De “payaso de la clase” a maestro ejemplar

Existen personas cuya vocación es fácil de predecir a una temprana edad, mientras que otras necesitan la motivación necesaria para poder encontrarla. Este es el caso de Emmanuel Awoyelu, un profesor británico quien –gracias al trabajo y atención de su profesora de secundaria- descubrió que su pasión era la enseñanza. Su historia es un claro ejemplo de cómo aquellos maestros que no pierden las esperanzas por sus alumnos menos disciplinados pueden llegar a cambiar las vidas de muchas personas.

 

¿Quién no ha compartido alguna vez un salón de clases con ese alumno que parece acudir al colegio solo para hacer reír a los demás? Generalmente, los profesores deciden ignorar o disciplinar a estos jóvenes, juzgándolos internamente como simples “casos perdidos”.

 

Muchos maestros fallan en comprender que esta constante falta de disciplina esconde un pedido de atención extra por parte del alumno y eso en sí mismo no tiene por qué ser considerado como algo negativo. Existen métodos educativos para intervenir de manera positiva ante estas situaciones, como por ejemplo hacer participar más al alumno en clase, dedicarle palabras de aliento o elogiar algún trabajo realizado.

 

Pero esto no sucedió en el caso de Emmanuel Awoyelu –mejor conocido por sus colegas y alumnos como Manny-, un profesor que llegó a esa profesión en gran medida gracias a la atención extra que recibió por parte de su profesora de inglés en su etapa como alumno secundario.

 

Hijo de padres nigerianos que emigraron al distrito londinense de East Ham, Manny difícilmente se sintió representado en clase, en donde ninguno de sus maestros era afrodescendiente. Como alumno, debió luchar con la presión que le ejercían sus progenitores de ser un buen estudiante, seguramente debido a que en su país natal la educación se trata de todo un lujo.

 

Quizás fue justamente aquella permanente exigencia lo que ocasionó el exagerado histrionismo y actitud rebelde que él demostraba en clase. Pero, mientras el resto de sus profesores elegían ignorar sus payasadas o castigarlo por ellas, hubo uno que decidió que el dedicarle más tiempo y atención a ese bullicioso alumno valía la pena.

 

Manny descubrió su pasión por las letras gracias a Ms. Sponge, su profesora de inglés. Lo único que ignoró la educadora fue el mecanismo de defensa de ese alumno –llamar la atención de los demás-, invitándolo a leer o compartir sus historias al frente de la clase. En poco tiempo, el joven esperaba ansioso el comienzo de su materia favorita, en donde aquella dedicada maestra le ofrecía la oportunidad de sacar lo mejor que tenía dentro suyo.

 

No transcurrió demasiado tiempo hasta que Manny dejó de leer el trabajo de otros para comenzar a escribir sus propias poesías. A este nuevo e interesante hábito le siguió la escritura de canciones, lo que le posibilitó al joven participar de los conjuntos musicales de su escuela. Eventualmente, aquello sería el punto de partida para que él forme parte de otros grupos de música una vez finalizada su etapa escolar.

 

Pero, difícilmente alguno de estos pequeños –pero significativos- logros hubiera sido posible sin la atención que recibió de Ms Sponge, la única profesora que decidió aprovechar los talentos ocultos de aquel joven a quien, tanto alumnos como profesores, consideraban como un caso perdido.

 

Probablemente, su actitud bulliciosa nacía en gran parte a un sentimiento de alienación al ser un estudiante de color hijo de inmigrantes. Sin embargo, luego de haber sido excluido de una escuela primaria y luego de una secundaria, Manny finalmente pudo completar sus estudios pre-académicos. Todo esto gracias a la dedicación y motivación de aquella maestra que decidió sacar lo mejor que tenía para ofrecer el llamado “payaso de la clase”.

 

Aun así, la vida en ese momento no resultó ser nada fácil para el joven. Él mismo describe al ambiente que se vivía en su hogar como tóxico, debido a la mala relación que mantenía con su padre. Estas dificultades empeoraron cuando se les sumó un trágico accidente de automóvil en el que murieron tres amigos suyos.

 

Pero, a pesar de que estas experiencias lo sumieron en un extenso período de depresión, Manny finalmente emergió de él y pudo encontrar la mejor manera de utilizar su pasión por la escritura en una nueva e impensada profesión.

 

Tras su paso por la universidad, el joven trabajó como entrenador deportivo para niños de primaria en el distrito londinense de Tower Hamlet. Fue solo cuando su jefe le sugirió convertirse en maestro que su vida se transformó completamente. A partir de entonces, y hasta el día de hoy, Manny tuvo que tomar una importante decisión: ¿Qué clase de profesor quería ser para sus alumnos?

 

Tras calificar para el puesto de maestro, Manny comprendió que la mejor manera de servir a su comunidad sería enseñarles a los niños con dificultades de aprendizaje que acudían a las escuelas de la zona en donde creció.

 

Teniendo en cuenta que de niño no pudo evitar notar que ninguno de sus profesores era afrodescendiente, como profesor él sintió la necesidad de cubrir ese vacío étnico que existe en los establecimientos educativos del este de Londres. Pero él decidió ir todavía más allá.

 

Quizás como un reflejo de la profunda impresión positiva que Ms Sponge dejó en él, Manny eligió enseñarles exclusivamente a niños con problemas de conducta y aprendizaje. Desde mediados del año 2016, él enseña en escuelas primarias especiales para alumnos de 7 a 11 años. Estos son jóvenes excluidos a quienes el sistema educativo londinense califica como poseedores de dificultades Sociales, Emocionales y/o de Salud Mental (SEMH, por sus siglas en inglés).

 

Estos estudiantes pueden relacionarse mejor con su dedicado profesor, ya que Manny comparte con ellos una gran cantidad de experiencias de vida: infancias difíciles, conducta extrema, exclusión social… Muchos de ellos se identifican con él, mientras que otros reciben una nueva perspectiva existencial.

 

Este singular profesor les ofrece a sus alumnos la oportunidad de ser ellos mismos, de que hablen en voz alta porque su voz importa. Es decir, básicamente les brinda el estímulo y la inspiración que no reciben en su vida diaria por parte de otros adultos. Actualmente, Manny es el director del proyecto Reach Out, el cual se encarga de colaborar con distintas instituciones educativas para brindarles apoyo a sus alumnos más vulnerables.

 

Esta fue la inspiradora historia de un típico “payaso de la clase” que, gracias al cariño y valoración de su maestra de primaria, llegó a convertirse en un adulto consciente, maduro y solidario. Manny reafirma el gran compromiso que caracteriza a su profesión cuando afirma que, debido a la actual pandemia, “nunca ha habido un momento más significativo para recordarles a los maestros que están realizando el trabajo más importante del mundo”.

 

Fuentes
LaBrecque, S. (5 de Febrero de 2021). Why I teach: ‘I know the impact a great teacher can have on a child’. The Guardian. Obtenido de https://www.theguardian.com/
Awoyelu, E. (s.f.). Emmanuel Awoyelu LinkedIn Profile. LinkedIn. Obtenido de https://uk.linkedin.com/
Awoyelu, E. (s.f.). I AM SOMEONE WHO WAS BORN TO MAKE A DIFFERENCE AND MAKE A POSITIVE IMPACT IN MY COMMUNITY…. I am here we see you. Obtenido de https://iamhereweseeyou.com/

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