
La economía creativa, John Howkins

¿Las ideas por sí solas son suficientes? Por más brillante que estas sean, si no se accionan las palancas necesarias para que terminen produciendo beneficios a las personas, a las empresas, a los países y por supuesto al creador o a los creadores, entonces solo sirven para alardear sobre lo creativo que se es.
La idea es el motor de la innovación, que es a su vez la que hace que las cosas cambien, mejoren, que sean más divertidas, amigables y que obviamente hagan que la vida se pueda disfrutar más. Ese es el poder de la economía creativa, llamada también economía naranja.
Nada mejor para abrirse camino en esta tendencia, que comenzar leyendo el libro de John Howkins, el autor de “La economía creativa: cómo las personas hacen dinero con sus ideas”, quien por años trabajara en industrias que demandan gran creatividad, como la de la televisión, los medios digitales, las publicaciones y el cine. Su trabajo a lo largo de más de 30 países, le aporta una visión globalizada al libro de lo que en materia de creatividad se hace en el mundo.
Primero lo primero
El autor comienza definiendo lo que es la creatividad y la economía creativa. Parafraseándolo, hace la definición de un producto creativo tangible o no, que termina siendo el resultado del esfuerzo creativo y que la transacción de estos en un mercado es lo que se denomina como economía creativa.
Está claro que la economía creativa, aunque no haya tenido ese nombre, ha existido por cientos de años; pero este libro ha sentado las bases para la discusión académica, creando un marco que permita un trabajo de mayor profundidad y rigor científico.
En el libro el lector encontrará las formas de crear los productos creativos, además conseguirá la información necesaria para saber cómo se pueden proteger los derechos que se tienen como propiedad intelectual. Howkins también destaca las tendencias de los 15 sectores, que conforman, según su perspectiva, la economía creativa a nivel mundial.
La arquitectura, el diseño, la publicidad, el arte, la moda, la artesanía, la música, las artes escénicas, las películas, publicaciones, software, juegos, I+D (investigación y desarrollo), videojuegos y televisión y radio, estos son los 15 sectores que nutren a las industrias llamadas por el autor como las 4 principales.
Las 4 industrias de las que habla son: la de los Derechos de Autor, Patentes, Marcas comerciales y Diseño.
El mundo según Howkins
A lo largo del libro Howkins da a conocer sus postulados relacionados con el tema y que sirven de base para entender cómo funciona el mundo de la economía naranja. Las 7 ideas centrales son las siguientes:
1.- Crea o muere. Según su visión las empresas más tradicionalistas perecerán porque se resisten a innovar y para innovar hay que ser creativo y además hay que estimular esa creatividad como fórmula para mantenerse vigente en los mercados. Es necesario tener una ventaja competitiva, se diferente, ser único.
2.-Para él las patentes y el derecho de autor son el equivalente a la divisa en la era de la información. Si se tiene la idea y no se protege legal y adecuadamente los creadores perderán los incentivos de reconocimiento y financieros, eso no lo haría un negocio interesante.
El valor de la economía creativa es igual al producto creativo multiplicado por las ventas. Para el autor este mercado es de 2, 2 millones de dólares, es algo que se puede medir y, por ende, mejorar.
3.-Trabajar solo o trabajar en grupo. Algunas ideas requieren de la incorporación de varias especialidades para poder salir adelante, en este caso trabajar en grupo es lo mejor. Pero hay ocasiones en las que es mejor trabajar solo, como empresa o como individuo. En el caso de una empresa pueden trabajar varios arquitectos en una obra y en el caso de una persona puede verse en la creación de una publicación, una canción o una pintura, por ejemplo.
4.-Aprender es crucial. Hay que tener una mente abierta al conocimiento en todos los sentidos. Hay que saber vender una idea, pedir un préstamo, rediseñar una idea, eso es fundamental para adaptarse mejor a los cambios, que nunca dejan de suceder.
5.-La celebridad y la fama hay que saberlas usar. No todo el tiempo es de vacas gordas (abundancia), por lo que lo recomendable es usar las relaciones que brinda la fama para explotar al máximo el potencial que se tiene. En un momento de fama todos quieren estar cerca del famoso, así que es una buena oportunidad para lanzar ideas, buscar financistas, hacer negocios, o hacer cambios en los ya existentes.
6.-Detectar el momento para romper los paradigmas. Hay momentos en los que algunas ideas, por muy brillantes que sean, no van a funcionar, ya sea porque la tecnología no está preparada, porque el mercado es muy pequeño todavía, o porque los costos no la hacen viable o el mercado no está en el punto óptimo, las ideas que rompen las reglas también tienen su timing (tiempo justo).
7.-Enfocarse en el talento. Esta es una máxima de gran importancia. Cuando se atiende al talento con el que se cuenta la creatividad fluirá sin forzarla, surgirá de la diversión, del buen estado de ánimo y cuando eso sucede, por lo general siempre surgen creaciones estupendas y muy rentables.
El desarrollo de las empresas, de los países, tienen en la economía creativa una excelente plataforma de despegue que les permitirá romper barreras hasta ahora impuestas por el modelo tradicional. La aventura espera por quienes decidan vivirla, disfrutarla y apreciar los grandes beneficios que esta trae consigo.
Este libro es de gran ayuda para entender mejor el tema y por qué no, sirve de base para comenzar a enfilar las baterías hacía un mundo de más creatividad, más innovación y más beneficios para todos.
“El crecimiento de la economía creativa significa el nacimiento de una nueva etapa en la vida de la humanidad, dando lugar a ideas completamente nuevas que están diseñadas para cambiar ciudades, países y el mundo entero”, John Howkins.
En este escrito expreso mis ideas y opiniones inspiradas en el libro “La economía creativa. Cómo las personas hacen dinero a partir de las ideas” de John Howkins.