
Artistas de la historia: Leonardo Da Vinci
¿Qué pasa por nuestras cabezas cuando hablamos de los mejores, más influyentes o importantes artistas de nuestro tiempo? ¿qué significa en realidad? ¿Qué hace que alguien pueda entrar en ese grupo selecto? ¿Ingenio o innovación? ¿Trabajo duro o perseverancia? En la historia del arte, hay muchos pintores increíbles, pero hay algunos que simplemente destacan sobre el resto y han creado un legado que ha trascendido el tiempo.
Entonces, ¿quiénes son los mejores pintores de todos los tiempos? Además de su destreza técnica, todos estos artistas hicieron contribuciones importantes que cambiaron la cultura occidental. Muchos de estos pintores fueron considerados vanguardistas, ya que desafiaron los límites e hicieron innovaciones sorprendentes. La mayoría fueron considerados genios durante sus vidas y disfrutaron de la gloria del éxito, aunque otros no recibieron reconocimiento hasta muchos años después de su muerte.
Para ser considerado uno de los pintores más importantes de toda la historia, se necesita una combinación especial de destreza técnica, creatividad sin igual y determinación. Juntos, estos atributos producen obras sobresalientes que siguen sorprendiendo y emocionando cientos de años después de su creación.
Esta vez hablaremos sobre Leonardo Da Vinci, pintor históricamente conocido y sin lugar a dudas un artista que sobrepasó las fronteras del pensamiento en su tiempo. Sin lugar a dudas uno de los más grandes artistas en la historia de la humanidad.
Leonardo nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo de una campesina y un notario, que tendría 11 hijos (todos varones) en total. Su insaciable curiosidad se manifestó de niño. Cuenta la leyenda que a temprana edad ya dibujaba animales mitológicos, híbridos entre realidad y fantasía y que un día, su padre entró a la casa y se asustó al ver una medusa con serpientes en la cabeza. Era un dibujo.
Leonardo perfeccionó su talento en el taller de Verrocchio, una de las principales escuelas de pintura y escultura de Florencia. Allí estudia diversas técnicas artísticas, pero también principios de mecánica, cálculo, metalurgia y carpintería. Su excepcional talento se destaca desde el comienzo. Según una leyenda que cuenta Giorgio Vasari en su famoso libro Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos (1550), Verocchio abandonó una pintura en la que Da Vinci estaba colaborando cuando se sintió superado por la maestría de su discípulo. Luego de pasar por la escuela de Verocchio, Da Vinci se interesó en una nueva técnica llegada de los Países Bajos: la pintura al óleo. Con ella innovó en composición y claroscuro.
Leonardo es considerado como el arquetipo del “Hombre del renacimiento” debido a sus intereses en los más amplios campos del saber humano, como el arte, la ciencia, la música, la mecánica, la guerra, la política, la filosofía y cualquier otro saber considerado importante en la época. Fue pintor, escultor, escritor, arquitecto, filósofo y científico. Su obra marcó un antes y un después en la forma de concebir el mundo y la vida en general.
La mayor parte de las pinturas y demás obras de Leonardo da Vinci quedaron incompletas. No resulta extraño si tenemos en cuenta que además de pintor era escultor, arquitecto y científico. Aunque su carrera artística no fue tan prolífica, se le conocen apenas algo más de 25 óleos en total, Leonardo da Vinci es sin dudas uno de los artistas más influyentes de la historia del arte occidental, como muestran las múltiples reversiones que existen de sus obras más conocidas.
Su obsesión por imitar la naturaleza lo más precisamente posible lo condujo, entre otras cosas, a perfeccionar la técnica del “sfumato” -que consiste en aproximar dos colores contiguos para que los contornos se vean como una continuidad y no como una ruptura- y a plantear un uso particular de la perspectiva, la técnica que se utiliza para representar tres dimensiones en un plano (Técnica usada hasta hoy). El sfumato le permitió a Leonardo darles a sus cuadros un relieve nunca alcanzado hasta entonces y, por tanto, una mayor verosimilitud. La importancia de la técnica, de la que el propio Leonardo era perfectamente consciente, puede apreciarse con nitidez en La Gioconda; por ejemplo, en la sombra de los ojos o en la unión entre el rostro y el pelo.
Otros dos grandes logros pictóricos de da Vinci son, por un lado, el manejo sutil de las proporciones (en particular, las del hombre) y, por el otro, la expresión de las pasiones y las emociones de los seres humanos. En ambos casos, cumplió un rol fundamental su obsesión con el estudio científico de la anatomía. No es casual que Leonardo, en concordancia con la tónica de la época, haya intentado elevar a la pintura por encima de todas las demás artes, en tanto y en cuanto exigía combinar con sutileza la exactitud de la matemática y la geometría con un ejercicio manual riguroso y demandante. El pintor se convertía, gracias a su trabajo, en una suerte de demiurgo, capaz de crear mundos nuevos que respondieran a su propio deseo
Leonardo no dejó nada sin experimentar. Incluso incursionó en la hostelería. Junto a su amigo Botticelli abrió una taberna en la que fue cocinero, llamada «La Enseña de las Tres Ranas de Sandro y Leonardo». Hablando de esto, hay que decir que el artista era estrictamente vegetariano. Incluso llegó a llamar a los omnívoros «devoradores de cadáveres». Sin embargo, esto no le impedía conseguir cadáveres de manera ilegal para saciar la obsesión que tuvo por llegar a conocer a la perfección el cuerpo humano.
Pasó sus últimos años en Roma y finalmente en el palacio de Cloux, como «primer pintor, arquitecto y mecánico del rey». Su brazo derecho quedó paralizado, pero tenía una mano izquierda igual de hábil. Da Vinci sufría un severo caso de dislexia, aunque era capaz de escribir y pintar con ambas manos. Más aún: podía escribir con las dos manos a la vez. Más aún: Leonardo podía escribir con una mano hacia adelante, y con la otra hacia atrás. Y a pesar de su ya mencionada dislexia, da Vinci tenía el don de la escritura especular. El genio no dejaría de trabajar en toda disciplina conocida y por conocer hasta el mismo día de su muerte y hoy es considerado uno de los artistas más grandes de la historia del arte.