
La fundación de Bill Gates y su lucha diaria contra las epidemias
Bill Gates ha sido un tema de conversación recurrente en la pandemia del coronavirus. Tristemente, no muchas veces para bien. Los negacionistas del COVID-19 han señalado al antiguo ejecutivo de Microsoft como una suerte de conspirador con intereses propios de un villano de película de James Bond. Este artículo no es sitio para nombrar todas las acusaciones sin base alguna. Sin embargo, sí queremos poner en perspectiva la labor de Bill Gates y su lucha contra las epidemias, ya que el trabajo de la Fundación Bill y Melinda Gates puede pasarse por alto entre tanto ruido.
El origen de la fundación
Allá por el año 2015, Bill Gates comentaba en una charla que tarde o temprano tendríamos que enfrentarnos a una crisis sanitaria como la que estamos viviendo en 2020. Este dato ha supuesto un punto de partida para algunos conspiranoicos, quienes creen que tuvo algo que ver con la pandemia y que todo era un plan donde su participación era necesaria. Nada más lejos de la realidad.
¿Por qué vaticinó Bill Gates una pandemia? Todo comienza con su primera visita a India en el año 1997, cuando aún era director ejecutivo de Microsoft, un cargo que abandonaría años después. Fue voluntario para la administración de vacunas contra la polio a niños que no tenían recursos.
No muchos saben el fundador de Microsoft ha viajado año tras año a países desfavorecidos para ayudar en la vacunación contra diferentes enfermedades a aquellos que carecen de recursos. De ahí parte la experiencia con todo lo relacionado a problemas sanitarios, escasez de agua, pobreza y retos para los países en vías de desarrollo.
Se dice que las mejores labores solidarias son aquellas que no buscan la publicidad ni la fotografía. En su caso, es lo que ocurrió, y es lo que le llevó a centrarse en su recién fundada fundación, la Fundación Bill y Melinda Gates, dirigida por Bill Gates; su mujer, Melinda Gates; y Warren Buffet, conocido inversor, empresario y multimillonario estadounidense. También estuvo codirigida por el recientemente fallecido padre de Bill Gates, William H. Gates Sr., y Jeff Raikes.
Salida de Microsoft
En el año 2000, Bill Gates renunció a su puesto de director ejecutivo de Microsoft, una empresa informática pionera con unos beneficios multimillonarios y con perspectivas de seguir creciendo en el futuro. Aunque la compañía se tambaleó en la época de auge de los dispositivos móviles y no supo subirse al tren a tiempo, consiguió modernizarse en la segunda década del siglo, sobre todo con la salida de Windows 10, el éxito de la Xbox One y la venta de tablets que funcionan con el famoso sistema operativo.
Una de las grandes diferencias de otros filántropos, es que tanto Bill como Melinda se pusieron al cargo del proyecto, en vez de simplemente realizar donativos a las causas que les importaban. Los primeros 100 millones de dólares fueron destinados a mejorar la distribución de las vacunas. Bill Gates también había puesto otro proyecto en marcha antes de su salida de Microsoft, llamado la Alianza Global para la Vacunación (GAVI) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que actualmente se encarga de la vacunación de cerca de la mitad de los niños en el mundo.
El presupuesto inicial de la fundación fue de 25.000 millones de dólares. Se calcula que Bill Gates ya ha gastado al menos de 34.000 millones de euros de su fortuna, y otros llegan a decir incluso que es cantidad se triplica. Warren Buffett, a su vez, ha aportado 42.000 millones de dólares a la fundación.
Impuestos a los ricos
Una de las batallas más relevantes en nuestra sociedad actual tiene que ver con la tasa de los impuestos que los gobiernos exigen a sus ciudadanos más ricos. Es común ver como la gente más alineada a la izquierda del espectro político exige más impuestos a los ricos para paliar desastres como el del coronavirus y para ofrecer a la ciudadanía servicios públicos de más calidad. Los normalmente situados cerca de los partidos de derecha o libertarios defienden que subir los impuestos afecta a la economía, destruye puestos de trabajo e incluso provoca fugas de capitales.
Lo que es cierto es que algunos multimillonarios del mundo están pagando tasas de impuestos más bajas que la propia clase obrera o clase media en una época en que la sanidad pública directamente no da abasto. En países como España, se ha puesto de manifiesto la escasez de mucho material y muchas camas de hospital como consecuencia de los continuos recortes sufridos después de la crisis financiera del año 2009.
Es por eso por lo que Warren Buffet, colaborador en la Fundación Bill y Melinda Gates, defiende que «los impuestos son la mejor forma de controlar las fortunas obscenas», un término que usó y acuñó él mismo. Sin embargo, Bill Gates no es de la misma opinión, pero defiende la inmensa labor de la vacunación y de cuidar la salud pública con programas de carácter mundial.
La lucha contra la malaria y la nueva epidemia
Uno de los mayores campos en los que Gates ha trabajado ha sido en la erradicación de la malaria. Para ello, ha financiado investigación e ingeniería genética diseñada para acabar con los mosquitos, que son a fin de cuentas los que la transmiten.
Para ponernos en contexto, en el año 2000, fecha de la creación de su fundación, las muertes por malaria eran de 800.000 personas cada año. En el año 2018, las muertes se habían reducido a 405.000.
Aunque la OMS ha llevado a cabo las campañas, no podemos desdeñar que Bill y Melinda Gates hayan gastado más de 2.300 millones de euros en luchar contra la enfermedad. Sin duda, todo un hito. Otros frentes han sido la varicela, el sarampión, la polio, paperas, rotavirus, el SIDA, la hepatitis B.
Cuando Bill observó el peligro del ébola en el año 2015, puso de manifiesto que una gripe como la gripe española de 1918 podría provocar el siguiente desastre mundial. Y así ha sido. Por si eso no fuera poco, Bill Gates anunció que contribuiría con más del 50 % de los fondos destinados a la OMS que Donald Trump anunció que recortaría. En palabras suyas, las pandemias se evitan con un robusto sistema de salud mundial que sea capaz de hacer frente a estos peligros.
Existen dos opciones: o ponemos de manifiesto lo que otros seres humanos hacen desinteresadamente por mejorar la vida de las personas en este planeta, o nos inventamos conspiraciones donde no las hay. La labor de Bill Gates ha evitado muchas muertes y ha contribuido a mejorar la salud de los más necesitados. Las fake news no tienen cabida aquí.
El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
Vanity Fair. Artículo «El día que Bill Gates abandonó Microsoft y se dedicó a pelear contra las epidemias».