Que la incertidumbre no nos paralice

Nathan Furr, en su artículo “No dejes que la incertidumbre te paralice”, introduce el término “incertidumbre infructuosa”. Muchas personas hoy en día, cuando ya no sólo piensan, sino que también viven los cambios diarios que ocurren en sus trabajos, en su familia, en su entorno cercano y también global, caen en un estado de parálisis. La in-acción se manifiesta como un símbolo tangible de los miedos y ansiedades que se acumulan por dentro.  Sin embargo, existen quienes reaccionan de forma totalmente opuesta: se mueven de forma excelente en formatos de incertidumbre, e inclusive encuentran visiones positivas en medio del “caos”. ¿Cómo es esto posible?

Furr realizó un estudio donde incluyó perfiles variados, desde emprendedores y CEOs hasta jugadores compulsivos y surfistas, y descubrió algunas particularidades en cómo estas personas navegan a través de tiempos difíciles y, en muchos casos, llegan a descubrir y explotar su potencial que hasta el momento se encontraba escondido dentro de ellos. “La capacidad de la incertidumbre”, como la llama el autor, tiene que ver con hábitos, y nos comparte tres de ellos.

  1. Abrir los ojos a todas las opciones en el presente y en el futuro

Aquí la clave es no caer en una visión desesperante de las situaciones inmediatas, una visión que nos impida ver más allá o siquiera imaginar un futuro distinto. Cuando la visión se afirma y fuerza a reafirmarse en el “status quo” que conocemos, esa zona de confort creada durante años, que nos genera una sensación de estabilidad y certeza – perdemos la capacidad de ver más allá, de ver el panorama completo. Nuestra intranquilidad nos lleva a apurar decisiones, a dejar de lado oportunidades, porque pensamos que abrirnos a un futuro incierto nos va a privar de aquellas cosas que están relacionadas con nuestro pasado. A esto los psicólogos lo llaman “Deprivación relativa”, y se basa en la idea de que las personas debido a su apego con las cuestiones del pasado, al mirar hacia nuevos horizontes, nuevos entornos sociales, grupos, relaciones, sienten que la composición de su identidad social se ve afectada.

De acuerdo con Furr, si “logramos recordar que hay un contexto mucho más amplio del que inicialmente habíamos pensado, lleno de más posibilidades de las que habíamos visualizado, somos más proclives a encontrar resultados óptimos”

  1. Pensar en términos de probabilidades y no en resultados binarios

Cuando nos encontramos en situaciones de incertidumbre extrema, muchos tenemos la tendencia a también llevar nuestros pensamientos a extremos. En cambio, como hacen por ejemplo los emprendedores, pensar en probabilidades ayuda a controlar la ansiedad que generan las opciones extremas. Aprender a pensar no en tan sólo el mejor o peor escenario, sino en planificar para entender las distintas variables que las distintas posibilidades pueden traer es otra de las prácticas a incorporar para evitar paralizarnos ante lo desconocido.

  1. Recordar que las posibilidades siempre existen

Cuando aparece la palabra “posibilidades” en cualquier tipo de discusión, no podemos evitar pensar en que es una palabra directamente relacionada a cuestiones de privilegio. El hecho de tener posibilidades está institucionalizado con la idea de que sólo existen en un cierto contexto, para ciertas personas y que no es algo que pueda ser experimentado por todos, mucho menos sugerido como estrategia de regeneración de la confianza en uno mismo para evitar paralizarnos. Es una cuestión debatible y, cuando miramos el mundo real, nos parece acertada la idea de que las posibilidades no siempre existen para todos. Furr trae como ejemplo los textos de Víctor Frankl, donde relata sus años en los campos de concentración nazi y remarca la importancia crítica que la idea de que la vida de los prisioneros tenía sentido aún en medio de su sufrimiento era para su supervivencia. Fue Frankl quien escribió que “todo puede ser quitado de una persona excepto una cosa, la última de las libertades humanas – elegir la actitud propia dentro de las circunstancias que se viven, elegir la manera de uno”. Si bien es muy difícil de imaginar que estas palabras pudieran ser un hecho palpable en medio del horror del holocausto, el mensaje subyacente nos recuerda que las posibilidades sí existen en cualquier circunstancia, las posibilidades de ejercitar la forma en la cual enfrentaremos nuestra realidad para encontrar nuestra manera de caminar por la misma.

El texto anterior representa mis ideas y opiniones inspiradas en https://hbr.org/2020/04/dont-let-uncertainty-paralyze-you.

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