
¿Es posible abrir una ventana y dejar el ruido afuera?
Seguramente, todas aquellas personas que han vivido alguna vez en una gran urbe saben lo molestos que pueden resultar los sonidos que permanentemente ingresan a través de sus ventanas. El constante ruido del tráfico, construcciones, alarmas de coches y conversaciones de transeúntes son capaces de perturbar la paz dentro de cualquier domicilio. Sin embargo, gracias a un dispositivo desarrollado en Singapur, existe la posibilidad de disminuir considerablemente los sonidos provenientes del exterior. Esta prometedora tecnología ofrece una solución que, no sólo podría mejorar nuestra calidad de vida, sino incluso colaborar con el medio ambiente.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, todo ruido que exceda los 85 decibeles son dañinos para la salud de una persona, sobre todo de los adultos mayores y los niños. Debido a que es un nivel sonoro que la mayoría de los habitantes de cada gran centro urbano del mundo debe soportar a diario, se trata de un problema que se ha convertido en una silenciosa epidemia sanitaria. Las únicas soluciones posibles siempre fueron incómodas e inefectivas: cerrar las ventanas de nuestros domicilios, usar protectores auditivos y, como último recurso, mudarnos a un sector más tranquilo de la ciudad.
Pero, quizás la ciencia pueda ofrecernos una alternativa menos radical que nos permita mejorar nuestra calidad de vida. Un grupo de científicos de Inglaterra, Japón y Singapur ha logrado diseñar un sistema de parlantes que atenúa considerablemente las emisiones sonoras que ingresan a una habitación a través de sus ventanas. Si bien se trata de un prototipo, el Anti-Noise Control Window es un prometedor proyecto que, en el futuro, podría convertirse en la solución definitiva de la contaminación sonora urbana.
El dispositivo cuenta con un conjunto de 24 parlantes de 4.5 centímetros de diámetro colocados a modo de grilla sobre unas barras de metal que son colocadas en el marco de una ventana. A través de un micrófono que capta los sonidos del exterior, los parlantes proceden a invertir las ondas sonoras, reduciendo de esa manera el volumen de los sonidos que ingresan a la habitación hasta en 10 decibeles. A este tipo de sistemas de reducción sonora se los conoce como Active Noise Control (ANC) debido a la utilización de tecnología en tiempo real para atenuar los niveles de ruido que registra el dispositivo.
La contaminación sonora es una problemática moderna la cual, además de resultar extremadamente molesta, también puede ocasionarnos graves problemas de salud. Enfermedades cardiovasculares, alteración cognitiva, estrés e interrupciones del sueño son solamente algunas de las consecuencias que deben afrontar aquellas personas que están expuestas regularmente a los constantes sonidos que ingresan a sus domicilios y que son propios de las grandes ciudades de todo el planeta.
El equipo de profesionales del Institute of Sound and Vibration Research integrado por el profesor Stephen Elliott (co-autor de la investigación de este novedoso sistema) viene trabajando desde hace décadas en el control activo de los sonidos. Luego de realizar pruebas con el Anti-Noise Control Window, se pudo determinar que este dispositivo resulta ser más eficaz para reducir los sonidos provenientes del exterior que el mantener cerrada una ventana. Además de los evidentes beneficios directos que este invento tendría para la salud de las personas, el profesor Elliott asegura que, en última instancia, su adopción masiva generaría un notable ahorro energético.
La implementación de un sistema que disminuye la contaminación sonora proveniente del exterior sin la necesidad de cerrar las ventanas de una habitación ofrece múltiples ventajas. Por un lado, se permite una ventilación constante de un espacio cerrado, evitándose así respirar un aire viciado, mientras que al mismo tiempo se refresca el ambiente de manera natural. Como consecuencia de ello se disminuye la necesidad de utilizar un aire acondicionado, por lo que también se reduce el consumo eléctrico, lo cual impacta favorablemente en el medio ambiente.
De acuerdo a investigaciones médicas realizadas en el pasado, con el Anti-Noise Control Window se reducirían los problemas de salud asociados con la contaminación sonora entre un 7% y 17%. La necesidad actual por encontrar un sistema efectivo para reducir el ruido proveniente del exterior es de gran importancia en una época en que las personas deben quedarse encerradas en sus casas. Debido al estrés natural que ocasiona sobrevivir a una pandemia, sería muy positivo contar con un dispositivo que evite acrecentarlo al reducir los ruidos molestos que debe soportar la población de las grandes ciudades.
Pero no todas son buenas noticias. Además de obstaculizar casi completamente una visión del exterior, los mismos científicos que lo desarrollaron admiten que este artefacto es ineficaz para atenuar eficientemente una determinada gama de sonidos. Aquellos que poseen ondas de duración más largas y de baja frecuencia –como el ruido de un avión o de un transformador eléctrico- requerirían de un conjunto de altavoces más grandes. Con ello se obstruiría demasiado la ventana, por lo que se eliminaría el beneficio más importante de utilizar este sistema.
Lo mismo sucede con sonidos mayores a 1000hz, como lo son el canto de los pájaros o las voces humanas. Sin embargo, el sistema funciona eficazmente para reducir sonidos constantes que provienen, por ejemplo, del tráfico callejero. Hay que tener en cuenta, además, de que se trata de un prototipo en sus primeras etapas de desarrollo, por lo que subsecuentes ajustes e investigaciones seguramente tenderán a resolver muchas de sus presentes limitaciones.
El autor principal del estudio que determinó el potencial del Anti-Noise control Window, el ingeniero singapurense Bahn Lam, tiene la esperanza de que este dispositivo pueda ser adoptado masivamente en el futuro. Actualmente se encuentra trabajando con sus colegas de Inglaterra y Japón para testearlo en situaciones reales de la vida cotidiana.
A pesar de que la contaminación sonora puede no tener la misma relevancia que la polución ambiental, no caben dudas de que se trata de un problema sanitario serio, tal como lo determinó la Oficina Regional de la OMS europea en su guía de directivas del año 2002. En este sentido, el Anti-Noise Control Window puede convertirse en una revolucionaria solución que logre mejorar la calidad de vida de la población urbana del futuro.
El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
Scientists Say You Can Cancel the Noise but Keep Your Window Open. (https://www.nytimes.com/)
Burden of disease from environmental noise. (https://www.who.int/)
Noise control: sound wave system cancels out drum of traffic. (https://www.theguardian.com/)
Active control of broadband sound through the open aperture of a full-sized domestic window. (https://www.nature.com/articles/s41598-020-66563-z)