
Bueno para la sociedad, bueno para los negocios. Hacer bien es muy rentable.
A medida que la humanidad avanza, evoluciona hacia mayores niveles de bienestar, se demanda un mundo más justo y eso ya comienza a ser parte de una realidad que muestra a las empresas que el hacer bien es muy rentable.
El mito
Las empresas prosperan siempre y cuando se concentren en producir, vender y cobrar, así llegarán sus ganancias y mientras menos se involucre en los asuntos sociales que le hagan gastar dinero en cosas que no tienen que ver con su negocio podrá dedicar más dinero para producir más, vender más y obtener mayores ganancias, ¿Qué mayor aporte que lo que producen? Además, pagan impuestos. ¿Qué tan cierto es esto?
¿Puede una persona en una empresa sentirse a gusto si siente desconfianza, que se es injusta con ella y que siente que no vale nada para la empresa? Abundan los estudios científicos certificados que indican que no y también aseguran que la productividad de las personas depende del nivel de satisfacción que sienta para con la empresa en la cual trabaja, eso los hace más comprometidos.
Muchas de las personas que trabajan en las empresas viven en la comunidad que rodea a estas. Si esos trabajadores sienten que la empresa apoya a su comunidad con la resolución de sus problemas, ¿Sentirían que son importantes para la empresa?
Del mismo modo sucede con quienes compran, los clientes. ¿Qué pensarían los clientes si saben que determinada empresa apoya con recursos a las comunidades, ya sea en materia de salud, cultura, clima, etc.? ¿Tendría un peso a la hora de decidir dónde comprar?
Una de las máximas de ventas, recomienda que se le dé algo al cliente, eso resulta porque las personas sienten una especie de compromiso al recibir algo y eso los presiona a hacer una compra. Por eso le tememos tanto a una persona que nos regala algo en el supermercado, en el fondo sabemos que eso nos puede comprometer. Funciona muy bien.
Tendencia positiva
Deloitte Global es una empresa que ofrece servicios de auditoría, asesoría financiera, consultoría, entre otros. En su tercer informe del año que titula: La cuarta revolución industrial: en la intersección de la preparación y la responsabilidad ” presenta los resultados de una encuesta realizada a más de 2 mil directores de experiencia de compra que están en 19 países y entre los resultados destacan que el 62% de los líderes encuestados tiene entre sus prioridades hacer vinculaciones positivas con la sociedad y la mayoría de los encuestados está de acuerdo que la sostenibilidad empresarial necesita crear un entorno para la sostenibilidad social.
Punit Renjen, CEO de la organización responsable de la encuesta dice: “Creemos firmemente que las empresas motivadas por un mayor propósito social serán negocios más fuertes y exitosos a largo plazo”.
Hacer bien trae beneficios
La empresa ASML es líder en herramientas para la industria encargada de semiconductores. Esta empresa desarrolló un propósito para su marca que está en sintonía con la sociedad. ¿Qué hacen?
Crearon una fundación que lleva adelante programas de educación y capacitación para jóvenes con menos oportunidades en todo el mundo. Además, desarrollan una política de producción amigable con el medio ambiente.
Tanto sus empleados como sus clientes, muestran interés por el enfoque social y medio ambiental que están llevando adelante desde hace 20 años. Se aprecia claramente que la empresa, sus empleados y clientes. comparten una misma preocupación y eso crea un vínculo importante en el que todos ganan.
No solo funciona para empresas enormes como ASLM, las empresas locales, medianas y pequeñas, también apoyan con éxito esta nueva dirección que está tomando el mundo empresarial.
Existe un índice que da cuenta de cuan sostenibles son las empresas que cotizan en la Bolsa de Valores. El Dow Jones Sustainability Indices ha experimentado desde 1993 un ascenso de 180%, mientras el Dow Jones Global Index lo ha hecho en un 125%.
La responsabilidad social de las empresas y su compromiso con el medio ambiente traen resultados financieros positivos.
No es cierto que dar a conocer las actividades que la empresa hace en favor de esta tendencia, vaya a traer como consecuencia una avalancha de solicitudes de ayuda de las comunidades. Todo lo contrario, producirá, como en efecto lo demuestran las empresas que llevan adelante con éxito estas iniciativas, una mejor relación entre los elementos que conforman el triángulo empresarial del nuevo éxito; empresa, desarrollo sostenible y empleados.
La sociedad presiona
La sociedad protesta comprando a las empresas que están en la línea de preservar el planeta y ser socialmente más responsables ¿Es una protesta? Realmente no. Pero es suficiente para que quienes quieran vender más van a tener que alinearse con lo que los clientes quieren, después de todo son quienes pagan.
Los cambios en los gustos de los clientes van cambiando y hay 2 segmentos con características muy similares que están alineados con el deseo de un mundo sostenible, que tienen una sensibilidad mayor por el cuidado del medio ambiente y los asuntos sociales y que además tienen un importante peso en el mercado.
Estos grupos son los Millennials y la Generación Z. El primero de ellos representa un 20% de la población del planeta, suman 1,540 millones y gastan, según Boston Consulting, unos mil trecientos millones de dólares por año, mientras que el segundo alcanza los 2.464 millones, un 30% de la población. Ambos segmentos aglutinan un poco más del 50% de la población mundial ¿Tienen poder para cambiar las cosas?
Según cita la fuente, Deloitte Goblal, un 38% de los Millennials y la Generación Z ha dejado de comprar a empresas que no están en sintonía con sus valores. El 36% ha pasado a convertirse en clientes que impulsan programas sociales ¿Están entendiendo los empresarios el mensaje que están enviando los clientes?
Las empresas tienen grandes aportes por hacer, más allá de del plano financiero, pueden compartir con sus entornos su experiencia de éxito, sus habilidades para planificar, liderar, lo que saben del comportamiento del mercado, eso podría ayudar a muchos que quieren emprender un nuevo negocio.
Esta es una era en la que la colaboración es un valor muy apreciado y la empresa del siglo XXI debe entender que, al hacer bien, estará colaborando con un mejor lugar para seguir desarrollando su negocio, en un mejor ambiente, en uno que es más productivo.
En este escrito expreso mis ideas y opiniones inspiradas en el artículo sobre liderazgo titulado “Why Doing Good Is Good For Business” que apareció el 21 de enero en Forbes.com realizado por Deloitte Global.