La historia de Alex Stephany, el emprendedor amigo de los sin techo

Tal vez el nombre de Alex Stephany no resuene en las primeras planas ni en las pantallas de televisión. También muy probable que no hayas escuchado nada sobre él en Twitter o en Instagram. Pero lo que hace Alex es realmente importante, novedoso e inspirador.

Para empezar, podría decirse que es un emprendedor, pero eso hoy en día significa poco y nada. Digamos mejor que es el fundador y director de Beam, la primera plataforma del mundo dedicada a ayudar a los sin techo.

Con subvenciones de la ciudad de Londres, el proyecto empezó en 2017 y desde entonces cambió la vida de cientos de personas y juntó más de 600.000 libras esterlinas en donaciones. Ese dinero va directamente a los sin techo, es decir gente que duerme en la calle y necesita refugio y capacitación laboral.

A Alex se le ocurrió la idea hace unos años, cuando conoció a un sin techo de nombre Tony en la estación de trenes: “en un momento dado, desapareció durante semanas, y cuando reapareció parecía más viejo: me dijo que había tenido un ataque al corazón y que acababa de salir del hospital”[1]. Esa conexión que sintió con Tony, ese mero contacto diario en la estación, cambió para siempre la vida de Alex.

A partir de entonces, empezó a preguntarse qué podía hacer para ayudar a esa gente que nadie ayuda. Tony nunca había tenido trabajo y no sabía leer ni escribir, por lo que Alex decidió que la mejor idea era ayudarlo a sostenerse por sí mismo. Una tarea difícil, pero no tanto si otros colaboraban.

El resultado fue el concepto de Beam, una organización social conectada con organizaciones benéficas y autoridades locales. El método de trabajo es sencillo y efectivo: un trabajador social de Beam se junta con los indigentes y les habla de los riesgos de su vida actual y de cómo pueden mitigarlos, y también de lo que podrían estar haciendo profesionalmente, basándose en la experiencia y los puntos fuertes del individuo.

Una vez hecho esto, la campaña se pone en marcha, financiada por miles de personas de la comunidad Beam. Se pueden hacer donaciones directamente en la página web y ayudar a financiar las campañas específicas.[2]

Tecnología para el Bien

Una de las características más novedosas de Beam es que cada centavo recaudado en las campañas va directamente al individuo necesitado. No hay gastos de funcionamiento, y los trabajadores sociales cobran un ingreso mínimo. Los donantes pueden optar por apoyar campañas individuales o por repartir el dinero entre múltiples iniciativas, a veces mediante donaciones mensuales.

Alex conoce de la importancia de compartir y de hacerlo de forma ordenada, para que nadie quede afuera. Sus padres, abuelos y bisabuelos estaban involucrados en negocios y obras de caridad, siempre con la actitud de que debían devolver y servir a su comunidad, por lo que él creció con la que idea de que ayudar es necesario y fundamental para el funcionamiento correcto de una sociedad.

Además es un firme creyente del concepto de “Tecnología para el Bien”, un movimiento basado en la idea de que la nueva tecnología puede ser usada con propósitos sociales.  

Los comienzos del viaje de Alex

Su aventura empresarial no fue nada sencilla. Tras obtener el título de abogado, el primer trabajo que tuvo fue en una gran empresa internacional, pero pronto descubrió que era más un hombre de acción que un asesor de abogados.

Aún siendo un graduado reciente, Alex se involucró en varios proyectos hasta que consiguió un trabajo como director de operaciones en la empresa tecnológica ParkatmyHouse, una compañía emergente con pocos y dedicados empleados.

Pero esa no fue su única experiencia formativa. Antes de la puesta en marcha de Beam, se le pidió a Alex que escribiera un libro sobre economía, que terminó por llamarse The Business of Sharing, publicado en 2015. Se trata de un compilado de entrevistas a empresarios, entre ellos los fundadores de Airbnb y Zipcar, que le sirvió a Alex para descubrir las potencialidades de las plataformas online.

Más allá de Londres

Después de haber pasado los últimos años construyendo Beam, su nuevo desafío es conseguir que más individuos o empresas de alto valor apoyen el concepto, lo que ayudaría a Alex a lograr su plan de expansión a otras ciudades más allá de Londres. En la actualidad la mayoría de los donantes son grandes empresarios ingleses, pero la organización cree que puede llegar a mucha más gente, por ejemplo trabajadores de ingresos medios que hagan pequeñas donaciones.

A pesar de que Beam ocupa la mayor parte de su tiempo y energía, Alex encuentra tiempo para dedicarse a tocar la guitarra y practica yoga. Sin embargo tiene en claro que su vocación es ayudar a los sin techo con tecnologías innovadoras. “Puedes contar la historia de tu vida al revés y así darte cuenta de que las cosas tienen mucho más sentido; el hecho de conocer las finanzas, de tener una historia familiar con impacto social y trabajo comunitario, el hecho de haber vivido siempre en Londres, sumado a mi preocupación por la falta de vivienda y mi libro sobre modelos de colaboración…. todas estas cosas eran los ingredientes necesarios para formar Beam”, dice.

En definitiva, Beam es un gran ejemplo del uso de la tecnología para el bien común. Es un proyecto pequeño que no para de crecer y que ya ha ayudado a cientos de personas sin techo. 


El texto anterior representa mis ideas y opiniones inspiradas en:

[1] https://www.escapethecity.org/2020/01/07/5-minutes-alex-stephany-founder-beam/

[2] https://beam.org/how-it-works

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