La influencia de la tecnología de las artes visuales

Como en todos los órdenes de la vida, la utilización de la tecnología ha encontrado la manera de introducirse en los procesos creativos del arte. Más aún, ha evolucionado hasta el punto de reemplazar a artistas por dispositivos “inteligentes” que generan piezas únicas las cuales son veneradas por los amantes del arte futurista. Para algunos, no otorgan más que otro medio para canalizar sus expresiones artísticas, mientras que para otros no hacen otra cosa que degenerar un proceso sagrado que debe ser realizado exclusivamente por métodos tradicionales. ¿Los artistas más influyentes del futuro serán simplemente aquellos que logren manejar mejor las nuevas y sofisticadas técnicas para la creación de sus obras? Quizás lo mejor sería interpretar el uso de la tecnología dentro del universo artístico como lo que realmente es: una herramienta.

 

Es innegable la influencia de la tecnología en todos y cada uno de los aspectos que les dan vida a las sociedades modernas. Cada proceso que en el pasado estuvo gobernado exclusivamente por medios manuales y físicos, hoy se encuentra automatizado con poca o ninguna intervención del hombre. Y, en este sentido, el arte no es una excepción.

 

La necesidad de expresarse por medio del arte visual es tan antigua como la existencia misma del ser humano, encontrándose ejemplos de ellos en prehistóricas cavernas y en todas y cada una de las civilizaciones conocidas hasta la actualidad. Puede discutirse si el uso actual de las nuevas tecnologías hubiera permitido que las obras de arte más veneradas de la historia hayan sido sido creadas tal como las conocemos o si la era digital en definitiva le quita al artista esa conexión física y fundamental con su obra. Lo cierto es que la tecnología no necesariamente depreda a las formas clásicas de la creación artística, sino que se complementa con ellas y hasta expande sus horizontes.

 

Tomemos por ejemplo los rayos láser. Esta es una tecnología que, artísticamente hablando, crea ambientes y figuras que generan determinados tipos de sensaciones en los espectadores. ¿Acaso esa no es una definición válida del concepto de “arte”? Inclusive, con esta tecnología se abren planos de interacción que superan cualquier medio artístico del pasado, permitiendo a los usuarios crear sus propios espectáculos visuales que cambian de formas y colores de acuerdo a cómo interactúan entre ellos. Ese fue el concepto que Usman Haque, fundador del colectivo artístico Umbrellion, puso a disposición del público en su exhibición londinense del año 2014 llamada “Assemblance”.

 

¿Podrán las máquinas del futuro crear obras de arte que sean expresivamente tan relevantes como las que realizan los seres humanos? El viejo anhelo de otorgarles a sistemas computarizados la capacidad de “pensar” o de expresar emociones propias de los seres humanos actualmente cobra cada vez mayor protagonismo. Es sabido que la ciencia viene trabajando desde hace años en la creación de computadoras y robots que, por medio de la Inteligencia Artificial, consiguen resolver problemas y aprender sobre la marcha. Esta capacidad de emular los procesos cognitivos del ser humano ya dieron sus primeros pasos en el mundo del arte.

Vertwalker es un artista que en 2014 realizó una exhibición muy particular en una galería de Berlín. ¿Vertwalker suena como el apellido de un artista alemán? Claro que sí, aunque se trata de uno bastante particular. Sucede que Vertwalker es un pequeño robot que, armado con un dispositivo el cual “dispara” pintura de distintos colores, trepa una pared para crear sus propias obras de arte. Mediante el uso de un software interno, este ingenioso “artista” redibuja sus creaciones diariamente, por lo que el espectador nunca visualizará la misma obra de arte dos días seguidos. Según las palabras de su creador, Michael Haas: “El proceso de creación es idealmente infinito”. Eso, por supuesto, es así hasta que, luego de dos o tres horas, al pobre Vertwalker se le acaba la batería…

 

