
Chernóbil: a 34 años del accidente nuclear
Con la aparición de la miniserie “Chernóbil” en el 2019 (producida por HBO y Sky) que dramatizaron de manera vívida el desastre nuclear, se revivió parte de una ciudad que quedó paralizada en los años 80 debido a los trágicos sucesos ocurridos en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, en la ciudad de Prípiat el 26 de abril de 1986. En sólo 5 capítulos, el espectador ve de cerca y con suspenso, parte de los acontecimientos más graves de la historia. Los alrededores de la central nuclear quedaron desolados, radiactivos, congelados en el tiempo y sumidos en el abandono de miles de habitantes que fueron evacuados en esa sucedida época. La miniserie lo relata y nos recuerda aquellos hechos.
La central nuclear de Chernóbil, se encuentra en Ucrania, en aquellos momentos perteneciente a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, a 3 km de la ciudad de Prípiat, a 18 km de la ciudad de Chernóbil y a 110 km al norte de la capital de Ucrania, Kiev. Para la fecha, la planta tenía cuatro reactores RBMK-1000, que es donde se producen las reacciones nucleares en cadena controlada, con una capacidad para producir 1000 MW cada uno.
Si bien algunos personajes, como la física Ulana Khomyuk, no son reales, la mayoría de historias narradas en la serie son totalmente verídicas.
El accidente ocurrido en abril de 1986 en la central nuclear Chernóbil, es considerado el peor accidente nuclear y uno de los desastres medioambientales más grande de la historia. Y aunque las causas son objeto de controversia hasta los momentos, la serie “Chernóbil” ha dado un abrebocas y ciertas ideas en cuanto al desarrollo de los hechos y los secretos del Estado con respecto a la gravedad del asunto en aquellos momentos, porque al parecer, no se lo tomaron tan en serio.
La miniserie se basa en gran parte en los recuerdos locales de Prípiat, contados por la ganadora del Premio Nobel bielorruso Svetlana Aleksiévich en su libro Voces de Chernóbil.
Relatado por la serie, desde el día anterior al suceso, se venían realizando unas pruebas que requerían reducir la potencia en uno de los reactores de la central nuclear, durante la cual se produjeron una serie de desequilibrios en el reactor 4. Estos desequilibrios desembocaron en el sobrecalentamiento descontrolado del núcleo del reactor nuclear y en una o dos explosiones sucesivas, seguidas de un incendio generalizado. Las explosiones volaron la tapa del reactor de 1200 toneladas y expulsaron grandes cantidades de materiales radiactivos a la atmósfera, formando una nube radiactiva que se extendió por Europa, Asia y América del Norte.
Los materiales radiactivos y/o tóxicos expulsados, se estimó que fue unas 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causando la muerte de 31 personas en las siguientes dos semanas y llevó al Gobierno de la Unión Soviética a la evacuación de urgencia de 116.000 personas, provocando una alarma internacional al detectarse radiactividad en al menos 13 países de Europa central y oriental.
El desarrollo de la serie ocurre en 5 capítulos impactantes que atrapan al espectador, logrando llamar su atención en cada escena, cada personaje y cada suceso, sin embargo, esta serie tiene muchas curiosidades que aumentarán tu interés si no la has visto y te serán interesantes si ya la viste.
- Las abuelas que no quisieron marcharse: en una parte de la serie aparece una escena de un soldado queriendo llevarse a una anciana que está ordeñando una vaca, por órdenes de evacuación mientras ella se niega a tal hecho. Esta mujer es un retrato del centenar de personas, que decidieron volver a la zona de exclusión después de ser evacuadas. Hoy son conocidas como las “babushkas (abuelas) de Chernobyl”, siguen viviendo de lo que da el campo, sin importarles la radiactividad que pueda contener. En su momento aseguraron que habían sobrevivido ya a muchas penurias y que lo que pudiera entrañar lo sucedido en la central nuclear no las asustaba.
- Peligros radiactivos al asecho: el yodo-131, el estroncio-90 y el cesio-137 fueron los tres principales isótopos radiactivos expulsados en el desastre. El primero es uno de los más peligrosos, pues se acumula rápidamente en la glándula tiroides, de ahí la gran incidencia de tumores en esta zona que se produjeron después del accidente. Por esta razón la física Ulana Khomyuk proporciona pastillas a base de este elemento, porque tanto el yodo estable como el radiactivo son absorbidos por la glándula tiroides, sin hacer distinciones. Por eso, si previamente se ha consumido el estable será más difícil que absorba el radiactivo, que posee una vida media de ocho días. Caso diferente es el del estroncio-90 y el cesio-137, ya que sus vidas medias son de 28 y 30 años respectivamente. El primero se comporta de un modo similar al calcio, por lo que se incorpora fácilmente a los huesos y los dientes. En cambio, el segundo sigue la química del potasio, por lo que pasa principalmente a la sangre, convirtiéndose perjudicial para la salud.
- Bosque colorido: luego de la explosión, muchos de los árboles de los bosques cercanos a la central nuclear se tornaron a un color amarillento y rojizo, a causa de la muerte de los tejidos que absorbieron la radiación. Poco después, los liquidadores acudieron a esta zona, que había comenzado a ser conocida como bosque rojo, los talaron y los enterraron en zanjas muy profundas, con una cubierta gruesa de arena, sobre la que se sembraron nuevos árboles más jóvenes.
- Aves resistentes a la radiación: en el año 2014, un equipo internacional de científicos descubrió que algunas especies había sobrevivido a la radiación y se adaptaron a ella, como el ave picogordo. Estas pequeñas aves generaban una mayor cantidad de glutatión, un antioxidante que ayuda a reparar los daños producidos en el ADN y que en cantidades normales no es capaz de responder a una dosis muy elevada de radiación, como les ocurrió a los bomberos y trabajadores que estuvieron expuestos durante las primeras horas después del accidente.
- Parque fantasma: en la mayoría de las imágenes de Chernóbil, te darás cuenta que hay un parte que atracciones abandonado con carritos chocones y al menos una rueda de la fortuna en ruinas. Todos ellos pertenecen al parque de atracciones de Prípiat, cuya inauguración estaba prevista para el 1 de mayo de 1986, cuatro días después de la explosión. Por lo que, nunca llegó a abrir sus puertas.
Sin duda la serie fue un impulsor en la historia enterrada de esta ciudad y de este desastre nuclear, teniendo una receptividad increíble a nivel mundial. Tanto así que el turismo a Chernóbil se disparó un 40% por el éxito de la serie de HBO ¡Vaya riesgo! Y las nominaciones en la 71.ª edición de los Premios Primetime Emmy no se pueden dejar atrás, ya que esta miniserie ganó la categoría de Serie limitada excepcional, Dirección excepcional y Guion excepcional.
En este escrito expreso mis ideas y opiniones inspiradas en
https://www.viajesyfotografia.com/blog/fotografias-prohibidas-chernobil/