
Nueva York, aire libre y su lenta desescalada: ¿hay otra forma de combatir al COVID-19?
La ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, combatió la pandemia del COVID-19 con otra apuesta: el aire libre y una desescalada más lenta que en la mayoría de las ciudades del mundo.
La desescalada en algunos países ha provocado el aumento repentino de contagios hasta niveles previos al confinamiento. En países como España, el número total de infectados ha subido en gran número, aunque bien es cierto que se están realizando más pruebas y rastreos para detectar a los infectados.
Dicho lo cual, ¿cómo se ha combatido al coronavirus en Nueva York? ¿En qué situación se encuentran a mediados de septiembre de 2020?
Bajas cifras de transmisión
Aun con críticas, la ciudad de Nueva York apostó por evitar las grandes aglomeraciones que surgen en los espacios cerrados. Los datos más recientes de la pandemia afirman que la mayoría de los contagios nuevos ocurren sobre todo en pequeños espacios y en espacios familiares, donde los conocidos adoptan una actitud más relajada al estar con los suyos.
No era infrecuente observar los parques, terrazas y calles de Nueva York llenas de personas a finales del verano. La tasa de transmisión baja y las cifras oficiales anunciadas recientemente las sitúan por encima del 1 % en septiembre.
En comparación con el ejemplo español, la incidencia acumulada de Nueva York es de 23 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que, en algunas regiones de la península ibérica, las cifras superan los 200 casos. La ciudad de Madrid ha llegado incluso a diagnosticar 506 infecciones por 100.000 habitantes.
Tristemente, más de 23.000 personas fallecieron en la ciudad de Nueva York, que supuso el epicentro de la pandemia en el país.
La respuesta al cierre de escuelas y negocios, el respeto por las medidas de distancia de seguridad, el uso de mascarillas generalizado y el hecho de realizar una tímida apertura, ha conseguido que la evolución de la pandemia en la región sea bastante favorable.
Por ejemplo, los gimnasios se mantuvieron cinco meses cerrados, y ahora reabren con importantes limitaciones en el aforo y, por supuesto, el uso obligatorio de mascarillas. Los museos también abren con cautela y las tiendas tienen poca afluencia de gente.
La apuesta por el aire libre y evitar aglomeraciones
Una de las grandes diferencias con los confinamientos más estrictos, como ocurrió en el caso español, es que en la ciudad de Nueva York se permitió a los ciudadanos salir a hacer ejercicio, cosa que en España estaba terminantemente prohibido.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo los neoyorquinos tenían que estar al aire libre en la medida de lo posible este pasado verano, evitando así todo tipo de aglomeraciones en espacios cerrados.
Aunque pueda ser un mensaje algo confuso y suene hasta contradictorio para luchar contra el coronavirus, de esta manera evitaron los contagios que ocurren más frecuentemente entre cuatro paredes, donde la ventilación es peor y la cercanía física es más notable.
Aquellos negocios y actividades que podían trasladarse al aire libre se han adaptado, como es el caso de conciertos, clases de baile, exposiciones de arte y un largo etcétera. Incluso los peluqueros han seguido su actividad en pleno Central Park.
El domingo 6 de septiembre, de las 58.865 personas que fueron testeadas, únicamente el 0,88 % dieron positivo, es decir, 520 nuevos contagios. Es una cifra bastante más baja que en los peores meses de la pandemia, donde el descontrol era absoluto.
Las autoridades piden que los ciudadanos sigan actuando con inteligencia para que, en las siguiente semanas y meses, los contagios sigan siendo bajos y se siga evitando todo el sufrimiento posible. Lo cierto es que todos nos hemos acostumbrado a las mascarillas y al teletrabajo (para bien o para mal), y hasta la aparición de la vacuna, no parece que esta situación vaya a cambiar demasiado.
La inevitable crisis económica de la ciudad de Nueva York
Nueva York recibió lo peor de la pandemia en el país, y ahora mismo se enfrentan a un déficit presupuestario de 59.000 millones de dólares, una crisis de tal envergadura que no se recuerda algo parecido desde la década de los 70. Tal es la situación, que se calcula que el paso del coronavirus por la ciudad supera de lejos al declive económico y psicológico que sufrió con los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, la crisis del año 2008-2009 o el huracán Sandy.
Si atendemos a los datos de paro, no hay precedentes en la pérdida de empleo. En plena pandemia, se estima que hasta 1,2 millones de neoyorquinos (un 27 % de los trabajadores del sector privado) perdieron su empleo a finales del mes de abril. Recordemos que, en Estados Unidos, el seguro médico va unido al empleo y que esto supuso un gran lastre para todas aquellas familias que se vieron privados de él cuando lo peor estaba aconteciendo.
El alcalde demócrata decidió duras críticas por su reticencia a reabrir la ciudad de manera más rápida, pero tanto su gabinete como las autoridades exigieron a los ciudadanos una lenta desescalada para precisamente evitar agravar la situación y volver al punto de inicio.
Posiblemente, Nueva York sea la prueba de que una desescalada lenta y controlada puede evitar males mayores en el futuro. Es innegable que algunos países están sufriendo una segunda oleada con números que no se veían desde la primavera, y la recuperación económica a corto plazo puede suponer una caída aún más acusada a largo plazo, por lo que finalmente cualquier esfuerzo caería en saco roto.
Es preciso que estemos alerta a partir de ahora. Que tengamos noticias de la próxima vacuna del COVID-19 no es ninguna excusa para relajar las medidas de seguridad ni para confiarnos demasiado. Esto es algo que la ciudad de Nueva York supo prever en su día, y de momento, los datos la acompañan y la transmisión sigue siendo baja. Esperemos que los neoyorquinos sigan siendo conscientes de que una desescalada más rápida podría ser contraproducente.
El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
https://www.eldiario.es/internacional/hecho-nueva-york-diferente-controlar-epidemia-apuesta-radical-aire-libre-desescalada-lenta_1_6193844.html
https://es.noticias.yahoo.com/york-encadena-mes-%C3%ADndice-contagio-161207376.html
http://www.centernyc.org/reports-briefs/2020/4/15/the-new-strain-of-inequality-the-economic-impact-of-covid-19-in-new-york-city