The Boys

Siempre tuve la sensación de que Amazon Prime Video se había topado con el éxito de ‘The Boys’ un poco por casualidad. El boca-oreja de los fans hizo mucho por encumbrar una serie que llegaba a mejorar el cómic original escrito por Garth Ennis, respetando todos sus elementos clave. Había pulido su humor, dejando sobre la mesa la brutalidad y la sátira anti-superhéroes, pero la había adaptado a los nuevos tiempos, ajustando más el disparo hacia la escalofriante América de Trump.

Es inevitable echar la vista atrás antes de zambullirse en ‘The Boys’, serie de Amazon basada en el cómic que entre 2006 y 2012 se extendió a lo largo de 72 números, escritos por el guionista irlandés Garth Ennis. La serie está desarrollada por Eric Kriple, Evan Goldberg y Seth Rogen. El primero es el creador de ‘Supernatural’ pero, más significativamente, Goldberg y Rogen llevaron a cabo hace tres temporadas una adaptación previa de Ennis aún inconclusa, ‘Preacher’

Los resultados de aquella fueron interesantes, pero algo irregulares. Lo cierto es que ‘Preacher’ o ‘Predicador’, como se conoció en España el cómic publicado entre los años 1995 y 2000, era un proyecto más complicado. Los continuos vaivenes de tono y argumento del original, la avalancha de personajes, la incorrección a multitud de niveles que desbordaba aquella obra-río de 75 números -sin duda uno de los grandes cómics de los noventa-, hacían de la adaptación todo un desafío.

‘Preacher’ cuajó en una serie simpática, adecuadamente frenética y brutal, pero que a veces se tomaba demasiadas libertades con su modelo, y a veces se veía muy constreñida por su devoción al original. La necesidad de ubicar cada temporada en un escenario malograba el estilo de road movie espiritual del cómic, y aunque sus aciertos eran abundantes (sobre todo en la caracterización de los villanos, pero también en notas divergentes como la impresionante y renovada Tulip interpretada por Ruth Negga), algo faltaba del espíritu original.   

El cómic de ‘The Boys’ es algo más sencillo de adaptar: una historia más lineal, héroes y villanos perfectamente definidos, motivaciones con las que es sencillo empatizar y una narrativa organizada en arcos. Es cierto que, en el original, al estilo ‘Preacher’, los protagonistas se van alternando. La serie lo soluciona adelantando la aparición de muchos de estos personajes y retrasando la presentación de otros. De ese modo, el equipo completo, ‘The Boys’, no aparece en el primer episodio de la serie, el que hemos tenido ocasión de ver, aunque en el cómic el grupo está activo casi desde el principio. 

Sin duda, ‘The Boys’ no será capaz de igualar el altísimo nivel de cazurrez del original de Ennis. Aquellos espectadores familiarizados con los comics del autor saben de qué es capaz el irlandés, y es absolutamente imposible que una serie se ponga a su altura. Más allá de la cantidad de violencia, escatología y sexo chusco, se debe al frenético ritmo, virulencia, ruido y furia del cómic, propios de un exabrupto punk. Es sencillamente imposible igualar ese ritmo, sería agotador (y carísimo), y la serie parecería más una sucesión de sketches pornográficos que una narración audiovisual al uso.

Con todo, y pese a que la primera temporada no tenía nada que envidiar a otras producciones del estilo, como la mucho más ostentosa, pero de calidad infinitamente menor ‘Proyecto Power‘ de Netflix, había en ella cierto tono dubitativo. Se pasaba de la comedia heredada de los comics originales a un drama algo elemental, y personajes nucleares como Carnicero o Hughie, los dos cabecillas de los Chicos del título, tenían algunos vaivenes de personalidad que restaban puntos en el cómputo global.

Todo eso ha quedado solucionado en una segunda temporada que ha arrancado con tres episodios de golpe y a la que se ve más centrada, más despiadada y sin esos vaivenes de tono. Seguimos con una sátira del mundo superheroico y sus contradicciones connaturales (quién vigila a los vigilantes, el poder absoluto corrompe absolutamente, etc.), pero hechas las presentaciones de los personajes en la primera temporada, todo discurre con más naturalidad. Hay más claroscuros en todos ellos: Patriota se nos presenta abiertamente como uno de los villanos de la función, pero también como un personaje con unas motivaciones que el espectador puede comprender.

Se abren nuevas vías argumentales en la serie, entrelazadas con naturalidad: mientras The Boys, el grupo antisuperheroico clandestino, se lame las heridas oculto de la luz pública, los Siete, trasunto en este universo de la Liga de la Justicia, tienen sus propios problemas. Profundo y su severa carencia de autoestima, Queen Maeve y una una doble vida que no se atreve a desvelar a sus compañeros, Starlight funcionando como doble agente… cada uno de ellos tiene mucho que ocultar (posiblemente tendremos más adelante detalles de uno de los miembros más fascinantes de los Siete, el mudo Black Noir), y a todo ello se suma la llegada de una deslenguada Stormfront.

Que todos estos supercretinos tengan conflictos más definidos no quiere decir que la serie haya abandonado su talante satírico y la brutalidad que lleva a fuego en el ADN. La aparición en plena acción de Black Noir, las acciones de un superterrorista cercano al grupo de protagonistas o la bestial reformulación de uno de los episodios más entrañables de ‘Pinocho’, pero con vísceras gigantes (mejor lo ves) son solo algunos de los momentos que siguen dejando claro que en ‘The Boys’ no se andan con tonterías. Sigue siendo una de las series más excesivas del momento.

Sin embargo, donde ‘The Boys’ afila más las garras es en su crítica de la ultraconservadora sociedad norteamericana es no solo en la presencia de Patriota, su coqueteo con el ejército y sus sencillas y letales ideas sobre raza, clase o política exterior, sino en múltiples tentáculos, algunos insospechados. La idea de Vaughn como la corporación maléfica que disfraza de entretenimiento y bien público lo que es en realidad un negocio de nefarios tintes secretos. O la aparición de una iglesia de clara inspiración cienciológica que, a base de palabrería y psicologismo barato intenta ganarse a la parodia de Tom Cruise en Profundo.

The Boys es una serie de la que todos estarán esperando cada vez más temporada tras temporada. Ha dejado la vaya alta y es la única en este momento que entretiene tanto como crítica y cuestiona al mismo tiempo.


El texto anterior expresa mis ideas y opiniones inspiradas en
https://elcomercio.pe/tvmas/series/the-boys-el-gran-exito-de-amazon-prime-video-que-surgio-de-un-comic-cancelado-por-incomodar-a-dc-garth-ennis-dynamite-entertainment-karl-urban-noticia/
https://heraldodemexico.com.mx/opinion/the-boys-segunda-temporada-series-netflix-amazon-prime-video-permanencia-voluntaria-linet-puente/

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