Marcela y Elisa. El matrimonio de las dos maestras.

Marcela y Elisa, dos mujeres unidas por el amor, el misterio y la lucha por vivir libremente en una sociedad más justa. Su historia ha sido inspiración para otras mujeres, para escritores, para el cine, series de televisión y aún en estos días, a más de 100 años del momento en el que comenzó todo, el matrimonio de las dos maestras sigue siendo noticia en los diarios.

Seguramente, la vida de estas dos mujeres habría sido más placentera si hubiese transcurrido como la mayoría de las personas, siendo más anónimas que famosas. Pero no fue así, ellas quisieron casarse y tuvieron que valerse del engaño para que un cura pudiera hacer realidad su deseo, eso les cambió la vida.

Era 1901, hacía 6 años que estas dos maestras se conocían. En esa época, la sociedad española comenzaba a vivir grandes cambios sociales, en la economía, la educación y en el estilo de vida de las personas. Por aquellos años el 60% de la población era analfabeta. Estudiar no era algo que tuviese valor, por ello se prefería que los niños ayudaran en casa en vez de enviarlos a la escuela.

En una entrevista a BBC, Narciso Gabriel, quien es el autor de “Marcela y Elisa, más allá de los hombres” y que además es decano de la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad de La Coruña, dijo que las protagonistas de la historia se conocieron en la escuela del magisterio de esa ciudad. Marcela se formaba como maestra y Elisa trabajaba en la institución.

Según la federación de la enseñanza de Andalucía en su revista “temas para la educación”, para comienzos de siglo, los maestros eran de los más pobres de lo que se denominaba fuerzas vivas de la población, que estaban conformadas por el cura, el farmacéutico y el médico. Un maestro ganaba menos que un albañil, esa situación terminó por dar lugar a la expresión: “pasar más trabajo que un maestro de escuela”, el dicho es más que descriptivo y la situación de los maestros no es muy diferente un siglo más tarde.

Pero maestros y maestras, tenían una influencia de suma importancia, imponían respeto y disciplina a sus alumnos, eso era muy valorado por la sociedad. De modo que eran ejemplo de lo que era un buen ciudadano.

El acontecimiento que lo cambió todo

La maestra Marcela Gracia Ibeas, se casó con Mario ¿Qué tenía eso de extraordinario? Una semana antes, el joven Mario había acudido a la iglesia de San Jorge en la Coruña para pedirle al cura que lo convirtiera en cristiano, le dijo que sus padres eran protestantes ingleses.

Con un cura contento por la adhesión de un nuevo miembro a la comunidad cristiana, el escenario estaba listo para que Mario pidiera que le casara con quien había convivido con él por varios años y el cura accedió.

Pero Mario no era un hombre, como le hizo creer al cura, en realidad era Elisa Sánchez Loriga.

El día de la celebración de la boda las maestras, Elisa vistió como todo un caballero, y por las fotos del acontecimiento, nadie pudo haber puesto en duda el carácter y la estampa varonil del joven novio. Así Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sanchez Loriga se casaron.

Habían vivido juntas por años en distintos lugares de La Coruña y nunca tuvieron problemas para ocultar su secreto. Ser homosexual era sinónimo de tener una enfermedad terrible con la que había que luchar y erradicar.

Pero luego de la boda, un hecho fortuito hizo detonar la verdad. Mientras regresaban del al pueblo donde Marcela trabajaba, después de haber tomado un paseo de bodas, alguien hizo el descubrimiento, Elisa no era un hombre, no podía ser Mario porque era mujer. La noticia corrió por el pueblo y llegó a La Coruña.

Se volvió un hecho mediático, era la noticia del pueblo; pero no solo en Galicia, se volvió una noticia internacional, Argentina, Bélgica y Francia fueron algunos de los interesados en conocer los detalles de la historia de Marcela y Elisa, el público estaba atento y quería saber más. El anonimato, el secreto se acabó, y su realidad cambió drásticamente con ese hecho.

Se fueron del pueblo como mujeres y a su regreso una foto de un conocido fotógrafo hizo el registro de la pareja recién casada y una de esas mujeres aparecía como el novio, era algo bochornoso para la ciudad que 100 años después dedica una calle a la pareja.

