Ina Gjonci es una talentoso y muy conocida actriz albanesa, con una larga carrera en el
teatro y varias incursiones frecuentes en tv, series web y cine. Ella muy amablemente
nos abrió la puerta de su casa para compartir con nosotros un poco y poder conocerla.
Puede que suene a cliché, pero desde muy pequeña siempre bus que saber que quería
hacer de grande. Pero siempre que pensaba en eso era muy difícil decidirme, porque
siempre quise ser muchas cosas, no solo una. Los libros también tuvieron mucha culpa
en esto, ya que ellos le dieron un empujón muy grande a mi imaginación. Los libros
también hicieron que quisiera compartir mi imaginación con otros. Recuerdo que en
un momento leí el diario de Anne Frank y me dieron muchas ganas de compartir esa
historia con otros. Así que decidí ponerla en escena, aún estaba en el colegio, pero nos
salió muy bien y fue mi primer acercamiento al teatro.
Amo varias cosas de mi profesión. Primero esta aventura de ser varias personas y
hacer cosas que no pasan en tu día a día. Puedo matar a alguien, por ejemplo. Pasar por esas situaciones me parece interesante. Me gusta hacer el ejercicio de buscar en mi misma al personaje. A mí me gusta creer que para encontrarlo debo buscarlo conmigo misma. Me gusta hacer el ejercicio de encontrar similitudes con mis personajes, de esa manera los siento más reales, y aunque debo decir que me encanta el ejercicio de buscar en mí, al mismo tiempo eso es lo más complicado. No puedo decir que lo odio, pero es realmente difícil. Ya que buscar dentro tuyo siempre será algo que te deje expuesta emocionalmente.
Teatro. Por muchas razones. Al estudiar actuación en la academia siempre estuvo
enfocado hacia el teatro, así que es el teatro lo que más conozco y se hacerlo de la mejor manera. Al cine le tengo algo de miedo. Además de las inseguridades típicas de actriz con la cámara, a pesar de que los directores me digan lo contrario, debo decir que algo que no me agrada tanto en el cine es que no siento el poder que tiene el actor frente a un público. El carácter definitivo de actuar en vivo no tiene comparación.
Blanche, de Un tranvía llamado deseo. Hice de Estela en la academia y el papel de Estela hace unos años, y considero que este viaje de Estela a Blanche es como el de mi carrera como actriz. De un papel secundario u uno principal, de esa energía contenida a esa explosión de personalidad que es Blanche. Y no lo digo porque a mí me importen los papeles principales, al contrario, Creo que no existen papeles chicos, pero me refiero a este crecer, este abrirse hacia una energía más vigorosa que pueda contener por si sola por dos horas al público, este proceso por el que ha pasado mi energía como actriz es lo encuentro similar a la experiencia de haber pasado de Estela a Blanche.
Los presupuestos no me importan. Sea lo que sea que tenga la posibilidad de hacer, me gustaría que fuera algo que conecte con la gente de Albania, que se conecte con las cosas diarias, con lo que se les hace familiar a los demás. A veces veo que producimos cosas de otros países o incluso de otras épocas, que ya no tienen resonancia con lo que está pasándonos como sociedad. Me interesa adaptar todo lo que se pueda para que los albaneses se sientan cada vez más identificados y empiecen a formar la costumbre de asistir a los teatros, ya que es algo que aún se tiene que trabajar. Es importante educar a nuestro público.
El libro del desasosiego, Pessoa.
The end, The doors.
Volver en el tiempo.
Me iría de fiesta con Bukowski, pero creo que se emborracharía muy rápido, así que
me llevaría también a Frida Kahlo y ya que estamos en esas que nos venga a recoger
Dalí. Nada puede salir mal si te vas de fiesta con Dalí.