“La República”, la obra más conocida de Platón

platon

Pocas cosas hay en el mundo actual que sean más interesantes que leer un libro que tiene casi 2400 años de antigüedad. Leer los pensamientos de filósofos, reyes y personajes comunes que vivieron en una época y en una sociedad tan distinta de la nuestra, pero a la vez, con inquietudes que nos recuerdan mucho al ser humano moderno.

Una de las obras cumbre de la filosofía occidental es La República de Platón, que ha sobrevivido hasta nuestros días. Su estructura conversativa y su dinamismo en las preguntas y respuestas constantes para el procesamiento de las ideas, le confiere un carácter muy accesible para todos los públicos.

 

Influencias de Platón

 

Para conocer la obra de La República es preciso conocer a su creador de igual manera. Platón un filósofo de la Antigua Grecia que nació en el año 327 a. C., en Atenas (o Egina, según las fuentes).

En el año 387 a. C., Platón funda la Academia de Atenas, una escuela cuya existencia duraría alrededor de 900 años. Fue seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. Es más, Aristóteles se desplazaría desde Estagira a Atenas para estudiar filosofía con su maestro, entablando una amistad de unos veinte años.

La filosofía antigua es un saber cuyos postulados son ciertamente difíciles de comprender según el autor del que estemos hablando. Platón «suaviza» este conocimiento escribiendo sus obras en diálogo sobre todo tipo de temas: filosofía, ética, política, metafísica, educación y un largo etcétera.

Las mayores influencias de Platón fueron las siguientes:

  • Sócrates. Aparece en «La República» y fue un precursor del modo dialéctico, el método socrático, para la búsqueda de respuestas morales sobre el bien y la justicia, entre otros.
  • Pitágoras. Compartió sus ideas basadas en que el mundo físico es una imitación de un mundo matemático eterno, de principios numéricos.
  • Heráclito. Filosofó sobre la mutabilidad de las cosas.
  • Parménides. «Lo que es» es ajeno a la corrupción, indestructible, inmóvil y perfecto, negando así la existencia de la nada.

La justicia y los primeros diálogos de La República

 

La República es un libro en forma de diálogo y dividido en 10 libros, donde Platón expone su teoría de un Estado ideal, aquel en el que el ciudadano puede vivir de manera más próspera.

El diálogo del libro ocurre en el Pireo, una región del sudoeste de Grecia, específicamente en casa de Polemarco, hijo de Céfalo. En el diálogo participan varios personajes que discuten y debaten entre ellos, siendo Adimanto y Glaucón casi los únicos que hablan con el maestro Sócrates, el principal personaje de la obra.

Todo comienza con Sócrates viajando con Polemarco a su casa. El diálogo se desarrolla hasta comenzar a filosofar sobre el significado de la justicia. Céfalo dice que consiste en decir la verdad, dar a cada cual aquello que le corresponde. Polemarco, a su vez, dice que actuar mediante el bien para con los amigos y mal para con los enemigos es precisamente el sentido de la justicia o de la injusticia. Trasímaco defiende una postura contraria, afirmando que lo justo es precisamente hacer aquello que beneficie al fuerte, y que hacer el mal es más conveniente que hacer el bien. ¿Por qué la gente no hace el mal en todo momento, si esto fuera el verdadero sentido de la justicia? Por el miedo al castigo. Sócrates pone de manifiesto que la justicia es igual a virtud y sabiduría y que injusticia tiene que ver con la ignorancia y con el vicio.

Los términos de justicia y los debates sobre lo que es justo y lo que no parecen, a primera vista, bastante simplistas, pero la obra va ganando complejidad cuando se introduce este concepto en el diálogo de la búsqueda del estado (o ciudad-estado) ideal.

Se ve ya desde aquí como la filosofía platónica se define mucho por una visión del mundo dualista: lo mutable y lo inmutable, el bien y el mal, la justicia y la injusticia. Una visión que ha supuesto un fuerte pilar de los valores de la civilización occidental.

 

El estado ideal

 

El libro continúa con el debate, siempre en diálogo, de una ciudad-estado ideal, y de cómo debería gobernarse. Los verdaderos gobernantes, afirma, deberían ser filósofos-reyes. Los guerreros se ocuparían de la defensa y la seguridad de la ciudad. Por último, el pueblo debería obedecer las decisiones de sus líderes.

Platón establece una similitud entre estas tres partes de la ciudad-estado con tres partes del alma: el alma racional, el alma irascible y el alma concupiscible, que se relacionan a su vez en tres virtudes del ser humano: prudencia, valor y templanza.

Por lo tanto, al filósofo-rey le corresponde la prudencia y lo racional; a los guerreros, lo irascible y el valor; y al pueblo la templanza y el respeto a la ley.

Una de las partes más interesantes de La República aparece en los libros V, VI y VII, y hablan sobre los diferentes modelos de gobierno y la opinión del filósofo sobre ellos.

Para Platón, la monarquía aristocrática sería el mejor modelo de estado que hay, porque serían «los mejores» los que gobernarían y tomarían decisiones más sabias, porque el fin de la política es el bien y la virtud.

No obstante, existen peligros. Y es que para que la aristocracia mantenga el poder, debe formar una alianza con los guerreros, los militares. Pero estos pueden adquirir el poder y convertirse en una timocracia. La timocracia podría degenerar en oligarquía, el gobierno de los más ricos. La democracia surgiría después de una rebelión y se instauraría la democracia. La democracia, finalmente, caería para establecer la tiranía, la más injusta de todas las organizaciones políticas.

Por lo tanto, vemos como Platón no apoyaba la democracia de su tiempo, incluso veía como la sociedad debía estructurarse en fuertes jerarquías que se asemejaban al valor de los diferentes metales: plata, hierro y bronce.

Los últimos dos libros (libros IX y X) debaten sobre la felicidad y el alma. Platón expresa sus ideas sobre un mundo más allá de lo físico, perfecto e inmutable, en contraposición del mundo físico o el de los sentidos, que es mutable y sujeto a la imperfección.

En definitiva, La República de Platón es un libro que se hace muy ameno de leer mediante su estructura de diálogo y conecta muy bien con el lector del siglo XXI, al filosofar sobre conceptos que siguen siendo muy relevantes a día de hoy. Imprescindible hacerse con él para entender la base de la filosofía de la civilización occidental y su huella en los milenios que estaban por venir.

 

El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/platon-y-la-republica-analisis-y-comentario-3085.html

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