Futuro, adaptación al cambio

La innovación va cambiando al mundo y cada vez la velocidad con la que lo hace es abrumadoramente mayor. La competencia y las ideas son tan variadas y en tantos campos que a veces no alcanzamos a adaptarnos. Las formas de hacer negocios, de aprender, de comunicarnos, de vender, de comprar, de transportarnos y de tantas cosas más, van dejando empresas rezagadas y otras ya ni siquiera están.

La clave está en la innovación ¿Cuántas veces has escuchado eso?

Aunque son muchos los estudios en relación a este punto, la verdad es que las conclusiones no muestran que el desempeño a nivel de las finanzas de una empresa, esté necesariamente relacionado con el esfuerzo que esta hace en materia de innovación. Por lo menos no en el largo plazo.

 

“No se trata de finanzas, se trata de supervivencia. No es que la innovación haga que las empresas generen más dinero. La realidad es que, si las empresas no usan sus recursos para innovar respondiendo a las nuevas necesidades de sus clientes, los perderán”.

 Lo que siembres hoy es lo que cosecharás mañana; pero si cuando salgas a vender, ya tus clientes   tienen otros modos de comprar y no te has adaptado a ellos, seguramente te quedarás con lo cosechado en las manos.

La innovación es para valientes y los empresarios lo son, solo que después de consolidarse en un mercado, a muchos les cuesta mantener esa pasión inicial y volverse a arriesgar como lo hicieron en sus comienzos.

Las empresas Gacela, llamadas así por el Dr. David Birch del MIT, han sido definidas como empresas de pequeña y mediana dimensión que tienen una alta tasa de crecimiento y representan el 66% de la inversión en innovación.

Estas organizaciones tienen la particularidad de ver a los empleados en un contexto más integral y de mayor bienestar. Además, usan un apalancamiento importante de Redes de Aceleración de Empresas.

Los trabajadores están cambiando la forma en la que prefieren trabajar, demandan más atención a lo que les gusta hacer y eso los hace más eficientes y creativos, propositivos. Por su parte, las empresas que quieran a los mejores, deberán invertir en entrenamiento constante, de lo contrario quedarán en la cola.

Las maneras de hacer negocios son mucho más dinámicas que antes, surgen nuevos productos con los que hay que competir y el juego empresarial cambia de escenario con mayor rapidez.

Las empresas tendrán que innovar para poder mantener y captar nuevos mercados. El internet de las cosas es una de esas grandes influencias.

Si tienes un buen producto, hay otro que lo mejorará y busca abrirse paso.

En la clasificación del Dr. Birch, Uber es una empresa elefante, es muy grande y como elefante moverse es más difícil, más lento. ¿Cómo una gacela podría competir en igualdad de condiciones con un elefante? Pues, Grab, es una compañía de servicios de transporte de pasajeros en Singapur y aunque parezca increíble, no solo compitió con Uber, sino que lo sacó del mercado y además se hizo con sus operaciones en ese país. Como Uber, hace entrega de alimentos y traslados de pasajeros; pero además ofrece servicios financieros y servicios de atención médica digital. Así, luego de alcanzar una facturación de mil millones de dólares en 2018, logró captar 3 mil millones en fondos para expandirse.

¿Qué dice el índice de innovación 2019?

Según el estudio presentado por Bloomberg, el país más innovador del mundo es Corea del Sur. Se consideraron en el estudio 200 países y las fuentes financieras consideradas fueron el FMI, el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, entre otras.

Corea del Sur invierte en Investigación y Desarrollo (ID) unos 70 mil millones de dólares. Eso es un 4,3% de su PIB. ¿Cuál es la percepción que tiene el mundo de ese país? No se trata de finanzas, se trata de supervivencia y por qué no, de un asunto de Branding o imagen de marca país.

A Corea del Sur, le siguen en orden: Alemania, Finlandia con una inversión en I+D del 3.2% del PIB, Suiza e Israel. Estados Unidos y Francia ocupan los puestos 8 y 10 respectivamente.

Latinoamérica

Según el informe del BM titulado: América Latina: Muchas empresas y reducida innovación”, el número de productos nuevos, en este lado del mundo, es muy bajo.

El promedio de inversión en I + D no llega al 0.5 del PIB y aunque muchos de los países de la región han adelantado leyes que favorecen la innovación, la realidad es que, a excepción de Brasil, que coloca un 1.2% de su PIB en ella, al resto le ha costado mucho poder implementar políticas que sean exitosas. El mayor peso en innovación lo tienen la empresa pública por encima de la privada.

En la región, Argentina es el segundo de los países que más invierte con 0.6%, le sigue México con 0.5 y Chile con 0.4%. Es un escenario en el que no hay incentivos que produzcan un cambio de dirección en el corto plazo y ante la caída que se espera para después de la crisis por el COVID 19, los gobiernos, que son los que más invierten en área volcarán sus recursos al subsidio social, dejando de lado el presupuesto para I + D.

El futuro se construye con ladrillos de innovación

¿Cómo es posible ir al futuro sin ella, cuando el país número uno en la lista de los más innovadores y productivos del planeta hicieron todo lo contrario, aumentar la inversión en innovación para superar la crisis?

El texto anterior representa mis ideas y opiniones inspiradas en: Bloomberg, el economista.es, finanzas.com y BBC News.

 

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