
Un mundo feliz, de Aldous Huxley

La mayoría de los seres humanos, van tras la búsqueda del éxito, uno que conduce a un solo fin, el de la felicidad. Todo lo que el hombre civilizado hace, tiene como objetivo alcanzar ese estadio emocional.
¿Cuán feliz se puede ser? “El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos”. Sócrates (470 a. C. – 399 a. C). La mayoría de las personas ve a la felicidad como un estado de máxima plenitud ¿Es posible vivir así? ¿Es posible un mundo feliz? ¿Cuál es el precio de la felicidad?
Aldous Huxley, un connotado escritor y filósofo británico, escribió un libro que aborda el tema de forma fantástica. “Un mundo feliz”, es una obra publicada en 1932, que hace una proyección de lo que sería un mundo en donde las personas gozarían de la “felicidad plena”.
Al tiempo que pasea al lector por un mundo donde la gente es feliz, también le hace conocer el precio que la sociedad tiene que pagar para vivir así y se pregunta ¿Valdrá la pena ser feliz en las condiciones que él plantea en el libro?
Es un trabajo futurista, que, según algunos, ha servido de inspiración a científicos para que desarrollaran métodos como el de la inseminación artificial, por ejemplo.
Huxley, explora la mente humana, su comportamiento y lo proyecta a una época en la que todas las personas en el “mundo civilizado” son felices. Es un mundo en el que existe el aprendizaje a través del sueño, en el que no hay necesidad de perder tiempo en formarse, eso es cosa que se puede hacer mientras se duerme.
¿Cómo imagina un mundo sin guerras, ni pobreza? Así es un mundo feliz. La salud no es problema para nadie que viva en esta sociedad y la tecnología es la que ha permitido alcanzar esta realidad.
Cada quien ocupa un espacio y cumple un rol en la casta donde le tocó vivir. Nadie lo cuestiona y todo funciona, el resultado, es la felicidad de todos los ciudadanos. Es un mundo en el que la sexualidad es libre, no hay estigmas sociales. Pero ser diferente no es aceptado, la cultura, la familia, las artes, la religión, el amor, son cosas de un pasado más cercano a lo salvaje, a lo animal, esas eran fuentes de infelicidad.
El sueño de poder tener seres perfectos, saludables e inteligentes como se necesita para ser felices, es una realidad ahora. Cada ser es diseñado en el laboratorio con lo necesario para cumplir la función según el rol social en el que se desempeñarán.
El gobierno, en función del diseño perfecto de la sociedad feliz, selecciona cuántos Alfa (dirigentes) y cuántos Épsilon (trabajo de obreros) son los que hacen falta. Cada uno está feliz con lo que hace, aunque no les guste, de igual forma se sentirán felices.
Decía Ortega y Gasset, “Felicidad es la vida dedicada a ocupaciones para las cuales cada hombre tiene singular vocación”. Pero entonces, ¿Cómo hacer algo que no gusta puede hacer a alguien feliz?
Un cóctel de diseño, condicionamiento a través del sueño y una droga, es la respuesta del autor, la combinación de los ingredientes del cóctel, conforman el elixir de la sociedad perfecta en este mundo feliz.
Los personajes son representaciones de lo que el autor quiere expresar y usa incluso la combinación de nombres y apellidos como Bernard Marx o Lenina Crowne, que tienen personalidades que van en la línea de sus nombres o apellidos, así Bernard tiene, por ejemplo, las cualidades del socialista Karl Marx.
Bernard y Lenina son protagonistas de esta lucha en el mundo feliz, entre lo que representa la felicidad programada y la libertad del pensamiento humano ¿Qué vale más para alguien? Ella es una mujer que vive las “libertades” que son propias de su rol, se relaciona con cuanto hombre pueda y aunque el autor hace entender que tiene un amor, ella nunca lo reconocerá, no está diseñada para eso, es el precio que debe pagar por la felicidad de la que goza.
Bernard es un alfa, no está sometido por el condicionamiento, se convirtió en un renegado, sus conflictos sociales lo hacen optar por ser infeliz, no toma la droga (soma), no se somete. Su conducta es inaceptable para la casta a la cual pertenece.
El mundo no es únicamente perfecto, al margen hay una comunidad salvaje. En ese otro mundo, el no civilizado, la infelicidad está en cada rincón. De ese mundo es el otro protagonista de la obra, John el salvaje y cuando este llega a un mundo feliz, se da cuenta de que la felicidad que se vive allí no es más que una farsa. ¿Cómo se puede hablar de felicidad si no puedes elegir lo que deseas? ¿Si no se pueden expresar las emociones?
El salvaje es un hombre que considera que el dolor y la angustia son emociones necesarias, sin ellas la felicidad pierde el valor implícito en ella. Tomando en cuenta este aspecto de la lectura, ¿Propone el autor que para ser feliz hay que sufrir?
Huxley coloca a sus personajes en situaciones en las que hace al lector involucrarse con el dilema de la felicidad que plantea. John el salvaje, se aísla de la sociedad porque no puede expresar dolor, ha muerto su madre ¿Y no puede sentir pena por eso?
Es clara la crítica que hace el autor a la forma de vida basada en el consumismo. Habla de la sustitución de la cruz por la T del clásico modelo con el que Henrry Ford hizo una fortuna. La palabra Ford sustituye a la palabra Señor para referirse a Dios. En la obra, es Ford quien empieza la creación de este mundo fantástico.
El mundo feliz es uno en el que el poder es otorgado por la tecnología, las drogas químicas y otras encapsuladas en el condicionamiento del cerebro humano a través del aprendizaje del sueño, todo es reforzado por los medios de comunicación en manos de la clase que vende la felicidad.
El autor se ha valido de una muy ingeniosa forma de expresar en lo que se hacía por los años 30 y las consecuencias que eso tendría en la sociedad del futuro. La oferta de un mundo feliz que terminaría controlado al hombre libre, que le promete un cielo, un paraíso, una tierra prometida, que no es más que un vil engaño para someter el libre albedrío.
En este escrito expreso mis ideas y opiniones inspiradas en la obra escrita “Un mundo feliz” de Aldous Huxley.