Los últimos serán los primeros

Cada tanto aparece en los medios una nueva lista que determina las mejores o peores películas de la historia. Pero ¿hasta qué punto el cine es un arte donde resulta clara y evidente la diferencia entre lo “bueno” y lo “malo”? Más allá de la subjetividad, el cine es un territorio fértil donde se vuelven borrosos los límites entre lo respetable y lo banal.

En Estados Unidos, donde tienen un nombre para todo, se habla del concepto “so bad, it’s good”, algo así como “es tan malo que es bueno”. Lo que en un principio puede resultar paradójico, nace en realidad de una necesidad del arte popular, más específicamente en el cine y la televisión: etiquetar de algún modo a esas películas que tienen valores de producción y de arte tan pobres que terminan convirtiéndose en consumo irónico o incluso en obras realmente apreciadas, a veces “de culto”.

Entonces, ¿quién determina qué es bueno o malo? ¿Por qué hay películas que parecen intocables y otras igual de excelentes que nunca llegan al podio? No se trata aquí solamente de considerar las películas “tan malas que son buenas”, sino también de cuestionar a las consideradas mejores. Lo mismo podría decirse sobre las listas de peores filmes: de seguro hay tantas cintas horribles que es desde luego antojadizo hacer un ranking. Después de todo, si una película es etiquetada como “la peor de la historia” es probable que tenga algo bueno o llamativo.

La nueva lista de la que hablamos la dio a conocer el sitio IMDB, la biblioteca más grande de películas y series en Internet. El sitio elaboró un ranking con las peores películas basados en las calificaciones e los usuarios. En el primer puesto se encuentra “Disaster Movie”, una parodia hermana de “Scary Movie” que, sin dudas, merece el puesto por pertenecer a una clase particular de films horribles: los que aun teniendo gran presupuesto desaprovechan la oportunidad para hacer algo bueno o al menos arriesgado o novedoso.

Lo cual nos lleva a clasificar las películas malas en al menos dos categorías:

  • Películas horribles con escaso presupuesto: en esta categoría podría ubicarse, por ejemplo, la filmografía completa de Ed Wood, considerado por amplia mayoría como el peor director de la historia. ¿Es esto realmente justo? Quizás no, porque hoy en día Ed Wood está considerado un auténtico “autor”, alguien cuyo sello es indiscutible. En el caso de Ed Wood, el sello es de baja calidad, con temáticas tan absurdas que resultan risueñas. Pero sería injusto caerle a él y a tantos otros directores maltratados por la industria con el mismo peso que a una gran producción de Hollywood.
  • Películas horribles con gran presupuesto: si el director tiene el dinero suficiente, y por lo tanto un tiempo prudencial para desarrollar su película; si los productores se encargaron de buscar un buen guion y contratar a profesionales; es decir, si se le dio a la producción todas las ventajas que otorga la industria, entonces no se puede medir a estas películas con la misma vara que la categoría anterior. De algún modo podría decirse que estos filmes no tienen perdón ni excusa. “Disaster Movie” es un ejemplo perfecto, y tiene bien ganado su primer lugar.

Dentro de la primera categoría, hay películas que muchos cinéfilos disfrutan realmente, más allá del consumo irónico. Hay en ellas algo de autenticidad que resulta intransferible. Claro que hay otras que son malas sin remedio, casi imposibles de ver. No es el caso de “The Room”, a menudo catalogada como la peor de todas, y sin embargo objeto de culto para una audiencia nada despreciable. De hecho, el actor James Franco dirigió y protagonizó hace poco una película sobre la creación de “The Room”.

Lo mismo ocurre con Ed Wood, cuya vida fue retratada en una de las mejores películas de Tim Burton, un director que abreva en los límites de lo considerado bueno/aceptable y malo/desechable. Cualquier artista sabe que la línea que separa lo bueno de lo malo es, en el fondo, una mera construcción social, y que lo importante vendría a ser la potencia o necesidad para expresarse. Es decir, si la mirada es auténtica, aunque fallida el filme tendrá una chance de trascender.

En la lista de IMDB, el filme “The Human Centipede” conserva uno de los primeros puestos. Pero más allá de los gustos de cada espectador, en este caso se mezclan valores éticos, o bien límites en cuanto a lo estético, es decir lo considerado bello o repulsivo. No entraremos en detalles sobre la trama de la película: alcanza con decir que es una película de terror corporal, subgénero que suele destrozar el cuerpo humano en pos de una trama más bien absurda. En este punto, muchos de los votantes se sentirán disgustados por el fuerte aspecto visual y no podrán ni siquiera considerar si la película es o no buena.

Es probable que “The Human Centipede” no se merezca semejante puesto: lejos está de ser una película sobresaliente, quizás ni siquiera aceptable, pero es única, arriesgada, memorable. No puede decirse lo mismo de “Scary Movie” o “Disaster Movie”.

De cualquier modo, el cine es un arte donde resulta necesario indagar más allá de lo aceptado, ya sea para bien o para mal. Las listas son, sin dudas, divertidas, pero son realmente útiles si las encaramos con ciertas precauciones y no como limitantes de nuestra propia experiencia individual.


El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
https://www.imdb.com/chart/bottom

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