con la política y los ya conocidos resultados de esas fusiones.
Hay quienes afirman que se trata de un verdadero testamento filosófico. Su propuesta es ambiciosa, se muestra incluso indispensable, es crítico.
Habla del miedo a la libertad y la costumbre como tiranía. Propone una revisión histórica de las tradiciones religiosas. Este libro permite ser interpretado como una revisión de la religiosidad, lo sagrado y divino pero no desde la óptica personal del escritor sino pasando por la teología, filosofía, política, ciencia y claro la literatura.
Sabido es que leer textos de este autor puede hacer surgir algún enojo, seguramente dice algo que uno no hubiera querido leer.
El enojo se pasa a segundo plano cuando se logra reconocer que existe en este texto un análisis de los hechos, desde la reflexión de esos conceptos cuestionados.
Cómo si las reflexiones no fuesen suficientes, para finalizar el libro el autor confiesa que lo que dio origen al fue desde algo de autobiografía sobre sus relaciones con un Dios incierto y las religiones, y lo termina con sus pensamientos sobre la muerte e imaginando acerca del después. Reconoce que no será recordado o inmortalizado por sus obras pero si desea alcanzar la categoría definida por Habermas de “un tipo diferente” y su deseo de ser recordado de esa forma.