Lo que pasó luego

Una orden de captura emitida por un juez, le sobrevino al hostigamiento de la prensa y por supuesto, como era de esperarse de la Iglesia, no le dejaron salida a la pareja, que tuvo que huir de España.

Llegaron a la ciudad de Oporto en Portugal. Mario, es decir Elisa, ahora toma el nombre de Pepe, así disimulan la pareja lésbica que son. Pero pueden burlar a sus perseguidores por poco tiempo, y son detenidas y encarcelas a solicitud de la policía de España.

El caso causa un revuelo mediático en Portugal, la prensa aprovecha para abogar por las mujeres y parte de la comunidad portuguesa, junto a residentes españoles en el lugar, también lo hacen. Se da un movimiento en favor de la pareja.

España solicita la extradición, Portugal la acepta, hay un juicio, el final parece claro; pero ellas escapan de su suerte y huyen a Argentina.

Carmen y María, como se harían conocer en Argentina, Marcela y Elisa respectivamente, comienzan una vida nueva, ahora en Buenos Aires y con una niña.

Un nuevo elemento que podría cambiar la historia

Marcela había llegado a Argentina con su hija ¿Cuál hija? ¿Quién era el padre? ¿Era un nuevo engaño para evitar que quedara en evidencia que eran una pareja de lesbianas? La niña había nacido en enero de 1902 y ya corría 1903. ¿Cómo pudo nacer 6 meses después del matrimonio, si además se habían casado dos mujeres? ¿O es que acaso una de ellas no lo era? Había muchos cabos sueltos en esta historia. Y hay que agregar que en ese país tampoco aceptaban la relación sexual entre dos mujeres, mucho menos que se casaran.

La sorpresa

Elisa, que en España era Mario, en Portugal fue Pepe y ahora en Argentina era María, se casó, como mujer, con el comerciante Christian Jensen. Pero el matrimonio no se consumó, María, que era Elisa, se negó a tener relaciones sexuales con su esposo. Jensen la denuncia al enterarse de lo que había hecho en España y solicita el divorcio.

Por solicitud de un juez se confirma que la esposa en realidad era una mujer, después de haber sido examinada por un médico y se validó el matrimonio. Creció el mito de que María era hermafrodita (poseía genitales masculinos y femeninos) ¿Lo era? Aún en esta época es difícil para una persona ser hermafrodita. También es posible que fuera lesbiana y no le gustaran los hombres. Si fue así, ¿Por qué se casó con Jensen?

La teoría de la bisnieta de Marcela, amistad y honor

¿Qué pasó con las amantes que se casaron? ¿Por qué Elisa y Marcela se separaron?

La pareja de mujeres se frecuentó hasta 1904. Después de ese tiempo nada se supo de ella.

Pero inusitadamente, aparece una mujer que habla de su abuela Enriqueta, quien llegó a Argentina en 1903 y nació en Oporto en enero de 1902. Todo indica que Norma Graciela Moure es la bisnieta de Marcela y tiene una teoría: la madre de su abuela y Elisa, debieron ser grandes amigas y como Marcela salió embarazada sin casarse, cosa que era repudiada en ese entonces, su trabajo y su vida se verían devastadas, ante la situación Elisa fingiría ser un hombre y se casaría con ella, así todo quedaría resuelto.

¿Todo sucedió para salvar el honor de Marcela?

La bisnieta se pregunta ¿Por qué dos personas que se amaban tanto, cuando llegaron a un lugar donde podían seguir con sus vidas, se separaron? Para ella no tiene lógica.

Se perseguía a una mujer que tenía a un hijo siendo soltera, a dos mujeres que se amaban, o a una mujer que amaba a un hermafrodita. Cualquiera de las opciones termina mostrando lo injusta que suele ser la sociedad cuando se trata ser tolerante. Es una historia triste, aunque la vida de estas mujeres no lo haya sido al final, quién sabe.

 

En este escrito reflexiono sobre la historia de dos maestras que se casaron y tuvieron que escapar de España por ser perseguidas. Fuente: BBC.com.

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