
Cuentos completos, de Edgar Allan Poe

Las historias breves existen desde que las personas son capaces de relatar lo que les ocurre. Dicho de otra manera: son tan viejas como la misma civilización. Pero el cuento moderno nace con Edgar Allan Poe, cuya colección de historias es uno de los máximos tesoros de la Humanidad.
Los relatos de Poe, en principio, demuestran el agudo intelecto y la macabra imaginación del autor. Su maestría como escritor le permitía crear historias tenebrosas y realmente vívidas, que trasladan al lector a escenarios de pesadilla. Sin embargo, Poe no sólo sobresalió por cuentos como “El corazón delator y “La caída de la casa Usher”. Los críticos lo reconocen también por la versatilidad y la variedad de sus talentos.
Por ejemplo, varios han acreditado a Poe como el inventor de las historias modernas de detectives; de hecho, su uso del razonamiento deductivo para elucidar las complejidades del comportamiento criminal son la base del género de crimen o policial clásico. Al mismo tiempo, el profundo conocimiento de Poe acerca de las vidas interiores de sus personajes ayudó a cimentar el camino para el realismo psicológico, inspirando a un gran número de escritores de ficción, entre ellos el novelista Fyodor Dostoievski.
Los cuentos de Poe pueden dividirse, entonces, en dos categorías: cuentos de terror e historias de detectives. Los cuentos de terror suelen girar en torno a personajes que han alcanzado estados de extrema alienación, terror y locura; a veces, incluso, estos cuentos contienen elementos sobrenaturales. En “El corazón delator” (1843), un asesino se ve acosado por el eco persistente de los latidos del corazón de su víctima; “El gato negro” (1843) presenta a un protagonista obsesionado con el asesinato de su amado gato doméstico; el narrador de “Ligeia” (1838), afligido por la muerte de su primera esposa, imagina la resurrección de su alma en el cuerpo de su segunda esposa.
Por otro lado, las historias de detectives de Poe hablan sobre la compleja y a veces engañosa relación entre el razonamiento humano y la realidad empírica. Caracterizadas por el propio Poe como cuentos acerca del “razonamiento”, estas historias giran en torno a crímenes tan extraños e inexplicables que resultan casi imposibles de resolver. Los más conocidos de estos trabajos son “Los asesinatos en la calle Morgue” (1841), “El misterio de Marie Roget” (1842), y “La carta robada” (1845). Estas tres historias presentan al personaje C. Auguste Dupin, un detective aficionado cuyos poderes razonamiento deductivo le permiten reconocer detalles cruciales que escapan a los inspectores de policía convencionales. Dupin no es otra cosa que el prototipo del detective ficticio que sirvió de modelo para personajes como Sherlock Holmes y Hércules Poirot.
Bien podría decirse que las historias detectivescas y los cuentos de terror de Poe son polos opuestos. Las primeras hablan del costado luminoso, de la razón, de lo absurdo como el Mal; las segundas muestran la oscuridad del alma humana, la locura y sus peligros, la tortura, lo inexplicable como fuerza reguladora del Universo. Uno de sus cuentos más famosos, “El pozo y el péndulo”, es aún hoy espeluznante: sin motivo aparente, un hombre yace en una celda acosado por un péndulo con una navaja en el extremo que descenderá para matarlo del peor modo. Escrito en 1842, Poe demuestra con “El pozo y el péndulo” su absoluta maestría narrativa y su capacidad para crear ambientes tenebrosos con pocos elementos.
Pero si un cuento se destaca por sus descripciones fantasmagóricas y góticas es “La caída de la casa Usher”, quizás su mejor historia. De hecho, el cuento posee las características más famosas del cuento gótico: una casa embrujada, un paisaje lúgubre, una enfermedad misteriosa y una doble personalidad. Sin embargo, a pesar de todos sus elementos góticos, parte del terror de esta historia es su vaguedad. No podemos decir con seguridad en qué lugar del mundo o exactamente cuándo tiene lugar la historia. En lugar de los marcadores narrativos usuales de lugar y tiempo, Poe utiliza elementos góticos tradicionales como las inclemencias del tiempo y un paisaje estéril. Estamos solos con el narrador en un espacio encantado, y ni nosotros ni el narrador sabemos por qué.
Además de sus cuentos, Poe escribió varios poemas importantes a lo largo de su carrera. Aunque sus poemas no son muy leídos hoy en día y no están por supuesto en este libro, vale la pena mencionarlos para los lectores ávidos de conocer otras facetas del autor. Más allá de esto, sus poemas más conocidos son narrativos y tenebrosos, como “El cuervo”, escrito en 1845.
Poe también se destacó por sus escritos críticos, en particular por su reseña de la colección de cuentos de Nathaniel Hawthorne, “Twice-Told Tales”, que siguen siendo estudiados hoy en día. En el ensayo de 1846, “La Filosofía de la Composición”, Poe emprende un análisis profundo de sus propios métodos artísticos, y es en verdad sumamente recomendable para todo aquel que empieza a escribir o simplemente quiere conocer los métodos y la filosofía del escritor de Baltimore.
Cabe aclarar que la reseña se hizo en base a la traducción al español de Julio Cortázar, que sin dudas es la mejor adaptación en ese idioma. Cortázar no se limita a traducir: lo suyo es sumarle belleza y sutileza a los cuentos de Poe. Por lo cual se recomienda fervientemente acercarse a esta versión, que junta a dos de los mejores cuentistas de la Historia. Realmente es difícil leer algo mejor.