Exámenes virtuales, un nuevo enfoque

Los exámenes virtuales son un dolor de cabeza para los profesores, porque existe la presunción de que los alumnos hagan trampa acudiendo a Google, a otros compañeros o a algún familiar; pero ¿Qué pasaría si lo que es considerado una trampa, no lo fuera y se usara para ayudar al  proceso de aprendizaje?

Los cambios son difíciles de aceptar; pero solo los que se adaptan progresan, sobreviven. A la educación le ha llegado un momento particular con la pandemia de Covid 19.

Las escuelas físicas cerradas por mucho tiempo obligaron a pensar ¿Se perderá un año escolar por la pandemia o se usará un modelo virtual para superar esta coyuntura? ¿Cómo se darán las clases? ¿Cómo atenderán sus deberes los niños con tantas distracciones en casa si en la escuela es donde más se trabaja la disciplina? ¿Cómo verificar lo aprendido? ¿Cuál es la trampa?

Ante la resistencia de muchos, la fuerza de la realidad ha estado cobrando peso y como en tantos otros casos, la humanidad, casi que obligadamente y de manera más rápida de la deseada, está asimilando cada vez más el uso de una educación virtual.

¿Qué piensa Ud. de la educación virtual? ¿Cree que es de buena o de mala calidad? ¿Confiaría a un ingeniero que aprendiera de manera virtual la construcción de un edificio? Cuando las personas aplican para un trabajo y colocan que obtuvieron un MBA, o hicieron una carrera universitaria les preguntan: ¿Su título lo obtuvo online o presencial?

La expresión virtual es entendida como irreal, de modo que cuando decimos educación virtual, pareciera que entendemos que es algo que no es lo que debería, por lo que se infravalora ¿Qué dice Ud. al respecto?

Partiendo de esa premisa, la resistencia a darle valor a algo que no lo tenía hasta antes de la pandemia no es nada sencillo. Enfrentarse al cambio tomó a la mayoría con la guardia abajo. Aunque mucho se usa el internet y existen muchas maneras de utilizarlo para la educación, formalmente solo había sido aprovechada como un apoyo ¿Para qué usarla como eje de desarrollo si teníamos la escuela y las universidades?

Ahora la realidad es otra, encerrados en casa, con una enfermedad que cobra vidas en todas partes, esos recintos están vacíos de estudiantes y un ordenador o un teléfono inteligente nos permitirá seguir avanzando. Nadie sabe por cuánto tiempo y si luego caerá hasta que ocurra otra pandemia o si se convertirá en un modelo a la par o mixto con el sistema educativo actual.

Una de las tantas barreras es la de cómo examinar lo que han aprendido los estudiantes ¿Aprenden de verdad? Con tantos prejuicios sobre lo bueno que es la educación presencial y lo poco fiable que es la educación virtual, la adaptación cuesta más.

¿Cuando la religión dejó de controlar la educación y esta se hizo más libre, mejoró? ¿Hubiese sido mejor que en vez de ver clases en un salón acondicionado para ello o en una escuela, las viéramos en una plaza, en una montaña o a la orilla de una playa como lo hacían los antiguos griegos? Los tiempos cambian y las formas y necesidades también lo hacen.

Antes de pensar en cómo evaluar a un estudiante y saber que tanto aprendió y si este hace trampas para pasar la evaluación, pienso un poco en cuál es la finalidad de la educación. De lo que se trata es que la gente aprenda ¿Cierto? Entonces me pregunto ¿La gente puede aprender formalmente por internet? ¿Se puede buscar la forma o las formas de desarrollar un sistema formal  eficiente como se ha hecho con el sistema que tenemos para la educación en la escuela física?

¿Si un docente quiere saber si un alumno aprendió sobre los procedimientos para resolver un problema matemático podría pedir que el alumno grabe un video explicando cómo lo hizo y que explique cómo puede servirle lo que aprendió? ¿Hay alguna diferencia con lo que llamamos una exposición en el salón de clases físico? ¿Luego el profesor podría hacerle unas preguntas en vivo (online) al alumno? Tal vez ahora los estudiantes en vez de usar cuadernos y lápices, necesiten un pizarrón, un marcador, un borrador, un teléfono inteligente para grabar y conexión a internet.

