
“Contact”, un inmortal de la ciencia ficción
La película Contact, basada en la novela del mismo nombre, escrita por el célebre astrónomo y divulgador científico Carl Sagan, no aparece quizás en demasiadas listas de las mejores o las más famosas cintas de la ciencia ficción contemporánea. No obstante, quiero hablar de ella en este artículo (¡sin spoilers!), ya que guste más o guste menos, contiene elementos muy interesantes y es una adaptación única en su género.
Carl Sagan
Carl Sagan nació el 9 de noviembre de 1934 en Seattle, Estados Unidos, y dedicó su vida a la investigación científica, astronomía, astrofísica, cosmología y astrobiología. Fue profesor asociado de la Universidad de Harvard y después profesor principal en la Universidad de Cornell. Fue en esta última donde se creó en 1976 la Cátedra David Duncan de Astronomía y Ciencias del Espacio.
Su pensamiento alternativo y escéptico del método científico en el campo de la astronomía le llevó a granjearse el interés de sus contemporáneos en proyectos como el SETI, dedicado a buscar vida inteligente mediante la captación de señales de radio. A su vez, impulsó la idea de enviar mensajes a bordo de las sondas espaciales que la NASA enviaba a explorar las estrellas. Y en relación a la actualidad, fue de los primeros científicos que estudió el efecto invernadero a escala planetaria, por lo que sus conocimientos fueron precursores del estudio del calentamiento global.
Más allá de la universidad y la investigación, Carl Sagan se hizo mundialmente popular debido a Cosmos: un viaje personal. Se trataba de una serie televisión de divulgación científica donde se explicaba el origen de la vida y conceptos variados de astronomía. Una segunda versión de Cosmos vio la luz en 2014 con Neil deGrasse Tyson como presentador, un reconocido astrofísico y divulgador.
Carl Sagan ganó a su público gracias a su don de transmitir las ideas científicas de manera clara, sencilla e interesante, evitando muchas veces la barrera con la que la ciencia y la astronomía topan, es decir, con una algarabía de tecnicismos, datos sin fin y conceptos poco depurados.
La película
«El universo es un sitio bastante amplio. Si solo estamos nosotros, me parecería un auténtico desperdicio de espacio».—Carl Sagan
Esta es una de las frases más conocidas del astrónomo y aparece tanto en el libro como en la película.
La novela fue publicada en el año 1985 y adaptada finalmente al cine en el año 1997. Tristemente, Carl Sagan no llegó a verla estrenada al público ya que murió poco antes, en diciembre de 1996.
El director Robert Zemeckis contó con el protagonismo de Jodie Foster, quien cuenta con una experiencia más que demostrada como actriz y que sin duda supo plasmar uno de los personajes más importantes de la historia de las películas de ciencia ficción. Su actuación es sin duda brillante, es natural a la par que creíble y sus reacciones y preocupaciones aparecen tan humanas que nos hace identificarnos con nuestros propios pensamientos e inquietudes.
También cuenta con la importante participación de actores de renombre como Matthew McConaughey, James Woods y David Morse. La banda sonora está a la altura, sin sobresalir en exceso, pero adecuada en los momentos oportunos. Los efectos especiales son un gran punto a favor, ya que a día de hoy e incluso cuando han pasado casi dos décadas y media desde su estreno, siguen impresionando por su calidad.
La adaptación
La película no se distancia demasiado de la premisa de la novela. El estilo dramático se une a las teorías del mundo científico más vigentes en el momento, ya que, al basarse en la novela de Carl Sagan, la base no puede distar mucho de los últimos descubrimientos, evitando así demasiados «patinazos científicos».
Todo comienza con un primer contacto (y de ahí el nombre tanto de la película como de la novela) con una raza extraterrestre mediante una señal captada desde los radiotelescopios del proyecto SETI. Estos pulsos que primeramente escucha Ellie Arroway, forman números primos, por lo que sitúa su origen en unos seres inteligentes.
El estilo de la película hace honor a sus compañeras de época y evita el estilo frenético y demasiado enrevesado al que a veces nos hemos acostumbrado en las películas más palomiteras de la última década del siglo XXI. En este sentido, Contact construye una sólida base llena de personajes con intereses muy encontrados y conversaciones que van más allá de cualquier superficialidad.
Uno de los temas más interesantes de Contact es la filosofía. Los personajes encarnados por Jodie Foster y Matthew McConaughey son los representantes máximos de la película en términos de ciencia y religión. Ambos debaten constantemente acerca de la naturaleza del universo y cómo ser o no creyente condiciona las decisiones que se toman a través de la película.
Para evitar spoilers, diremos que la señal recibida en los radiotelescopios contiene cierta información que podría cambiarlo todo. Te animo a que la veas para descubrir qué es ya que merece realmente la pena, sobre todo si añadimos varios momentos que cambian por completo los acontecimientos.
Por supuesto, se trata de una adaptación de la novela y es muy difícil llevar toda la ciencia a la gran pantalla. También se toma ciertas libertades que no quiero especificar aquí para evitar los odiosos spoilers.
Una de las imágenes más características de la película en su primera escena. Muestra un viaje «hacia atrás» desde la estratosfera de la Tierra hasta el confín de la galaxia y más allá. Es una elocuente entrada que se relaciona con el punto principal de la película (la señal de radio) pero también lo que Carl Sagan consideraba como el punto azul pálido, es decir, la Tierra, después de que la Voyager 1 la fotografiara a 6.000 millones de kilómetros y apareciese como tal.
Contact es una de esas películas que ya no se hacen. Es un viaje desde lo más profundo de nuestro ser hasta el límite del universo conocido, aunando lo humano y lo divino, la ciencia y la fe, el poder del amor. Y todo eso unido a una narrativa construida con cariño y paciencia y sin la necesidad de sobresaturar la cinta con interminables efectos especiales y superhumanos que pueden con todo.
Si algo tiene Contact es su humanidad y el planteamiento de cómo afrontaríamos retos tan importantes como especie. Nos queda mucho por aprender de él.
El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
http://www.portalcienciayficcion.com/ficci%C3%B3n/cine,-series,-cortos/cr%C3%ADticas-de-cine/critica-a-analisis-de-contact-pelicula-vs-novela