
Artistas de la historia: Ludwin van Beethoven
Ludwig van Beethoven es posiblemente el más famoso de todos los compositores de la historia. Incluso las personas que no tienen ningún interés en la música clásica conocen su nombre o por lo menos sabrán identificar una de sus piezas tan usadas que con solo poner el: ¡ta ta ta tan! ya se sabe de qué canción se está hablando.
Fue el primer compositor que decidió, a principios de su carrera, que habría de componer exactamente lo que quería componer, sin preocuparse por los patrones y reglas que moderaban a los demás compositores de su época, ni lo que las audiencias podrían pensar. Antes de la época de Beethoven, incluso alguien tan dotado como Mozart había tenido problemas para convencer a quienes ejercen la autoridad de que un compositor era mucho más que un sirviente al servicio de la corte y la Iglesia.
El pensar de Beethoven era que nacer rico o noble no hace superior a las personas. Debido a que sabía de pasiones extremas sobre las regiones más oscuras del alma humana, (sufría de una fuerte depresión que lo llevó a considerar el suicidio más de una vez) creía que la humanidad tenía el poder de hacer por sí misma un mundo ideal en el que todos los hombres serían hermanos. La voluntad de libertad es algo que resuena en su obra. Otra señal de su independencia es que renunció a usar peluca. Y vestía a la moda de la Revolución francesa. Rechazó los culottes hasta la rodilla de los aristócratas y los sustituyó por pantalones largos, se convirtió en un sansculotte, como se hacían llamar los revolucionarios.
Las obras más notables de Ludwig van Beethoven son sin duda sus sinfonías, particularmente la Quinta y la Novena, siendo esta última conocida como la Sinfonía Coral, ya que fue el primero en incluir la “voz” como un instrumento dentro de la orquesta. también cabe resaltar la Tercera sinfonía de Beethoven que marcó un antes y un después en la historia de la música. Después de ella, la música pasará a pensarse de otra forma, se moverá en horizontes más amplios. Para entender el alcance de la novedad, bastará con mencionar un simple dato numérico. El primer movimiento de la Sinfonía nº 2, escrita tan sólo un año antes, medía 363 compases; el Allegro inicial de la Tercera, 695. Casi el doble. Hasta la Novena sinfonía (1824) Beethoven no acometerá nada tan amplio y ambicioso como en la Tercera. La Tercera Sinfonía fue una obra revolucionaria de tal longitud y complejidad sin precedentes, que al público al principio le resultó difícil entender. En lugar del segundo movimiento lento habitual, tiene una marcha fúnebre en do menor con una sección contrastante en Do mayor, de trágica grandeza. El final es un conjunto de variaciones con episodios extremadamente compleja pero completamente lógica. La tradición relata que el compositor escribió la Tercera Sinfonía en Viena durante 1803 y que en un primer momento la tituló Sinfonía Bonaparte. Para entonces, Napoleón acababa de iniciar la guerra contra las potencias del Antiguo Régimen que asolaría Europa durante más de un decenio, pero para Beethoven aquel general extranjero era más un liberador que un invasor.
Beethoven estaba fascinado por las grandes figuras históricas y míticas, personalidades heroicas que se sobreponían a su propio destino persiguiendo una misión más alta y trascendente. Así lo había mostrado en 1801 al componer el ballet Las criaturas de Prometeo, centrado en el personaje griego que había desafiado el decreto divino de Júpiter y había entregado el fuego a los hombres, padeciendo por ello un horrible castigo, ser atado y tener que soportar a un águila comiéndose su hígado eternamente, ya que, al ser inmortal, este se regeneraba. Beethoven utilizó materiales de este ballet para su Tercera sinfonía, lo que sugiere que el compositor veía en Napoleón a un Prometeo de su época, con el poder y la autoridad para desafiar el orden establecido en Europa y así entregar a sus contemporáneos el fuego de la nueva civilización, encarnado en los valores ilustrados y revolucionarios.
Pero para cuando la obra se publicó en 1806, Beethoven había tachado el nombre de Bonaparte de la portada y en su lugar había escogido un título más genérico: Sinfonía heroica, compuesta para celebrar el recuerdo de un gran hombre. En 1806, Napoleón acababa de desmantelar al ejército prusiano y Rusia había tenido que meterse en la guerra para frenar el avance del aplastante ejército francés. Ninguno de sus enemigos sabía cómo derrotarlo, y aun así Beethoven hablaba de él en pasado. Celebraba la memoria de un gran hombre sin siquiera mencionarlo, como si se tratase de un difunto. Era como si el Bonaparte al que había pensado dedicar su Sinfonía nº 3 fuese ya otra persona. El punto de inflexión en esta relación de amor y odio lo produjo la decisión de Napoleón de autoproclamarse emperador en 1804. Un gesto que el republicanismo del compositor consideró como una traición a los ideales de la Revolución francesa que Napoleón en un primer momento había dado la impresión de abanderar.
La mayoría de la gente conoce que era sordo. Esto en sí mismo es una hazaña notable, ya que era incapaz de escuchar la música que escribía, y sin embargo era impecable en su trabajo armónico. Para luchar contra la sordera, salía al campo para memorizar los cantos de los pájaros. ¿Cómo suena la codorniz? En el manuscrito de su Sexta sinfonía se encuentran anotaciones de este tipo. Así, ya sordo, pudo recurrir al enorme reservorio que era su memoria de sonidos.
Lo más notable y sobresaliente de Beethoven, no es ni un patrón formal ni la abundancia de ideas, sino la forma en que todo el material es impulsado constantemente a lo largo de sus obras, temas que parecen desarrollarse en una dinámica de constante crecimiento que se monta de un clímax a otro, transmitiendo una sensación de absoluta inevitabilidad hasta el final. Esta capacidad de organizar una gran cantidad de material musical unificado es una de las principales muestras de la grandeza del compositor.
El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
https://www.rcnradio.com/opinion/250-anos-del-natalicio-de-beethoven
https://www.xlsemanal.com/conocer/cultura/20200129/como-murio-beethoven-envenenado-vida-historia-250-aniversario-nacimiento.html
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/relacion-amor-y-odio-napoleon-y-beethoven_14047/2