Existe una predisposición tremenda en relación a las evaluaciones por internet o llamadas también virtuales ¿Acudirá el alumno a Google para buscar la respuesta a un examen? ¿Cuál es el problema si lo hace? ¿Cuál es el problema si se llama a un compañero para que le ayude? Quizás esos no sean problemas, sino más bien otra forma de entender el nuevo proceso educativo.

El verdadero problema es querer evaluar a los alumnos con las mismas reglas que con las que se evalúa en el sistema educativo físico que conocemos ¿Qué piensa Ud.? Sería como querer medir los segundos con un reloj de arena, este reloj funcionaba bien en un tiempo, ¿Ahora quienes miden el tiempo con uno?

Me puse a escribir estas líneas, después de leer un artículo que me pareció muy interesante titulado “Los acuerdos virtuales ayudan a mitigar las trampas en mi salón de clases en línea” y que fue publicado en gettingsmart.com. En él una docente con amplia experiencia en cursos de inglés online, hablaba de los contratos que hacía con sus alumnos y enfatizaba que buscaba con ellos crear un compromiso basado en la ética, el respeto mutuo y la honestidad. La verdad que me pareció brillante.

Pero, desde mi perspectiva, está enfocado en ver el estudio colaborativo, de investigación en internet como una desventaja, cuando en realidad es que se está queriendo medir los segundos con un reloj de arena.

Es lógico que muchos profesores estén ansiosos por lidiar con los problemas para hacer los exámenes, porque están buscando la forma de que no les hagan trampas, en vez de buscar la forma de usar las nuevas herramientas virtuales para lograr el objetivo, que es que la gente aprenda.

WooClapFlipGrid o EDpuzzle son algunas aplicaciones de gran utilidad para los profesores y alumnos. El primero es genial, porque mientras el profesor da la clase online, puede hacer una pregunta que se presenta en pantalla y cada estudiante puede responder desde su teléfono inteligente ¿Qué diría un profesor en un salón de clases físico? Probablemente antes de comenzar pediría que todos apaguen sus teléfonos ¿Verdad? Un nuevo enfoque lo cambia todo.

FlipGrid y EDpuzzle, permiten hacer ediciones de video de 5 minutos de manera sencilla. Las clases pueden ser en vivo y hay interacción entre los participantes. El docente decide si hacer los comentarios públicos o privados. Es una manera más divertida de hacer uso de la tecnología disponible.

Otras plataformas como zoom también pueden ser usadas, solo que no suelen ser lo divertidas que son las mencionadas con anterioridad. Para evitar que los alumnos no plagien, el profesor puede usar, por ejemplo duplichecker.com, que es gratuita. Su uso es muy sencillo, solo hay que colocar el texto o la imagen en la plataforma y esta le señalará lo que ha sido copiado. Todos estos softwares educativos y plataformas web son muy intuitivos.

Los profesores también pueden acudir a bancos de pruebas en línea como un apoyo. Allí conseguirán plataformas para hacer concursos, encuestas y preguntas como: Learningpod, Proprofs, Socrative, Google forms, entre muchas otras.

Cuando los alumnos buscan ayuda en otro compañero, que puede ser Google, no necesariamente es porque no saben, quizás tengan dudas. Lo importante es que si no saben aprendan y si tienen dudas las aclaren ¿No le parece?

El  nuevo docente y el nuevo estudiante deben entender que las cosas están cambiando ¿Cómo un estudiante hace trampas en un interrogatorio en vivo? En el caso de las matemáticas, física o química ¿Cómo hacer trampas para resolver un ejercicio, si el profesor asigna el ejercicio en el momento de la transmisión en vivo y el alumno debe resolverlo en el pizarrón que tiene en casa? El profesor puede ayudarle, si tiene alguna duda.

Seguramente esa gran demanda del docente de la nueva era de particularizar la educación en función de las necesidades particulares de cada estudiante esté más cerca gracias a la educación virtual.

Afortunadamente hay mucha gente con mucho talento trabajando para que eso se haga una realidad; pero sin el interés y el apoyo de los gobiernos, pasaremos más tiempo evitando trampas en vez de cambiar el enfoque. La misión es que la gente aprenda bien.

Referencias:
En este escrito reflexiono un poco sobre la educación virtual y cómo superar las trampas de los estudiantes para hacer sus exámenes bajo este modelo.
Inspirado en la publicación hecha por gettingsmart.com cuyo título es: Virtual Agreements Help Mitigate Cheating in My Online Classroom y que fue escrito por Renata Nikolayev.
Fuentes: gettingsmart.com

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