El éxodo de la pandemia: migraciones durante el Coronavirus

El desplazamiento de seres humanos, que abandonan su lugar de origen con dirección hacia otras tierras, ha sido un patrón recurrente en los grandes momentos de la historia. Alex Hrdlicka, con su teoría asiática de la población del continente americano, sostenía que esta parte del planeta Tierra albergó a los primeros inmigrantes de la historia, que llegaron procedentes de Asia al cruzar por el estrecho de Bering. Así, se refleja la naturaleza humana de emprender largos viajes en busca de un futuro prominente. Según el portal ABC, esta tesis es bastante aceptada y es complementada con otras investigaciones, que coinciden en el origen asiático del hombre.

El desarrollo de la segunda guerra mundial ocasionó la movilización de millones de personas que se vieron en la necesidad de abandonar su país de origen. Según la Agencia de las Naciones Unidas Para los Refugiados (ACNUR), creada en 1950 una vez culminado el conflicto bélico, 1,2 millones de europeos que se quedaron sin hogar a causa de la guerra fueron reubicados en países del mismo continente gracias al auspicio de esta organización.

Del mismo modo, en 1956, se asistió a 200.000 refugiados luego de la revolución húngara y se hizo lo propio cuando tuvo lugar la descolonización africana. Posteriormente, esta entidad atendió también el movimiento migratorio de personas en Asia y América Latina, a causa de problemas sociales.

En la actualidad, son los factores sociales y económicos los que elevan el número de refugiados en regiones como Latinoamérica. A esto se debe añadir la crisis sanitaria en la que se encuentran sumidos muchos países, a raíz de la proliferación del nuevo coronavirus.

Unicef, en uno de sus artículos, expone las dificultades que padecen miles de inmigrantes al instalarse en Uruguay, país al que llegaron con la esperanza de encontrar las oportunidades que les fueron negadas en su tierra natal. A pesar de que este país mantiene una política de puertas abiertas para los refugiados y se les ayuda con la agilización de documentos y trámites para legalizar su estadía, la oferta laboral y la coyuntura sanitaria frustran sus anhelos de acceder a una mejor calidad de vida.

La U.S. Global Leadership Coalition señala que países con alta recepción de refugiados, como los Estados Unidos, siguen recibiendo a personas de distintas partes del mundo, a pesar de que el Sars-Cov-2 continúa expandiéndose a lo largo de su territorio y no ha sido posible frenar su impacto. De hecho, la mayoría de los nuevos inmigrantes provienen de países donde ya era difícil acceder a servicios básicos, como la salud y la educación, para toparse con un inconveniente igual en tierras extranjeras. Pero la pandemia no ha hecho más que incrementar el número de ciudadanos que emigran a otros países.

Del mismo modo, las acciones necesarias para el reasentamiento de los refugiados están gravemente afectadas por la propagación del covid-19. Al respecto, ACNUR indicó que el número de refugiados reasentados durante el 2020 es el más bajo de las últimas dos décadas. Los aumentos de casos de infección obligan a las autoridades a posponer el reinicio de estos programas de ayuda, subsidiado por los gobiernos de los países receptores y también por fundaciones internacionales.

Al respecto, se destaca la importancia de la recuperación social y económica de los países en vías de desarrollo. De tal manera, los ciudadanos, una vez provistos de oportunidades y mejores condiciones de vida, no tendrían la necesidad de emigrar. Ya desde el periodo pre pandemia se podía observar un incremento del movimiento migratorio en sudamérica.

La diáspora de ciudadanos venezolanos constituye uno de los desplazamientos más grandes de esta parte del continente. Según la agencia France 24, son más de cinco millones de personas las que han abandonado el país que gobierna Nicolás Maduro desde 2013, envuelto en una crisis política, económica y social. Colombia es el país que más inmigrantes venezolanos ha recibido: ya son dos millones los que se han instalado en dicha nación.

Uno de los motivos por los que el desplazamiento de venezolanos se exacerbó es el confinamiento. Este surgió como una medida gubernamental, adoptada en muchas partes del mundo, para evitar la propagación del coronavirus y generó el cierre de puntos comerciales, dejando sin empleo a miles de venezolanos. Muchos de ellos se encontraban laborando en la más completa informalidad, y generaban ingresos diarios que les permitían subsistir.

Esta economía del rebusque que, según El Universal, es habitual en ciudades como Cartagena de Indias, representaba la única fuente de ingresos para la mayoría de migrantes venezolanos. A raíz del periodo de cuarentena, miles de inmigrantes clamaban regresar a su país de origen, en medio del cierre de las fronteras aéreas y terrestres adoptadas no sólo en Colombia, sino también por la mayoría de países latinoamericanos. The New York Times acuña el término migrantes varados para referirse a las miles de personas que, sin hogar y con una pandemia a cuestas, buscan desesperadamente el retorno a casa.

No obstante, pese a las limitaciones físicas, las personas pueden volver a sentir que están en su lugar de origen gracias a la tecnología. La revista Times resalta el caso de Hari Krishan Lal Anand, un refugiado de noventa años que vive en India y que, a través del uso de la realidad aumentada, “visitó” virtualmente su aldea natal en Pakistán después de siete décadas.

Él tuvo que dejar su hogar cuando su ciudad de nacimiento se dividió en dos sectores en 1947, durante la partición del Raj Británico: un lado pasó a formar parte de la India, donde se profesa la religión hindú, y la otra a Pakistán, de mayoría musulmana.  Esto desencadenó un fatal conflicto armado, donde se estima que perdieron la vida entre 1 y 2 millones de personas, y más de 14 millones se vieron en la necesidad de emigrar.

La International Journal of Refugee Law expone, dentro del contexto del Covid-19, los derechos que poseen los refugiados y que los países receptores deberían procurar atender. En ese sentido, todo aquel que se encuentra dentro del territorio, sin importar su condición de refugiado o indocumentado, debe ser asistido médicamente y no se le puede negar la posibilidad de acogerse a programas gubernamentales para mitigar las dificultades económicas experimentadas a raíz de la pandemia.

Los desplazamientos migratorios de los humanos se han llevado a cabo a lo largo de la historia. Algunos nos resultan misteriosos en sus inicios pues no tenemos registros claros al respecto, sin embargo, otros son bastante más evidentes. La pandemia, aunque sinónimo de inmovilización, también ha desatado la migración. Muchos han tenido que llevar a cabo un éxodo en reversa, al encontrarse en peores situaciones que las que tenían al abandonar su tierra natal.

 

Referencias:
How a Refugee Revisited His Birth Village During the Pandemic—After 73 Years Away en https://time.com/
La prehistoria en América: la inmigración que pobló el continente en https://www.abc.com.py/
La II Guerra Mundial: el origen de los refugiados en https://eacnur.org/es
Historia de la ACNUR en https://www.acnur.org/
El desafío de migrar en tiempos de pandemia en https://www.unicef.org/uruguay/
La economía del ‘rebusque’ manda en Cartagena en https://www.eluniversal.com.co/
“No podemos volver’: la travesía de 2400 kilómetros de una familia venezolana que no tiene hogar en https://www.nytimes.com/es/
La prehistoria en América: la inmigración que pobló el continente en https://www.abc.com.py/
Un repaso a la migración en tiempos de pandemia en https://www.france24.com/es/
Human Mobility and Human Rights in the COVID-19 Pandemic: Principles of Protection for Migrants, Refugees, and Other Displaced Persons en https://academic.oup.com/ijrl

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