La quietud es la clave nos hace reflexionar sobre quedarnos en plena quietud y nos muestra su importancia. La capacidad de pensar con claridad, evitar distracciones, conquistar impulsos y encontrar la felicidad. Valiéndose de la sabiduría de los mayores filósofos de la historia y los hábitos de algunos de los mejores atletas, líderes y artistas del mundo, nos muestra cómo lograr la quietud es una forma poderosa de encontrar satisfacción y éxito en la vida.

¿Hacia quienes se dirige el libro?

• Personas agotadas que buscan escapar de la distracción constante de la vida moderna
• Personas ocupadas que necesitan más equilibrio, calma y concentración.
• Gente apurada que quiere reducir la velocidad

Partiendo de las preguntas: ¿Cuándo fue la última vez que paraste por un momento? ¿Dejaste tus dispositivos, ignoraste tus notificaciones y pasaste un momento tranquilo? ¿Estuviste presente y reflexivo?

El mundo contemporáneo es para todos más rápido de lo que muchos pueden controlar, para cualquiera resulta difícil estar quieto. Pero tanto los pensadores cómo los grandes líderes de la historia han reconocido que la quietud resulta una de sus armas secretas. La quietud nos brinda momentos de gran claridad y creatividad, nos ayuda a triunfar sobre nuestro temperamento y crea el espacio para apreciar y poder regocijarnos en el placer de la vida.

Hoy en día, el estar permanentemente “atado” a un dispositivo móvil interactivo no nos deja instantes de introspección, muchas veces intercambiamos la tranquilidad de estar sentados tomando un té o un café leyendo un buen libro “de verdad”, no digital; por jugar con alguna app. rápida, colorida y ruidosa en nuestros teléfonos, o por seguir haciendo scroll en las líneas de tiempo de nuestras redes sociales, o por querer documentar con fotos o videos todo lo que hacemos en cada instante. Cada instante se convierte en todos los instantes, y así quedamos sin un espacio propio donde estemos sólo con nosotros mismos, donde podamos pensar y planear, imaginar y crear.

La idea de quietud no se trata de inactividad, sino de momentos poderosos que pueden llegar a cambiar nuestras vidas. Cualquiera puede aprender a estar quieto, incluso mientras el mundo gira a su alrededor. La quietud no es solamente el sentarse y no hacer nada, la quietud es el estar en una habitación con gente, en una reunión donde las conversaciones se tornan acaloradas, en un grupo de amigos donde compartimos una cena, o en cualquier otro lugar donde nos movemos; y tener la capacidad de “abstraernos” por un momento, de bajar una burbuja que nos envuelve y nos protege, donde hay silencio y donde escuchamos nuestros pensamientos. Donde nuestra voz interior puede expresarse y nos ayuda a diseñar las mejores respuestas, ideas, sugerencias, etc.

Cuando nuestro ambiente externo es incierto, rápido y muchas veces brutal y despiadado, es nuestra elección el encontrar espacio dentro de nosotros para procesar nuestros pensamientos sin que éstos se vean afectados por la situación externa, sin reaccionar a los estímulos sino accionando sobre lo que sí podemos hacer, que es reflexionar, en quietud, sobre nuestra actitud- sobre cómo vamos a continuar navegando estos escenarios desde una posición de tranquilidad interna.

Los pensadores del budismo zen lo llamaron paz interior, una característica esencial para samuráis y monjes por igual. Los estoicos y epicúreos lo bautizaron como ataraxia, un bastión contra las pasiones de la multitud, indispensable para el liderazgo y la búsqueda de la verdad. Ryan Holiday lo llama quietud: la capacidad para mantener la estabilidad mientras el mundo gira, caóticamente, a nuestro alrededor. La quietud es la clave describe un camino para alcanzar ese estado a través del cuerpo, la mente y el espíritu. 

En este escrito expreso mis ideas y opiniones inspiradas en la obra La quietud es la clave de Ryan Holiday