Atrévete a no gustar, Ichiro Kishimi y Fumitake Koga

Este libro está relacionado con Alfred Adler, de quienes sus autores Ichiro Kishimi y Fumitake Koga nos comparten su filosofía en forma de diálogo entre un viejo filósofo y un joven.

Alfred Adler encontró la belleza que significa “ser beneficioso para la comunidad”, sabernos útiles para alguien y darnos cuenta de nuestro valor como seres humanos. De entender la necesidad de no hablar “en absolutos”; de no generalizar, de no decir nunca más “todos”. De aprender más sobre las relaciones: A no sustentarlas sobre la base de la seguridad incondicional “del otro”.

Vemos que en la vida, da igual con lo que nacemos, lo importante es lo que hacemos con ello.

“…para forjar relaciones interpersonales de calidad hace falta tener cierta distancia. Las personas que se acercan demasiado acaban por no poder ni hablarse, pero estar demasiado alejado tampoco es bueno”

Atreverse a ser feliz incluye atreverse a no gustar. Una vez que has reunido ese valor… tus relaciones se transforman. Te liberan de toda carga.

En la vida, nos falta valor. Todo es cuestión de atreverse.

Tener el valor de:

  • Ser normal
  • Mirar a los demás en horizontal, ni hacia arriba, ni hacia abajo
  • Hacerse cargo solo de lo propio y poner límites sin que por ello las relaciones se resientan
  • Considerar a los otros como camaradas y no como enemigos.
  • Desarrollar el sentimiento de comunidad

 

“Mientras vivas de esa manera, en el reino de las posibilidades de los “si pudiera ser como Y”, no es más que una excusa de no cambiar”. Los autores utilizan varias frases en este diálogo entre el maestro y el joven, que son “pastillas difíciles” de digerir. Pero es justamente a través de estas frases, de estas verdades sabidas y, hasta por momento quizás sonando cliché, que nos da un sacudón y nos deja pensando. Una vez más pensando en esas cosas que ya sabemos, pero que aún seguimos sin poder darle aplicabilidad en nuestras vidas.

 

“El sentimiento de inferioridad es algo que todos experimentamos en un momento u otro, pero permanecer en este estado es demasiado abrumador y es imposible soportarlo eternamente”

 

“…la vida no es una competición. Basta con seguir avanzando, sin necesidad de competir con nadie. Y, por supuesto, sin necesidad de compararse con los demás”

 

“…todos somos distintos. Género, edad, conocimientos, experiencia, aspecto físico… No hay dos personas iguales. ¿Por qué no reconocer de un modo positivo que los demás son diferentes a nosotros? Todos somos distintos. Pero no hay que confundir ser distinto con ser mejor o peor o superior o inferior”

 

Parte de la idea de que la felicidad solo puede ser posible si dejamos de tener miedo al rechazo. Aceptando que no es posible darles gusto a todas las personas y que es imposible no salir lastimado en nuestras relaciones.

El libro aborda el sentimiento de inferioridad, una de las teorías más importantes de Adler, que no lo entendía como destructivo y sí como una motivación para ser mejor. La búsqueda de la superioridad, agrega, es para escapar del sentimiento de impotencia.

Esa búsqueda sobre quiénes queremos ser puede hacerse con placer y tranquilidad o con dolor y angustia. Quien siempre piensa que aún no alcanza a ser lo suficientemente bueno o que debe llevar sus capacidades al siguiente nivel, puede no solo querer ser mejor sino terminar permanentemente insatisfecho.

Adler afirma que el cambio solo es para aquellos que son valientes, además dice que a menudo buscamos culpables de lo que no hemos alcanzado. Hay quien encuentra defectos en todas las personas para no verse a sí mismos.

Las tareas vitales para Adler son el trabajo, la amistad y el amor; Kishimi afirma que es posible hacer bien el trabajo aunque se tenga un jefe horrible, liberándonos de la necesidad de que nuestro trabajo o nosotros seamos reconocidos, necesidad que surge de nuestra educación bajo el sistema de recompensas.

Sugiere que deberíamos tener pocos amigos, y cuando elegimos estar en una relación amorosa esta no debe ser restrictiva, por el contrario debe alimentarse de la confianza en el otro y en uno mismo.

 

En este escrito expreso mis ideas y opiniones inspiradas en la obra Atrévete a no gustar de Ichiro Kishimi y Fumitake Koga

 

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