La literatura fantástica de los aborígenes norteamericanos

Los pueblos originarios de Norteamérica han sido siempre una de las minorías más ignoradas de este país. Sus voces y reclamos nunca han logrado tener la trascendencia que tienen otras etnias, aun cuando sus ancestros debieron soportar el más brutal de los genocidios. Es por ello que el auge actual de relatos sobrenaturales y de ciencia-ficción que nos ofrecen muchos autores estadounidenses de ascendencia aborigen cobra una mayor trascendencia.

Mucho antes de que el hombre occidental lograra transmitir sus trabajos literarios a través de la impresión de libros, los aborígenes de todas las regiones del planeta se caracterizaron por mantener viva a su cultura a través de la tradición oral. Mediante el relato de fantásticas historias y seres mitológicos, los habitantes de la tribu podían acceder a sorprendentes mundos que lograban enriquecer su imaginación. A pesar de su extensa experiencia relatándose entre sí estas insólitas aventuras, los pueblos Nativos de los EEUU nunca lograron dejar su marca en la industria literaria del hombre occidental. Sin embargo, esto está cambiando gracias a la numerosa introducción de excelentes obras del género fantástico por parte de una nueva camada de autores de ascendencia aborigen.

Este nuevo interés por la literatura de los aborígenes norteamericanos no solamente les está brindando una enorme y merecida visibilidad a sus autores. También está logrando masificar una nueva visión de su cultura –en muchos casos malinterpretada- para el resto del mundo, todo ello a través de la gran capacidad literaria que poseen sus escritores más populares. Esto es exactamente lo que ha venido sucediendo históricamente, tal como lo afirma Debbie Reese, una mujer que representa a la tribu Nambé Pueblo del estado de Nuevo México: “Lo que la mayoría de las personas conoce de los pueblos Nativos ha sido creado por extranjeros, así que no es ninguna sorpresa que sea erróneo”.

Mientras que, en el mundo del hombre blanco occidental, los grandes autores de literatura fantástica son tan glorificados como escasos, para los escritores Nativos de los EEUU éste es un género que se adapta a la perfección a su ancestral cultura. Su gran capacidad de generar detallados relatos acerca de seres poseedores de poderes extraordinarios, dioses mitológicos y creaturas llegadas de otros mundos los convierte en excelentes exponentes de esta categoría literaria.

Era inevitable que estos autores aprovechen para realizar una merecida crítica al sistema que tanto daño les causó cuando sus ancestros fueron masacrados y desplazados de sus tierras. Sin embargo, lejos de estar imbuidos en el resentimiento, la mayoría de estos relatos fantásticos apuntan simplemente a describir su realidad actual. Tal es el caso de Tommy Orange, un miembro de las tribus Apache y Arapaho –estado de Wyoming- que describe en su libro There, There las vicisitudes que deben atravesar sus personajes aborígenes en un bizarro mundo hecho de vidrio, metal y concreto. Su prosa le valió innumerables críticas positivas de prestigiosos colegas, así como le otorgó a su libro el gran honor de ser finalista del Premio Pulitzer en el año 2019.

Otros relatos de esta nueva generación de escritores fantásticos Nativos alcanzan un nivel que se encuentra a la altura de grandes exponentes del género como JRR Tolkien o HP Lovecraft. En Trail of Lightinng, la autora Rebecca Roanhorse (ganadora de numerosos premios literarios) describe las aventuras de una joven que se encarga de matar monstruos en un legendario mundo donde lo sobrenatural se transforma en lo cotidiano. Por su parte, en su obra The Only Good Indians, el escritor Stephen Graham Jones –miembro de la tribu Navajo- se encargó de redactar un espeluznante relato que se encuentra plagado de elementos de ciencia ficción y una sed de venganza sobrenatural.

A pesar del entusiasmo con el que estas nuevas obras son recibidas por el público en general, existen algunas voces que se oponen al enfoque que le dan estos escritores a la cultura Nativa. La comunidad Navajo de Nuevo México, como así también algunos miembros del círculo académico aborigen de esta región, han declarado públicamente que estas descripciones fantásticas atentan contra la seriedad con la deben tomarse las enseñanzas y creencias de los habitantes originarios de Norteamérica.

A la Diné Writers´Collective, una asociación de escritores Navajos, les preocupa la gran difusión que actualmente goza la obra de Roarhorse, ya que consideran que ésta convierte a sus ancestrales enseñanzas en tan sólo mitos y leyendas. Sin embargo, tanto el público como la crítica especializada, entienden que la intención de estas obras -si bien poseen descripciones que se basan en la realidad- es la de simplemente presentarle al lector una historia de literatura fantástica. Y, aunque realmente no sea necesario, muchos de estos autores –por ejemplo, Tommy Orange- realizan una breve revisión del pasado de las tribus aborígenes norteamericanas en el prólogo de sus libros.

De hecho, la misma Roarhorse admite que el posicionamiento de los personajes de sus libros en un futuro apocalíptico promueve la idea de que, a pesar de los grandes esfuerzos por destruir a las poblaciones aborígenes estadounidenses, ellos tienen la fortaleza para continuar existiendo entre nosotros. Sus descripciones de mundos y personajes inexistentes forman parte de su ancestral cultura. Este es precisamente el argumento que utiliza Blaire Topash-Cadwell, miembro de la tribu Potawatomi, para describir el resurgimiento del uso de lo sobrenatural por parte de autores Nativos: “Las personas aborígenes siempre han escrito y relatado historias de ciencia ficción, pero no han sido catalogadas como tales”.

El actual reconocimiento que están gozando los escritores Nativos norteamericanos dentro del género fantástico (entre los que se cuentan un gran número de mujeres) no se debe a una necesidad por otorgarles un espacio: se lo están ganando a base de puro talento. La literatura moderna se enriquece con personajes aborígenes que piensan y sienten de manera diferente a la del hombre blanco occidental, un hecho que les otorga a sus historias un enfoque más fresco e interesante. Este nuevo auge de los autores pertenecientes a tribus aborígenes estadounidenses que escriben relatos sobre mundos y personajes sobrenaturales es un merecido reconocimiento a estas comunidades precursoras del relato fantástico como forma de entretenimiento.


El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
‘We’ve Already Survived an Apocalypse’: Indigenous Writers Are Changing Sci-Fi. (https://www.nytimes.com/)
Trail of Lightning is an appropriation of Diné cultural beliefs. (https://indiancountrytoday.com/)

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