La enfermedad más mortal

No existe un laboratorio que haya buscado con tanto ahínco una cura para tan terrible mal, la pobreza. ¿Por qué?

Antes de haber nacido, la pobreza ya está horadando la vida de aquellos que verán la luz en condiciones de desventaja económica, de salud, educación, vivienda y servicios básicos. Ese bebé que está en el vientre de su madre, no está recibiendo los nutrientes necesarios y la estabilidad emocional adecuada de su madre, porque ella es pobre.

La pobreza es la enfermedad más mortal de todas. Según ONU, el 10% de la población del planeta vive en pobreza extrema y el Covid 19 ha empeorado el panorama. Vatican News ha publicado este 17 de septiembre, los resultados de un análisis realizado por UNICEF y Save the children. En él se señala, que unos 150 millones de niños pobres, producto de la crisis provocada por la pandemia, se han sumado a la escandalosa cifra de 1.200 millones de personas pobres que existían en el mundo y lo peor es que esto apenas está comenzando.

La muerte, la violencia, la enfermedad, la falta de salubridad, educación, el desempleo y la descomposición social, son males que produce la pobreza ¿Qué puede ser peor que eso? ¿Cómo pueden las sociedades desarrollarse así?

La superpotencia del planeta, Estados Unidos, tiene más de 50 años tratando de acabar con ella. Desde que Lyndon Johnson en 1964 hiciera la declaración de una guerra incondicional contra la pobreza, el país llevó hombres a la luna, sus sondas espaciales han viajado más allá del sistema solar; pero la enfermedad sigue allí.

Hay que reconocer que se han tenido logros significativos; no obstante, la tasa de pobreza de ese país ha bajado desde 1964 de 19 a 12% en 2020 ¿Cuánto es una tasa de pobreza aceptable?

Una familia que estaba al borde de la pobreza antes de la pandemia, es casi seguro que haya caído en ella, el mencionado informe también indica que hay familias que están viviendo niveles de pobreza nunca antes experimentados. Millones de personas en todo el planeta viven una pobreza más aguda.

 

Lo que se alcanza a ver, es apenas el principio de una crisis de gran importancia. El FMI, ha estimado que esta pandemia será la peor crisis económica en los últimos 100 años. Superará a la crisis de la Gran Depresión de 1930, que le tomó a Estados Unidos y otros países desarrollados 7 años superar y que la de los Subprime de 2008 de la que recién algunos países estaban saliendo.

 

La pandemia golpea con intensidad mayor a los pobres y las mujeres están siendo de las más perjudicadas. Phumzile Mlambo-Ngcuka, quien funge como directora ejecutiva de ONU Mujeres, dice que se esperaba que la tasa de pobreza en mujeres bajara un 2,7% entre los años 2019 y 2021, la realidad de la pandemia cambió por completo es escenario y la estimación actual del organismo es que se tendrá un aumento del 9,1%.

 

Ahora los análisis ONU, muestran una visión más cercana a la realidad, dado que no solo se mide la pobreza en función de su peso económico, el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), es una mejor referencia de lo que sucede, puesto que toma en cuenta el acceso a la seguridad social, al agua potable, al saneamiento, a los servicios de salud, mide los problemas de subempleo y hacinamiento en más de 70 países.

Con mejores diagnósticos, los gobiernos y las organizaciones de ayuda internacional, tienen en sus manos información de gran utilidad para tomar mejores decisiones que le permitirán enfrentar mejor el problema.

La pobreza llama más pobreza

El impacto de la pandemia en la educación ha sido de los más devastadores. Los niños más vulnerables enfrentan retos muy difíciles de superar, el nivel de emergencia en materia de educación sobrepasa a la de cualquier otro momento que se haya tenido en la historia ¿Podrán compensar las pérdidas educativas los más pobres? ¿Qué consecuencias tendrá esta situación?

Una de ellas será que más niños se volcarán a las calles y cuando menos lo harán para trabajar y ayudar a conseguir algo para llevar a casa ¿Volverán a las escuelas esos niños y adolescentes? Es una gran preocupación que existe en organizaciones destinadas a atender la pobreza infantil, como lo es el caso de Save The Children.

