Toma de decisiones y tecnología

Un dato es como conseguir un poco de oro en un río, una base de datos es como seguir la pista al río y descubrir la mina de oro y manejar información de calidad es tener el poder del oro procesado en tus manos.

 

Cuando una empresa tiene información confiable, manejable y oportuna, es capaz de aprovechar las potencialidades de un mercado porque se cuenta con el insumo fundamental para tomar una decisión. No importa el área de negocio, si es marketing, economía, ciencia o el ámbito de la vida, el éxito o el fracaso de cualquier acción pasa por la toma de buenas decesiones.

Entre la razón y la emoción

Si los estudiosos de la neurociencia estiman que solo el 15% de esas decisiones son conscientes, significa que el 85% de la información que se maneja se desaprovecha ¿Por qué sucede esto?

Para quienes han trabajado cerca de los círculos donde se toman decisiones claves para las empresas, sobre todo si son pequeñas o medianas y además familiares, seguramente es sabido que después de escucharse cada argumento, sustentado en información de calidad y hecho por especialistas en una reunión de junta directiva, se toman muchas decisiones en base a la percepción del o los ejecutivos encargados de tomarla, más que a la información que se tiene a mano.

Entra en juego lo que está en el subconsciente de los decisores y eso tiene un peso muy superior a la tan costosa y difícil tarea de conseguir información de calidad.

 

“Según un reciente estudio de EAE Business School, las empresas familiares producen entre el 70 y 90% del Producto Interno Bruto del Mundo. Emplean entre el 50 y 80% de la fuerza laboral del planeta. En un país europeo como Italia el 90% del PIB es generado por empresas familiares. Por su parte en EEUU tienen un peso del 63% sobre el PIB. En Latinoamérica conforman el 90% de las empresas de la región”

 Visto el importante papel de la empresa familiar en el mundo, es de suponer que es un modelo muy eficiente; pero la verdad es que la elevada competencia, está haciendo que las métricas y sus análisis están produciendo cambios que desconciertan a quienes siguen pensando en el modelo tradicional de hacer negocios.

 

“Las empresas familiares están 19% por encima que el resto y su capitalización en los mercados es 10% mayor. También tiene una tasa de crecimiento más alta, dado que el 55% de ellas crece más rápido”

 Aunque las cifras favorecen a las empresas familiares, es más por un asunto de volumen que por uno de eficiencia. ¿Cómo es que los estrategas de marketing han orientado grandes esfuerzos a la neurociencia para entender más a las personas y sus empresas no usan la información que obtienen para ellos mismos?

Si conocen que, para la toma de decisiones, los consumidores compran más por lo que hay en su subconsciente que por lo que hay en su consciente y por esa razón cometen tantos errores y pierden tanto dinero. Entonces cómo no entender que, si las decisiones de sus empresas se toman bajo esas mismas premisas, los resultados tienen una alta probabilidad de ser iguales; es decir, pueden perder muchos recursos e incluso llegar a desaparecer.

¿Las decisiones se toman en base a la información de calidad que se tiene o en función de buscar una justificación para tomar una acción que el decisor quiere llevar adelante?

Se toman decisiones en cada momento, si respondes o no el teléfono, si vas a almorzar a la 1 pm. o a las 2, si llamarás al cliente antes o luego de comer, etc. ¿Cuántas veces analizas si haces lo que es más conveniente en base a la información que tienes o si solo buscas justificar lo que quieres hacer?

Sin duda con la alta competitividad actual justificar lo que quieres hacer te llevará a la banca rota, a menos que tengas mucha suerte. Lo que es obligado a hacer es atender a la información de la que dispones.

Una buena decisión no es cuestión de suerte.

La habilidad para tomar decisiones acertadas tiene más que ver con la elección de la alternativa que tenga más posibilidades de ser ganadora. Se puede cumplir con el proceso de toma de decisiones y eso no garantiza más que definir bien el problema, recolectar la información necesaria para solucionarlo, analizar la información, generar las opciones para actuar y solucionar el problema y finalmente elegir la mejor opción.

Hacer la mejor elección no debe depender del feeling o de la intuición que se produzca luego de cumplir el proceso indicado arriba, debe responder a la acción más prometedor. Claro que ya el gerente y el equipo le pondrán su toque de magia, creativo para identificarse y poder impulsar la solución con toda su fuerza.

En esta era tan competitiva una acción equivocada, fuera de tiempo, puede sacar a una empresa del juego.

La gran aliada

La Inteligencia Artificial (IA), es una excelente herramienta para poder hacer mejores elecciones de productos, de mercados, de precios, de medios para promocionar al negocio, para fidelizar clientes, para mejorar procesos y más.

Para ilustrarlo de una manera, el Deep learning y Machine learning han llevado la IA a lo que es hoy. Con algoritmos, organizando datos y reconociendo patrones los computadores aprenden usando conexiones que simulan el funcionamiento del cerebro. Así un banco realiza una impresionante cantidad de operaciones en un día y esos datos comienzan a ser organizados para producir patrones de comportamiento y cuando surge un patrón sospechoso se acciona una alerta.

Pero es solo una alerta, el sistema no toma una acción para resolver la situación, para eso está el humano, quién tomará la decisión de cuál acción ejecutará. Imagine por un momento que el empleado decida no actuar, ¿Para qué habrá servido el proceso?, ¿Para qué habrá servido gastar en una herramienta de IA si no la vas a considerar? Es momento de decidir qué camino es el correcto a tomar para enfrentar la ferocidad del mercado actual.

 

El texto anterior expresa mis ideas y opiniones

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