
Vacuna genética contra el coronavirus representaría un gran avance en la inmunización humana
El coronavirus ha causado serias repercusiones sociales, políticas, económicas y salubres en todo el mundo; es por ello que la comunidad científica internacional ha emprendido la carrera para lograr fabricar una vacuna eficaz, siendo esta la oportunidad para implementar tecnologías que han venido siendo desarrolladas desde hace más de 30 años.
La pandemia generada por el coronavirus ha traído grandes retos sobre la comunidad científica internacional, pues se han visto en la necesidad de desarrollar una vacuna plenamente eficaz contra el virus respiratorio.
Durante los últimos meses hemos podido presenciar como diferentes países han logrado avanzar en lo que es la creación de la vacuna, entre ellos, Estados Unidos, China y Rusia, sin embargo, aún el mundo se encuentra a la espera de un producto que cumpla con los estándares necesarios para ser administrados en el hombre, como especie.
Avance tecnológico
A finales del siglo XX y a inicios del siglo XXI el avance tecnológico se ha disparado de tal manera que ahora la ciencia logra avanzar en el desarrollo de productos inmunizadores en un lapso de meses, mientras que anteriormente se necesitaban de años.
Tal es el caso del desarrollo de la BCG o vacuna contra la tuberculosis cuyo proceso de descubrimiento del agente causal de la enfermedad se originó en el 1882, mientras que las elaboración, proceso y efectividad de la vacuna tuvo resultados favorables algunas décadas más adelante, según los registros del Libro Balear del 1997, pp: 34-36.
En la actualidad, aunque puede que los efectos de los virus resulten aún más letales, bien es cierto que gracias al desarrollo tecnológico de los últimos 30 años es posible lograr avances en materia de descubrimiento del agente causal y fabricación de una cura para el Covid-19.
Según Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, la vacuna contra el virus respiratorio 2019-nCoV podría estar lista en solo 18 meses, siendo esto un trabajo investigativo y de desarrollo científico sin precedentes.
Para algunos científicos, aunque la epidemia ha planteado un escenario mundial convulsionado, también es cierto que esta ha sido la oportunidad para probar algunas tecnologías que han venido siendo modificadas desde hace más de 30 años.
Tal es el caso de la ingeniería genética, con la que se ha podido fabricar células que produzcan fragmentos del virus dentro del sistema inmunológico humano, que ayude a protegerlo del mismo.
Estas técnicas podrían ser las responsables de lograr que el lapso de creación de vacunas eficaces sea más rápido; aumentando su efectividad, seguridad, aminorando los costos de fabricación.
¿Cómo actúan las vacunas?
Aunque, resulte algo contradictorio, introducir una vacuna en un ser vivo implica inocular al huésped con el virus o bacteria genéticamente modificada, con el propósito de que nuestro sistema inmunológico pueda detectar la amenaza, generando mecanismos de protección.
Cuando nos referimos a que la cepa del virus inoculado se encuentra modificada, implica que estos han sido debilitados, de tal forma que las posibilidades de enfermar al huésped han sido disminuidas a niveles seguros, o el rango de reproducción dentro del organismo ha sido desactivada.
En el caso de las vacunas desarrolladas con ingeniería genética, en lugar de inyectar el fragmento del virus, se busca que el propio organismo humano produzca la proteína causante del virus.
“Una vez absorbida por nuestras células, funciona como un manual de instrucciones para la producción de la proteína viral. La célula produce esta proteína y la exhibe en su superficie o la libera en el torrente sanguíneo, lo que alerta al sistema inmunológico”. Según un reportaje de la BBC Mundo.
¿Cuáles han sido los resultados de la vacuna genética?
Actualmente esta nueva variante de vacunas no ha sido implementada, es decir, aún no ha sido aprobada para la aplicación en seres humanos; es por ello que de tener resultados favorables, la vacuna contra el Covid-19 sería la primera de este tipo en ser aplicada con éxito en humanos.
Aunque, algunas compañías se encuentran trabajando en la fabricación de la vacuna contra el coronavirus, solo dos de las ocho vacunas en etapa avanzada implementan esta tecnología genética.
Bajo el criterio del profesor e investigador de la universidad de Pensilvania, Norbert Pardi, el desarrollo y resultados de este tipo de vacunas son prometedoras, en referencia a las dos muestras que se encuentran en la fase de pruebas en humanos, una de ellas bajo el desarrollo de la compañía estadounidense Moderna.
Mientras que la segunda vacuna se encuentra siendo fabricada por las compañías BioNtech de Alemania, Pfizer de EE. UU y la china Fosum.
“Aún necesitamos ver los resultados de la última fase, pero soy optimista. Creo que una o más de ellas serán aprobadas. Esto tiene el potencial de revolucionar el campo de las vacunas para enfermedades infecciosas” asegura Pardi a la BBC.
En cuanto a esto, la OMS asegura que de las 187 vacunas que se están desarrollando para combatir el Covid-19, 40 son del tipo genéticas, de las cuales 10 se encuentran en su etapa de pruebas en humanos, y dos ya están en etapa final de investigación, donde se han tomado a 30 mil voluntarios de Estados Unidos y países como Brasil, para comprobar su eficacia.
¿Por qué aún no habían sido implementadas las vacunas genéticas?
La razón principal es la tecnología, cuando se descubrió el rango de acción de la vacuna sintética hace 30 años, se halló que era necesario evolucionar los métodos de fabricación para que tuviera resultado. En el principio los científicos pensaban que, al inyectar ADN de virus, nuestras células lograrían obtenerlo y transformarlo en ARN capaz de producir una reacción inmunológica.
Sin embargo, se demostró que la respuesta de las vacunas de ADN no eran lo suficientemente efectivas en humanos, por lo que crear una variante que implemente el ARN sería la mejor solución, aunque esta resultó más inestable, capaz de generar inflamaciones con resultados letales al descomponerse.
Pero hace 15 años, los científicos lograron aislar la molécula, con el objetivo de suprimir el proceso de descomposición del ARN, reduciendo con ello las secuelas inflamatorias.
Aunque las vacunas sintéticas podrían representar el futuro, la verdad es que los datos serán los responsables de determinar si estas son lo suficientemente confiables y eficaces para ser administradas a gran escala. Mientras tanto, el mundo sigue a la espera de una vacuna que podría resultar vanguardista.
El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
Vacuna contra la covid-19: cómo la pandemia del coronavirus puede llevar a una revolución en la inmunización: http://www.bbc.com
OMS: EN 18 MESES VACUNA CONTRA EL CORONAVIRUS PODRÍA ESTAR LISTA: http://www.inhrr.gob.v
Más allá de una vacuna: los avances de la ciencia en la lucha contra el coronavirus: http://www.eldiario.com