Pobreza y culpa

Con sus economías prácticamente paralizadas, miles de empresas han tenido que cerrar, millones de personas se han quedado sin trabajo, lo ahorrado, si es que habían podido ahorrar, ya se ha gastado en este periodo de confinamiento.

Muchos migrantes que viven en países desarrollados o con un nivel de vida aceptable, trabajan para enviar remesas a sus familias en países pobres. Cada uno de ellos que se quede sin trabajo, significa que un grupo familiar dejará de recibir el dinero que les permitía comprar lo esencial.

Una importante cantidad de esos migrantes, viven al borde del precipicio, no pueden dejar de trabajar porque viven con el mínimo necesario y no les alcanza para guardar dinero para contingencias. Esto último es una situación que viven también los ciudadanos pobres nacidos en esos países.

¿Cómo enfrentar las obligaciones como el pago de servicios, alimentación, alquiler, etc.? Los gobiernos han hecho del conocimiento público que ayudarán a sus ciudadanos y algunos ya lo están haciendo con apoyo en efectivo y con políticas crediticias, de empleo, impuestos, entre otras; pero la ayuda no llega a todos y las quejas no se hacen esperar.

Las iniciativas gubernamentales varían de país a país. España, Argentina e Italia, por ejemplo, han propuesto pechar a las fortunas con más impuestos. El objetivo es que quienes más tengan más paguen. Los fuertes ayudan a los débiles.

¿Qué inversionista colocaría dinero en un territorio en el que deba pagar más impuestos? ¿Hace falta inversión para generar más empleo? ¿Son este tipo de medidas favorables para activar la economía?

Hay expertos que consideran que este tipo de políticas en vez de ayudar, empeoraría las cosas, porque ahuyentaría la inversión.

¿De quién es la culpa de tanta pobreza? Es interesante colocar la mirada en un país como Estados Unidos, que gasta en atender la pobreza cantidades de dinero superiores al PIB de países pobres. Pero de los países desarrollados, Estados Unidos es el que más pobres tiene.

Cuarenta millones de personas viven en pobreza y allí no se incluyen los que reciben subsidios o ayudas como tickets de alimentación.

Para el experto en estudios de pobreza de la Universidad de Washington en St. Louis, el profesor Mark Rank, hay en el fondo un problema cultural y uno económico.

Llama particularmente la atención el cultural, en el cual se indica que la pobreza tiene que ver con cómo los ciudadanos la enfrentan. Así la pobreza es vista como un fracaso personal, porque o no se trabaja duro, no se tienen habilidades, se toman malas decisiones, etc., el asunto es que depende de las personas 

El Centro de Datos Kids Count, señala que el 11% de los niños blancos en ese país es pobre; pero la realidad para los niños negros es de 32% y para los latinos es de 26% ¿La pobreza es racista?

Los datos que provienen de otros países de etnias y razas más homogéneas, la seguridad social funciona mejor ¿Será porque las personas ayudan más a quienes son más parecidos a ellos? ¿Interesante verdad?

Latinoamérica y el Caribe

La desalentadora cifra de 45 millones de nuevos pobres en la región por causa del Covid 19, engrosaría la cifra de los 185 millones de pobres en la actualidad, eso haría que la cifra de personas que viven con menos de 1,9 dólares diarios (pobreza extrema), llegara a 96 millones, así lo reflejan datos de la ONU.

La crisis generará una contracción del PIB de la región de 9,1% en el año 2020.

La debacle económica ya existe, hasta que no aparezca la vacuna, es casi seguro que será más difícil proyectar. Con los datos actuales la pobreza seguirá rompiendo el foso, el manejo político y económico requerirá de los mejores profesionales.

Cuando las sociedades han estado a punto de quebrarse, siempre les ha seguido el cambio necesario para avanzar hacia un estadio mejor.

 

En este escrito expreso mis reflexiones sobre la relación que hay entre la pandemia por el Covid 19 y la pobreza. Fuentes: Vaticannews.va, BBC y lavanguardia.com

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