El uno es el número más solitario…

…o al menos eso cantaba Harry Nilsson en su canción de 1968, que hoy nos sirve para reflexionar sobre el rol del individualismo en medio de una pandemia sin precedentes que, de algún modo, exige pensar de una forma más colectiva. ¿Hasta qué punto la noción de individuo es perjudicial para nuestro bienestar y progreso como raza?

Las tensiones entre individualismo y colectivismo existen desde hace muchos años, a veces como pequeñas luchas históricas y otras como principios filosóficos. Sin embargo, podría citarse a la Revolución Francesa como el punto de quiebre para la construcción del Estado moderno y de las doctrinas económicas y filosóficas que todavía nos marcan. En gran medida se trata del famoso lema de la Revolución: “libertad, igualdad y fraternidad”. Las tres juntas serían ideales, pero como no hay nada ideal en el mundo todo el tiempo nos debatimos sobre qué concepto es más relevante que otro.

El liberalismo, por ejemplo, pone énfasis en la libertad, es decir en el individuo como garante del respeto a, entre otras cosas, la propiedad privada, piedra fundamental del capitalismo como orden social. Sin individuo ni libertad no hay propiedad privada. Yo, dicen los liberales, puedo hacer lo que quiera con mis pertenencias, y cualquier intromisión es interpretada como una amenaza proveniente de un poder superior y corrupto que actúa en nombre de una mayoría imaginaria.

Las corrientes más, por así decirlo, progresistas o ligadas al socialismo ponen el acento en la igualdad. El individuo, dicen, no puede progresar de forma aislada. Todos estamos entrelazados, conectados, y cada decisión afecta a otro. En este sentido, la fortaleza de los humanos no está en “hacer lo que se quiere hacer”, sino en medir las consecuencias y actuar por el bien común.

Este debate, presente hace años, tiene hoy más vigencia que nunca frente a las crisis por la pandemia del coronavirus. El concepto de individuo parece no tener lugar en el mundo de la naturaleza: el virus ataca a cualquiera, se traslada e infecta sin importar el país ni la condición económica. Del mismo modo, una hormiga entrega su diminuta vida en beneficio de algo más importante: la supervivencia de la especie. Al fin y al cabo, todas las hormigas son la misma hormiga.

Las lecciones del COVID-19

A medida que la pandemia continúa su expansión por el mundo y los gobiernos trabajan para “aplanar la curva”, han surgido argumentos sobre por qué algunos países han manejado el coronavirus mejor que otros. La dinámica individualista versus colectivista es una de las respuestas. Mientras que las culturas colectivistas tienden a gravitar en torno al grupo o al “todo”, las culturas individualistas se centran en el individuo y en el “yo” como prioridad.

Científicos sociales como Geert Hofstede han estudiado diferentes dimensiones culturales que sirven para entender las diferentes respuestas al COVID. Según Hofstede, el individualismo se define por el grado de independencia que una persona siente en la sociedad y la expectativa de que se tomen decisiones y elecciones individuales para cada miembro de la sociedad. Por el contrario, el colectivismo se refiere a la prioridad del grupo sobre el individuo, con una tendencia a encontrar valores comunes y una preferencia por los grupos internos sobre los externos.

Los países de la anglosfera y de Europa occidental como Australia, Estados Unidos y Canadá son generalmente individualistas y tienden a evitar la incertidumbre. Las culturas del Asia sudoriental, islámicas, africanas, de Europa oriental y de América del Sur son más colectivistas y evitan en menor medida la incertidumbre.

En ese sentido, un estudio publicado por Universidad de Santa Barbara (Estados Unidos) sugiere que la coordinación social masiva es un mecanismo clave para hacer frente a una pandemia, algo asociado con culturas más colectivistas como las de China, Corea del Sur, Taiwán y Singapur. Los investigadores descubrieron que la eficacia de la protección frente al virus está asociada con el colectivismo. Las personas “colectivistas” tienden a tener un mayor sentido de la eficacia frente al riesgo, lo que significa que el grupo actuará para proteger a los individuos o a la comunidad.

Por el contrario, las sociedades individualistas están más aisladas, social y psicológicamente, que las sociedades colectivistas, lo que reduce la eficacia de la coordinación social masiva. La Organización Mundial de la Salud advirtió que los dos países, China y Corea del Sur, que respondieron bien al coronavirus lo hicieron a través de la coordinación social. El colectivismo es, en definitiva, una razón por la que estos países se desempeñaron tan bien.

Por otro lado, un artículo publicado en Forbes asegura que la expresión de las actitudes colectivistas o individualistas varía en función del riesgo de patógenos, es decir que los países con una mayor prevalencia de enfermedades tienden a respaldar actitudes más colectivistas. Se formula la hipótesis de que el colectivismo social sirve de protección natural contra la transmisión de enfermedades mediante la proliferación de tradiciones y normas específicas que actúan como un amortiguador contra la transmisión de patógenos. El conformismo, fomentado por el colectivismo social, ayuda a mantener estas prácticas ritualizadas contra la enfermedad. Históricamente, los países ecuatoriales han tenido la mayor prevalencia de enfermedades y, en consecuencia, una alta correlación con el colectivismo.

De cualquier manera, no caben dudas de que la pandemia (y en especial la post pandemia) ponen en relieve la importancia de este debate. En un mundo cada vez más dominado por China, el punto de vista individualista de las culturas occidentales parece estar al borde del colapso. Es momento entonces de preguntarnos si es posible un balance entre individualismo y colectivismo que nos permita evolucionar y progresar sin perder las características propias de cada pueblo y de cada persona.


El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
Cultural Psychology Research Suggests The U.S. May Be Less Individualistic…, en https://www.forbes.com/
How different societies react to pandemics, en https://www.universityofcalifornia.edu/
The role of individualism vs. collectivism in the formation of repurchase intent, en https://www.sciencedirect.com/

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