
Retratos, Pablo Bernasconi

Escribir un libro para muchas personas puede resultar un tanto difícil, sin embargo, al hablar de textos que toman gran cantidad de elementos visuales se le suma un grado extra de dificultad.
Un libro ilustrado podría lograr que un lector comprenda con exactitud la distribución espacial de la trama; aunque, muchos literatos afirman que estos suprimen la posibilidad de que el lector construya imágenes mentales del escrito. Una imagen mental que fluya entre letras y que asome un conglomerado de ilusiones mentales respecto al rumbo de la obra.
En retrato, Pablo Bernasconi, autor de esta obra, presenta un libro muy atractivo con ilustraciones muy bien elaboradas; aunque estas podrían alejarse de la realidad, como un ente opresor de la imaginación, la verdad es que intenta recabar la esencia de la personalidad y acciones de cada uno de los retratos.
¿Una imagen habla más que mil palabras o viceversa?
Aunque la sociedad actual podría buscar la forma de emitir o transmitir la idea de que una imagen habla más que mil palabras, la verdad es que podría no ser así. Bernasconi plasma en su obra con un lenguaje literal, abstracto y humorístico que la imagen va ligada al conocimiento puro de la literatura.
Desenmarañar significados, encontrar historias, formar recreaciones mentales, es parte de la propuesta del autor. Encontrar elementos originales que marquen la esencia de la personalidad, actitudes, aptitudes y acciones de personajes de la sociedad, representa el sujetador que mantiene al lector unido al libro.
Con retrato, el autor busca la manera de expresar un nuevo punto de vista sobre algunos personajes, con un enfoque un tanto arbitrario pero entretenido; sin dejar a un lado el humor que funciona muy bien en este tipo de interpretaciones.
Al final de la obra, cada uno de los lectores podrá concebir por sí mismo la idea que mejor se ajuste a su estilo de vida, aunque la mayoría podría llegar a coincidir, que ni la imagen ni el texto dentro del libro son importantes por sí solos; sino que ambos se fusionan como un solo elemento, para llevar a cada uno de los espectadores a concebir un nuevo punto de vista de los retratos.
Cincuenta personajes, miles de interpretaciones
En retrato, Bernasconi plasma la imagen de cincuenta personajes que son muy bien conocidos por la sociedad actual; aunque algunos de los lectores podrían acercarse con una idea de realzar el ego de algunos de sus ídolos contenidos en la obra.
La verdad es que él no ofrece fotografías, ni ilustraciones, ni caricaturas, sino que busca mostrar retratos en su máxima capacidad como un elemento práctico que describe situaciones, críticas y perspectivas.
Esta nueva forma de concebir el retrato muestra las grandes capacidades creativas e imaginativas del autor, al lograr sintetizar varias características en una sola imagen retratada. Rocky Balboa, Mike Tyson, Picasso, George W. Bush, y Maradona, figuran como personajes muy bien caracterizados dentro de la obra.
Debemos digerir lentamente cada fragmento
En las primeras páginas de este libro, el autor lanza una muy abada advertencia, “es un libro de digestión lenta”, como un preludio de lo que vendrá; además, insta a que cada lector se enfoque en contextualizar muy bien los retratos.
Cuando se tiene a la mano una obra cargada de imagen, podría llegar a ser inevitable para cualquier lector, experimentado o no, pasar la mirada entre los retratos; sin tomar en cuenta los escritos.
Es por ello que esta advertencia logra marcar un buen freno, un preludio a caer en el inclemente impulso de pasar entre páginas. Aburrirse no es una opción, cada página y cada retrato está lleno de gran detalle.
Cada retrato está cargado de un mensaje, perceptible a simple vista; aunque en el caso de algunos, se torna necesario parar unos cuantos minutos detallando cada fragmento y elemento que compone el retrato.
Lo que propone Pablo Bernasconi con “retrato” es nuevo, innovador y lleno de imaginación; sin lugar a dudas, algo a lo que pocas personas están acostumbradas, por eso, al tener el libro en el poder, se debe pensar dos veces antes de dejar al aire cualquier detalle.
Estructura y compostura
En sus más de 100 páginas el autor contempla diferentes detalles del personaje que retrató, pues nadie queda exento a desconocer, en sí la representación de algún sujeto; es por ello que luego de unas cuantas hojeadas, es fácil conocer la estructura de la obra.
El retrato, en cada página donde se encuentra plasmada la imagen, se logra apreciar en una composición al estilo collage de una persona famosa, que ha llamado la atención de la sociedad por cualquier motivo.
Una frase, luego de cada retrato, es la forma en la que el autor logra hacer que la imagen cobre aún más valor. Estas frases se localizan en las páginas impares y son representativas del personaje retratado, siendo finalizada con su nombre.
“El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse. Friedrich Nietzsche”
Compostura, aunque en algunos casos, el retrato realza algún hecho del personaje, en algunos casos, forman parte de una crítica social; poniendo como iconos las actitudes para ser tomadas dentro de un plano humorístico con un toque de sarcasmo.
En el caso de algunos de los lectores, aseguran que al comenzar el libro se tomaban la iniciativa de leer primero la frase y el nombre del personaje, para luego comprender el retrato, en otros casos, tapaban el escrito para descubrir por sí solos el personaje representado en el retrato.
Imaginación retratada
Tras esta obra debe coexistir una mente muy creativa, Pablo Bernasconi, diseñador gráfico de origen argentino, quien ha logrado escalar en el mundo de la ilustración gracias a su creatividad e imaginación.
Dándole vida a múltiples trabajos artísticos en medios como el Clarín, The New York Times, The Wall Street Journal, Telegraph, The Saturday Evening Post, The Times o la revista Rolling Stone, desde el año 1998.