
Päntsdrunk (kalsarikänni): el arte finlandés de relajarse bebiendo en solitario y en ropa interior

Hoy traemos un libro de Miska Rantanen que seguramente te sorprenderá como pocos pueden hacerlo. Si te dijésemos que los finlandeses tienen un sistema de relajación tan ortodoxo como emborracharse en solitario y en ropa interior, ¿nos creerías?
Pues así es. Este camino de relajación llamado kalsarikänni o pantsdrunk (para entendernos si sabes inglés) está ganando adeptos y es ante todo peculiar. En esta época de mindfulness, respiración consciente y yoga, los finlandeses vienen con todo: botella en mano y a disfrutar de la paz del momento.
Relajarse siendo finlandés
Vivir en este país del norte de Europa es muy complicado y las relaciones sociales no son tan fáciles como podrían ser en un país mediterráneo o de Latinoamérica debido a su clima hostil y a sus grandes distancias entre ciudades.
El frío y la falta de sol son prueba de que las sociedades se desarrollan de una forma muy diferente y sus ciudadanos se acostumbran a socializar de una manera más cautelosa o introvertida. La falta de la vitamina D proveniente del sol y las pocas horas de luz también son un factor causante de depresión y otros desajustes psicológicos.
Los finlandeses saben cómo son, y se lo toman con humor. Es más, algunos youtubers del país crean vídeos como estos donde intentan que sus compatriotas digan frases cargadas de positivismo a la cámara y en plena oscuridad invernal, con un resultado bastante interesante. Recomendamos verlo, no tiene pérdida.
No es de extrañar entonces que nos encontremos con conceptos como el kalsarikänni, que significa literalmente «beber en casa, en solitario y en ropa interior». Una cosa no quita la otra, no es un camino a la desesperación, ni habla de la negación del ser ni de decir que no aquellas pequeñas cosas que te hacen feliz.
Se trata simple y llanamente de ser tú mismo, sin postureo en redes, sin aparentar nada. Eso sí, con una botella en la mano y con poca ropa.
El libro
Visto lo visto, no parece que escribir un libro sobre el concepto del kalsarikänni fuese tremendamente necesario, pero nunca está de más. Las opiniones sobre la obra de Miska Rantanen son bastante variadas, pero muchas de ellas coinciden en un punto en común: hay demasiado relleno.
Donde otros libros de relajación, meditación y camino espiritual nos llevan a un mundo de normas adquiridas a lo largo de los siglos o milenios, en päntsdrunk nos encontramos con dos temas principales: uno, la descripción de un mecanismo de supervivencia originado por factores climáticos, grandes distancias entre poblaciones y poca luz, especialmente en invierno; y dos, una descripción directa y sin rodeos de lo que significa esta práctica.
El término kalsarikänni es una palabra compuesta, donde kalsari significa ropa interior, y kanni significa estar ebrio. Para ello, la casa debe estar aclimatada hasta tal punto que podamos estar cómodos de esta manera. Algunas casas en Finlandia cuentan con pequeñas saunas que emiten vapor hacia todas las estancias para así caldear el ambiente. Aquí no valen los típicos radiadores o calentadores del sur de Europa.
¿Es obligatorio estar solo? No tiene por qué. Al final, no hay normas rígidas ya que el objetivo de esta práctica es la relajación sin juzgar a nadie. Es totalmente compatible con beber en pareja en amigos, incluso salir después a algún bar o restaurante (eso sí, intenta no salir desnudo). El requisito, si se le puede llamar así, es mantener ese estado de relajación después de salir de la puerta de tu casa, como si hubiéramos meditado previamente y llevásemos con nosotros ese estado mental.
Repercusiones del päntsdrunk y otros antídotos
En Escandinavia, existen otros «mecanismos» o «antídotos» de la vida real, llamados lagom y hygge.
El primero, lagom, es una palabra sueca que se puede traducir como «en equilibrio perfecto», donde todo está donde debería estar; se mantienen las proporciones y ningún ámbito de nuestra vida se sobrepasa en exceso o nuestras faltas son considerablemente tóxicas. Ciertamente, nos recuerda un poco a la filosofía clásica de la Antigua Grecia con su concepto del equilibrio entre cuerpo y mente. Está estrechamente relacionado con los mejores aspectos para vivir una buena vida y su énfasis en ser una buena persona, atendiendo a una correcta toma de decisiones, por pequeña que sea.
En Dinamarca existe el concepto de hygge, una práctica de rodearse y regodearse en las pequeñas cosas de la vida. Calidez, satisfacción, ocio, tranquilidad. No es posible traducirla directamente, pero tiene mucho que ver con nuestra gratitud por lo que nos hace feliz, sobre todo por aquello que es cotidiano y que a veces damos por hecho. Se suele decir que hygge es una taza de chocolate caliente que tomamos en la calidez de nuestro hogar y cerca de un fuego.
Lagom y hygge son tradiciones típicamente suecas y danesas y, según Miska Rantanen, no son incompatibles con päntsdrunk. En su esencia, todas tienen origen nórdico y comparten unos objetivos claros: la paz mental, el equilibrio y el goce del tiempo libre sin mayores complicaciones.
Ahora bien, esta afirmación y todo el concepto de päntsdrunk hay que tomarlo con cautela, ya que el alcohol no es precisamente beneficioso para un organismo que tiene indicios de depresión por la falta de luz o por otros motivos. El autor del libro también tiene en consideración que no hay que exagerar de esta práctica y que hay que tener en cuenta cuántas botellas o latas estaríamos consumiendo en promedio para evitar cualquier tipo de resaca o adicción.
Aunque sea compatible con otras tradiciones nórdicas, no cabe duda de que no es lo mismo una taza de chocolate que una botella de whisky. No es lo mismo relajarse leyendo un libro al lado del fuego y mostrando gratitud por las pequeñas cosas de la vida que emborracharse en ropa interior, aunque sea ligeramente. No obstante, es una práctica curiosa. ¿Merece la pena leer un libro entero sobre ello? Eso ya lo dejamos al libre albedrío del lector.