Yo, robot, Isaac Asimov

robot

El hombre busca a cualquier precio la supervivencia. Crear un ser que sea idéntico a él; pero que lo supere con un cerebro positrónico y mejores habilidades físicas ¿Qué consecuencias podría tener?

Una importante cantidad de personas en el mundo creen que el futuro de la humanidad quedará en manos de robots superinteligentes, buena parte de ellos lo dan por un hecho. La máquina creada por el hombre lo superará y este terminará siendo un esclavo de su propia creación; pero ¿Qué tan real puede ser un futuro así? ¿Será el robot el nuevo amo?

Mucho de ese pensamiento se debe a la obra creadora de uno de los considerados tres grandes de la ciencia ficción, Isaac Asimov, quien en su libro Yo, robot, hace un planteamiento revolucionario sobre la evolución de los robots y de cuál sería su impacto en las generaciones futuras.

La publicación del libro se hizo 5 años después de finalizar La Segunda Guerra Mundial. El libro se convertiría en la inspiración de las nuevas generaciones de creadores y estudiosos de los robots. Muchas de las predicciones hechas en la obra ya se han hecho realidad ¿Significa que el enfrentamiento entre el hombre y la máquina serán inevitables? ¿Hasta qué punto Asimov pudo tener una visión del poder que desarrollarían los robots? ¿Superarán la condición humana?

El autor de Yo, robot, de niño era amante de las historias de ciencia ficción, había nacido en Rusia, donde casi murió de neumonía, luego se mudó a Nueva York y después de haber intentado convertirse en médico, terminó obteniendo un grado en química; pero la actividad académica fue eclipsada por las obras que escribió.

El pensamiento de Asimov era singularmente agudo y utilizó sus habilidades y conocimientos científicos para producir una obra exquisitamente fascinante ¿Puede un aparato tecnológico tener ética? ¿Cómo será posible un mundo donde convivan seres éticos y aparatos tecnológicos con inteligencia artificial; pero sin moralidad?

La respuesta se encuentra en el centro de la trama, que reposa en las tres leyes de la robótica establecidas por el autor.

  • Primera ley: Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
  • Segunda ley: Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la primera Ley.
  • Tercera ley: Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda Leyes”.

Yo, robot, abre su relato con entrevistas hechas a Susan Calvin, una especialista en “psicología de robots” que trabajaba para “U.S. Robots & Mechanical Men Inc.”. Allí se fabrican desde robots muy sencillos hasta los altamente complejos, que son capaces de imitar a los seres humanos, incluso tienen capacidad de mando.

En los 50, solo alguien con una gran imaginación podía pensar en algo así. La tecnología estaba, por mucho, lejos de permitirse robots como los planteados en la obra de Asimov. La imaginación es la fuente de la inspiración, y es por eso que al ver lo que está sucediendo con la robótica, hace que la intriga crezca alrededor del futuro que le espera a la humanidad y de cómo será su relación con los robots.

El autor descuida el aspecto tecnológico y físico de estos robots, él presta más atención a los elementos psicológicos, los cuales tienen sustento en las tres leyes de la robótica que creó. Tal vez pasen muchos años para que estas leyes cobren la suprema importancia que tienen en el relato de Asimov.

A lo largo de la lectura, el autor aborda aspectos humanos en los robots como, la locura, su capacidad de rebelarse, el desarrollo de un sentido de superioridad frente al hombre, el engaño. Todas cualidades humanas que imitan los robots.

Se van presentando capítulos en un orden temporal y cada capítulo presenta una historia que se combina con la que le precede y la que le sigue para expresar la evolución que tendrá esta creación humana.

Comienza por darle tratamiento a la aversión a la máquina. Contando la historia de Robbie, una robot niñera, Gloria, la niña objeto del cuidado y su madre. La madre no confía en los robots, la niña adora a la robot que tiene y un accidente, en el que está involucrada esa niña, hace que la madre cambie su predisposición negativa y comience a aceptar a Robbie.

El autor muestra esta primera fase de la humanidad, en la que hay una resistencia natural; pero que es superada por las ventajas que presenta el robot para la humanidad. Asimov le da nombre a ese sentimiento y lo llama “Complejo de Frankenstein”.

Sigue la historia, avanzan los capítulos y el lector descubre que robots como Robbie son de los más sencillos, existen robots que, en los viajes al espacio, hacen trabajos que los astronautas no pueden hacer.

Creaciones como Cutie, un sofisticado robot que desconoce que los humanos lo hayan creado. Llega a la conclusión que él es una creación del todo poderoso, dice ser un profeta del creador, comienza a influenciar a otros autómatas como él. Crea una especie de secta religiosa, pareciera haber perdido el juicio ¿Un robot perdiendo el juicio?

Las máquinas se hacen cada vez más similares a los humanos; pero permanecen como la fuerza de trabajo. El hombre sigue siendo el amo de todas las cosas, el que da las ordenes centrales, el que decide que se debe hacer, es la máxima autoridad ¿Por cuánto tiempo?

Herbie, aparece en el relato para hacer algo sorprendente. Además, es el momento de la lectura donde los sentimientos como el amor apenas alcanzan a mostrarse un poco; pero solo eso.

Con una cualidad impresionante, Herbie, es un robot capaz de ser tan perceptivo, que sus creadores, confunden esa capacidad con la de poder leer la mente humana. Así se crea una confusión y se dan desagradables incidentes en los que se involucran el amor, la ambición y el deseo de quienes comparten roles en “U.S. Robots & Mechanical Men Inc.”.

En la cúspide de la evolución, un robot, Stephen Byerley, es un humano simulado. Gana un puesto como fiscal y esta resulta una parte muy emocionante del libro. El robot ya está compitiendo con humanos por puestos de poder en la sociedad y ¿Quién tiene más capacidades? ¿Cómo podría un humano, por más inteligente que sea, superar a un robot que reúne todo el conocimiento y además lo mejor de las cualidades humanas? Con una evolución como la que han tenido los robots en la obra, el final podría ser predecible.

El libro culmina con una sorprendente revelación, una que podrá descubrir leyendo este estupendo libro y que le deja al hombre una gran lección.


En este escrito expreso mis ideas y opiniones inspiradas en la obra escrita “Yo, robot” de Isaac Asimov.

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

Seguir leyendo

Leave a Reply