Una cuestión que amenaza al nuevo arte digital es precisamente su frágil condición de hallarse, en muchos casos, exclusivamente en el plano virtual. En tiempos en que no existe manera de asegurar la protección total de nada que se halle dentro de los confines de la Internet, la obra de los artistas digitales se encuentra más vulnerable que nunca. Ataques perpetrados por hackers maliciosos que alteran o destruyan cualquier registro disponible de un artista virtual coloca a sus obras en una posición muy desfavorable. Esta es una cuestión a la que los tradicionales artistas de las artes visuales primitivas nunca estarán sujetos a padecer, manteniendo obras que trascienden el paso del tiempo prácticamente inalterables. Ningún ataque en el ciberespacio podrá jamás borrarle la sonrisa que desde hace siglos esboza serenamente la Gioconda de Leonardo Da Vinci…

 

No caben dudas de que la tecnología ha creado un medio invaluable a la hora de conectar a los artistas con su público. El feedback que un artista obtiene al interactuar con personas y otros colegas por medio de las redes sociales es algo que tiende nuevos puentes de opinión los cuales suman a la experiencia total de cada obra. El artista ya no observa a los silenciosos individuos que contemplan su obra en una galería, preguntándose cuál debe ser su opinión de ella. Gracias a la conectividad de la Internet, tanto el artista como su público se retroalimentan con comentarios que buscan descifrar y expresar los sentimientos que cada obra de arte despierta en ellos.

 

Varias cuestiones que surgen ante las innumerables herramientas digitales que poseen los artistas del nuevo milenio es si esta masiva cantidad de opciones es positiva para su obra. ¿Esto potencia su arte o lo vuelve menos relevante? ¿Un individuo que diseña una figura en un programa de computadora y le da forma física con una impresora 3D puede ser llamado un escultor? Muchos artistas que fervorosamente defienden las técnicas tradicionales piensan que una obra de arte requiere de esfuerzo y de sacrificio para poder ser considerada como tal. Es indudable que, cuando se pierde el contacto físico directo, la experiencia artística entra en nuevos territorios.

 

Gracias a la tecnología, tours virtuales por museos y galerías de arte han posibilitado a miles de personas encontrarse frente a frente a obras que, por motivos económicos o logísticos, jamás podrían “presenciar” en directo. Teniendo en cuenta el argumento de que este tipo de visitas digitales nunca serán equiparables a encontrarse físicamente frente a la obra original de un artista, será sólo cuestión de tiempo hasta que la tecnología avance lo suficiente para que el individuo no distinga una realidad de la otra. La calidad y sensación de inmersión que está alcanzando la Realidad Virtual ofrece experiencias que realmente engañan los sentidos hasta los límites de nuestra percepción. Basta con observar las reacciones de las personas que se colocan un casco de RV y juegan a los últimos títulos de terror de la industria de los video juegos para darnos cuenta del nivel de fidelidad de esta tecnología.

 

Como comentario final podemos argumentar que, si consideramos al arte como una forma de expresión, el medio y las herramientas que se utilicen para su creación son irrelevantes. De lo contrario, sólo se podría considerar como verdadero arte a las pinturas rupestres que adornan las cavernas de la prehistoria. En este sentido, la inclusión de los nuevos métodos digitales y de la Inteligencia Artificial en los procesos artísticos serán cada vez más comunes en un futuro cercano, revolucionando así la capacidad del ser humano por expresarse y maravillarse dentro del inagotable universo del arte.

 

 

En este escrito expreso mis ideas y opiniones inspiradas en
Sartorial Art: Visual Arts’ Changes through Technology. (http://www.sartorialart.com/visual-arts-changes-through-technology.html)
Midan Masr: The Impact Of Digital Technology On Art And Artists. (http://www.midanmasr.com/en/article.aspx?articleID=200)
Pew Research Center: Overall Impact of Technology on the Arts. (https://www.pewresearch.org/internet/2013/01/04/section-6-overall-impact-of-technology-on-the-arts/)
Smithsonian Mag: 7 Ways Technology is Changing How Art is Made. (https://www.smithsonianmag.com/arts-culture/7-ways-technology-is-changing-how-art-is-made-180952472/)
Medium: How technology is changing Visual arts. (https://medium.com/@artcourses/how-technology-is-changing-visual-arts-fde2f15a8059)

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