
La importancia de establecer límites laborales
El año 2020 nos enseñó a adaptarnos y a sobrellevar el home office. Aunque fue complicado para unos, no tanto para otros, lo cierto es que lograr nivelar la balanza entre trabajar, dedicarnos al hogar y a nuestro tiempo libre, sigue siendo un experimento de ensayo y error. Probablemente, lo complejo ha sido lograr establecer límites laborales claros y saberlos respetar ya sea en la oficina o en nuestro hogar.
Los límites laborales ayudan a salvaguardar nuestro tiempo, nuestra energía y nuestro propósito. Algunos límites laborales son funcionales y claros, mientras que otros son más intangibles y flexibles. Sin embargo, tener límites claros no significa que no pensaremos en el trabajo cuando estamos trabajando o que no pensaremos en cosas personales durante el tiempo de trabajo.
Los límites nos alientan a tener tiempo dedicado al trabajo y tiempo dedicado para recargar nuestras energías. De hecho, debería haber un cambio de mentalidad palpable, en donde al terminar el trabajo, se tenga la sensación de que hemos terminado por el día.
Para ello, saber establecer límites es saber respetar nuestro tiempo, nuestros descansos y lo que merecemos.
Comprender tu valor es esencial. Puede pasar que, si no nos sentimos suficientes, podemos dedicarnos a nuestro trabajo para tratar de determinar lo suficiente a partir de nuestra producción, utilidad e indispensabilidad. Pero al hacerlo, tendemos a dirigirnos hacia el agotamiento: cuanto más hacemos, más lejos se siente lo suficiente. Además, quienes nos rodean se acostumbrarán a nuestro nivel de producción. Es más probable que digamos que sí a lo que se nos pide, incluso cuando preferimos decir que no.
Comprender nuestro valor significa que somos conscientes y apreciamos nuestros logros y lo que podemos ofrecer. Cuando nos valoramos a nosotros mismos y a nuestro tiempo, energía, habilidades y experiencia, nos volvemos un poco más particulares sobre lo que asumimos y sobre aquello que estamos felices de dejar caer.
Por otra parte, cuando nos comunicamos con honestidad y claridad, no dejamos ninguna incertidumbre detrás de nuestra intención y nuestro significado. Está bien hacer valer nuestros límites. Está bien cambiar de opinión. Está bien compartir nuestra perspectiva sobre una situación y ser asertivo y directo. Está bien hacer un seguimiento de los plazos incumplidos, registrarse y solicitar ajustes, modificaciones y cambios.
Por ejemplo, cuando iniciamos una conversación en la que nos gustaría establecer un límite, a veces podemos dejar que las disculpas se cuelen. Desafortunadamente, pedir disculpas nos hace parecer preparados para un “no” o para alguna represalia antes de que alguien haya hecho algo. Estas disculpas también diluyen nuestros mensajes de modo que se vuelven confusos, pero que finalmente pueden ayudar a lograr el cometido.
Algo importante también, es gestionar y negociar expectativas. Al comienzo, tenemos una descripción del trabajo y un contrato de trabajo o un conjunto básico de expectativas mutuas. Podemos rechazar el trabajo si no estamos de acuerdo con algo establecido en esos documentos de referencia o podemos negociar.
Cuando las expectativas no están claramente definidas, entendidas o acordadas, genera mucho estrés para todos los involucrados. Aquí es donde se vuelve muy importante que se gestionen las expectativas, porque a menudo surgen consecuencias cuando las expectativas no se cumplen y sentimos la amenaza de esos resultados.
Es por eso que es importante identificar las cosas no negociables. ¿Por qué? Casi todas las decisiones laborales que tomamos implican consecuencias y compromisos.
Es útil tener una lista de cosas no negociables prescritas cuando tenemos el tiempo y el espacio para sopesar las implicaciones de las elecciones que podríamos tomar en lo que respecta al trabajo. Si decimos que sí a las horas extra, ¿a qué le decimos que no? O incluso, ¿a qué le estamos diciendo “sí”?
Quizás las horas extra nos alejan de nuestros seres queridos, pero nos ayudan a ahorrar para el pago inicial. Quizás uno de nuestros no negociables será consumir una cierta cantidad de agua por día, lo que significa que debemos tener en cuenta el tiempo en nuestro horario para beber agua. Suena simple, ¿no? Pero muchos de nosotros agachamos la cabeza y pasamos el día solo para descubrir que tenemos un dolor de cabeza cuando cerramos la sesión, posiblemente causado por la deshidratación y no haber tenido un descanso de las pantallas de nuestra computadora.
Lo no negociable puede ser que no queremos perdernos nunca una velada con nuestros padres, una obra de teatro o una actividad escolar, o cuidar de nuestros hijos cuando están enfermos.
Crear una lista de cosas no negociables nos ayuda a descubrir lo que es importante para nosotros y, a partir de ellos, podemos crear, comunicar y negociar límites para respaldar y proteger nuestras prioridades.
El home office suena ideal para aquellos que nunca han tenido la oportunidad. Pero como muchos de nosotros hemos aprendido, viene con su propio conjunto único de problemas de límites. Los aspectos del trabajo desde casa que pueden necesitar ser tratados incluyen un nuevo conjunto de posibles distracciones; una mayor necesidad de autodisciplina; tener que crear razones para salir de casa y tomar aire fresco; y saber cuándo dejar el trabajo cuando siempre está en su lugar de trabajo.
Trabajar de forma remota requiere una mayor conciencia para hacer espacio para nosotros mismos dentro y alrededor del trabajo.
La Organización Mundial de la Salud ha definido el agotamiento como “un síndrome conceptualizado como resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito”.
Podemos ser apasionados a todo trapo por nuestros trabajos – realizados, decididos y motivados – y aun así agotarnos. De hecho, cuanto más apasionados nos sintamos, más fácil es para nosotros justificar las largas horas porque disfrutamos y encontramos un propósito en lo que estamos trabajando.
Pero sin duda, debe haber espacio entre la ocupación de uno mismo y el trabajo. Tomar los descansos a los que tenemos derecho es una buena manera de tener un respiro y crear espacio: los descansos para el café o los descansos para el almuerzo. Crear espacio tomando descansos no significa que ya no seamos apasionados, dedicados o motivados, simplemente aumenta nuestra capacidad para seguir aprovechando nuestra pasión, dedicación y motivación al máximo.
Referencias:
Hardy, J. (14 de Enero de 2021). How to set clear work boundaries — and stick to them. IDEAS.TED. Obtenido de https://ideas.ted.com/how-to-set-clear-work-boundaries-jayne-hardy/