La lucha contra el cambio climático también es una lucha feminista

Históricamente, los diferentes movimientos por la justicia social no han sido independientes unos de otros, sino que han compartido rasgos y características comunes entre ellos.

Vivimos en un mundo complejo e interconectado que requiere de la participación y la concienciación de amplios sectores de la sociedad en aras de un objetivo común: aportar nuestro granito de arena para cambiar el mundo a mejor.

¿Cómo se relaciona ecología y feminismo? ¿Cuál es la relación existente entre estas dos luchas?

La voz del ecofeminismo

Actualmente es fácil caer en la suposición de que el movimiento feminista y el movimiento ecológico funcionan como entidades separadas. Nada más lejos de la realidad. Las mujeres sufren más los efectos del cambio climático y el ecofeminismo insiste en la importancia de estudiar la relación entre ambos.

Las voces de las mujeres feministas y de los activistas del cambio climático indican con efusividad los límites del capitalismo: es decir, su necesidad de una expansión infinita en un mundo con recursos finitos. La precariedad inherente a las desigualdades provocadas por el mismo recae con mayor presión en las mujeres. Si se recrudece o lastima la economía debido a los efectos de los gases invernadero, las mujeres sufrirán más en consecuencia.

La feminista y académica argentina Verónica Gago señala que el feminismo está vinculado a la lucha antiextractivista e indígena, donde la noción de cuerpo y territorio resulta de una gran importancia para entender por qué el ecofeminismo es una realidad a día de hoy.

La economía extractivista globalizada no conoce límites en la adquisición de recursos para saciar su hambre, llegando a amenazar territorios indígenas protegidos durante siglos y poniendo en peligro parajes naturales en su búsqueda de materias primas contaminantes.

Inclusión de la mujer en la toma de decisiones

La Alta Comisionada para la Agenda 2030 en España, Cristina Gallach, comentaba que «es necesario que se incorporen mujeres en los órganos internacionales de gestión de los grandes acuerdos sobre el cambio climático».

La representación de la mujer en las administraciones públicas de muchos países sigue siendo muy escasa y cada vez son más las sociedades que reclaman una mayor representatividad en la toma de decisiones. Mujeres y hombres, codo con codo, en la lucha por la justicia social y el cambio climático.

Por ello, una treintena de mujer con antiguos altos cargos dentro de la ONU han difundido una carta abierta señalando el retroceso que existe en materia de género y reclaman la total paridad de género y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.

Para ello, llaman a redoblar los esfuerzos en materia de igualdad de género y a luchar contra los nuevos movimientos que buscan frenar los logros feministas y la búsqueda de la igualdad. Esto se ve en la política de muchos países occidentales, los cuales su representación dentro del eje izquierda-derecha está cada vez más polarizado y se está reconfigurando a cada momento.

Mujer y pobreza

Las miradas de muchas feministas se posan ahora en las demandas ecologistas, avanzando en soluciones colectivas en la lucha contra el cambio climático, considerando que la acción meramente individual en una economía totalmente desregulada no reducirá la cantidad de CO2 liberado a la atmósfera. Es necesaria una acción conjunta.

Aunque en los últimos años se ha desarrollado el concepto del ecofeminismo y la relación entre las dos luchas, queda mucho por hacer. Las mujeres corren mayores riesgos cuando son forzadas a la emigración por emergencias climáticas y tener que ser en muchas ocasiones responsables de los cuidados.

Los efectos del cambio climático que ya estamos viendo en el sudeste asiático y el África subsahariana refleja que la desigualdad de género se acentúa en momentos de crisis. El aumento de los ciclones, el calor extremo, la desertificación y numerosos factores ambientales provocan que el 80 % de las personas desplazadas por estos motivos sean mujeres.

Al ser las mujeres quienes trabajan con los cultivos o buscan alimentos en muchas sociedades actuales, la sequía y la desertificación de la zona les afecta especialmente. Según Oxfam, el 75 % de la mano de obra en la zona subsahariana es mujer.

Las mujeres también corren mayores riesgos de padecer pobreza energética. En el año 2016, entre el 50 % y el 70 % de las personas del mundo sin acceso a la electricidad, eran mujeres y niños. Los desastres naturales también les afecta especialmente. Por ejemplo, los fallecidos del tsunami asiático del año 2004 eran un 70 % mujeres.

Contra el greenwashing

Otra de las proclamas del movimiento feminista en relación con el cambio climático, es su rechazo a la crítica únicamente individual, sin tener en cuenta el sistema en conjunto.

El capitalismo verde, o greenwashing, se basa en un pseudoecologismo que promueve la aceptación de supuestos productos que son respetuosos con el medio ambiente, blanqueando la labor contaminante de las grandes empresas y afirmando que las prácticas que se han realizado durante décadas o siglos son sostenibles en el largo plazo.

La labor del ecofeminismo recae en la crítica al sistema económico en conjunto y plantean un cambio desde el decrecimiento, es decir, un cambio en el estilo de vida que no tiene que necesariamente llegar con una gran ruptura de nuestra calidad de vida.

Acción climática y transición energética

Para hacernos a la idea de la brecha entre el número de mujeres y hombres tomando decisiones en materia energética, es relevante tomar el dato de que solo un 8 % de mujeres ocupa puestos de poder en el sector eléctrico.

Una nueva transición energética y un nuevo cambio en el paradigma del sistema productivo es necesaria, y que vaya de la mano del movimiento feminista en una toma de decisiones que también tengan su voz en cuenta.

A fin de cuentas, ecologismo y feminismo son dos luchas colectivas para avanzar en la igualdad, ya no solo entre hombre y mujer, sino también entre las diferentes capas de población donde, como de costumbre, los ubicados al final de la pirámide van a sufrir más.


El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
https://www.climatica.lamarea.com/feminismo-fuerza-social-crisis-climatica/
https://www.rtve.es/noticias/20190304/mujeres-cambio-climatico-como-igualdad-puede-salvar-medio-ambiente/1894920.shtml

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