Ya por entonces mi curiosidad desbordaba; quería saberlo todo, leerlo todo, experimentarlo todo: los avances modernos, el funcionamiento de las cosas, los comportamientos de las personas. No fue ninguna sorpresa cuando mis padres se dieron cuenta de mi naturaleza autodidacta – Mario hacia preguntas, cuestionaba, exponia ideas. Mario quería hacer, aprender, armar y desarmar ,mas que muchos otros niños de su edad.

Tampoco será una sorpresa para ustedes saber que la educación formal ha sido, en general, un completo aburrimiento para mi. Terminados mis estudios secundarios, intente varias veces comenzar una carrera universitaria. Y cada intento traia los mismos resultados: apatía.

Mi perfil inquisidor no lograba coexistir con los diversos mandatos académicos. Sin embargo, pasado el tiempo, encontré ofertas educativas que se ajustaron más a mi estilo de aprendizaje y me ayudaron a obtener diversas perspectivas de pensamiento. Gracias a la Universidad Torcuato Di Tella y ESADE Barcelona, -entre otras- pude formalizar mis aprendizajes y adquirir exposición a un conjunto humano diverso que me ha enriquecido profesional y personalmente.

Mis experiencias laborales han sido diversas y enriquecedoras; he formado parte de proyectos en empresas reconocidas a nivel mundial (AIG, Microsoft, Almundo.com, Amazon AWS, Google, etc.). Con cada una de ellas, he construido recuerdos y vivencias, y me han llevado a lugares en donde he trabajado y vivido. Ciudades en las que hoy, cada vez que vuelvo de alguna manera me hacen sentir que estoy en casa; Bogotá, Lima, Houston, NYC, Wisconsin, Zúrich, París, Madrid, Kuala Lumpur y tantas otras a las cuales le estaré en deuda siempre, por haber formado mi diversidad cultural.

La amplitud de opciones a las que tuve el privilegio de estar expuesto junto con las numerosas oportunidades de viajar y vivir en diversas ciudades del mundo me ayudó a concretar el objetivo de ser emprendedor. Así fue como me convertí en el fundador y director tecnológico de CLAB. Que, a su vez, con el paso del tiempo me permitió conocer excelentes personas, hoy amigos, quienes me abrieron espacios y presentaron a otros innovadores y emprendedores.

Hoy soy miembro ejecutivo y Chief Disruption Officer de Hexadia y fundador de Nine9, plenamente enfocado en soluciones innovadoras y disruptivas que faciliten procesos mediante el uso de tecnología y la generación de comunidades inspiradoras mediante la fusión de diversas inteligencias colectivas.

Mi visión para el futuro es la de democratizar el uso y acceso a la tecnología, reconvertir los modelos de negocios tradicionales y proveer soluciones al ritmo de los cambios del mundo.